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Batalla de Ocotal

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Batalla de Ocotal
Guerra Civil de Nicaragua
Guerras bananeras-Ocupación de Nicaragua
Parte de Ocupación estadounidense de Nicaragua
Fecha 16 de julio de 1927
Lugar Bandera de Nicaragua Ocotal, Nueva Segovia, Nicaragua
Coordenadas 13°38′00″N 86°29′00″O / 13.63333333, -86.48333333
Casus belli Rebelión del General Augusto C. Sandino contra el Pacto del Espino Negro del 4 de mayo de 1927.
Conflicto Ocupación de la ciudad y sitio de los cuarteles por los rebeldes.
Bombardeo en picado por aviones de la Armada estadounidense en apoyo a las tropas en tierra.
Retirada de los rebeldes al no poder rendir ni aniquilar al enemigo.
Resultado Victoria de las tropas combinadas de Marines estadounidenses y guardias nacionales nicaragüenses.
Beligerantes
Bandera de Estados Unidos Cuerpo de Marines de los Estados Unidos
Bandera de Nicaragua Guardia Nacional de Nicaragua
Bandera de Sandino Rebeldes liberales
Comandantes
Gilbert D. Hatfield
Ross E. Rowell
Adolfo D�az Recinos
Grover C. Darnall
Bandera de Sandino Augusto C. Sandino
Rufo Mar�n
Porfirio S�nchez
Jos� Mel�ndez
Fuerzas en combate
En tierra: 39 Marines
2 Infantes de Marina, 48 Guardias Nacionales
2 fuertes
En el aire: 7 aviones DeHaviland DH-4
Bandera de Sandino ~300 rebeldes
Bajas
1 muerto, 1 herido
5 heridos
Bandera de Sandino 56 muertos
~100 heridos

La Batalla de Ocotal ocurrida el 16 de julio de 1927 en la ciudad de Ocotal, Nueva Segovia durante la ocupaci�n militar de Nicaragua por los Estados Unidos fue una acci�n b�lica que enfrent� a unos 300 rebeldes sandinistas dirigidos por el General Augusto C. Sandino contra 42 Marines y 50 guardias nacionales (Guardia Nacional de Nicaragua)[1]​ atrincherados en los cuarteles de dicha ciudad, quienes eran comandados por Gilbert D. Hatfield, Capit�n USMC.

Antecedentes

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El 4 de mayo de 1927 en la villa de Tipitapa, el General Jos� Mar�a Moncada en su calidad de delegado del Presidente Provisional Juan Bautista Sacasa, firma junto con Henry L. Stimson, enviado del gobierno estadounidense, el llamado Pacto del Espino Negro para poner fin a la Guerra Constitucionalista de Nicaragua. El primer acuerdo de dicho pacto exig�a la entrega simult�nea de las armas de las dos partes a la custodia de los estadunidenses. El sexto punto se�alaba la continuaci�n temporal en el pa�s de una fuerza de marinos para la garant�a del cumplimiento de todo lo anterior.

Todos los generales del Ej�rcito Liberal Constitucionalista aceptaron dicho acuerdo, menos uno, el General Augusto C. Sandino, jefe liberal constitucionalista que operaba en los departamentos de Nueva Segovia y Jinotega.

El Capit�n Gilbert D. Hatfield establece comunicaci�n por correo con Sandino y le exige la entrega de las armas o atenerse a las consecuencias de su rebeld�a al desconocer el pacto.

La batalla

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Ataque inicial

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Despu�s de un intercambio de notas entre Hatfield y Sandino, durante la noche del 15 de julio los rebeldes se infiltraron silenciosamente en la ciudad tomando posiciones, especialmente en el aer�dromo que los Marines ten�an sin resguardo porque no se encontraba ning�n avi�n. La orden era, apenas inicie el combate, dinamitar la rudimentaria pista a�rea para inutilizarla, como en efecto ocurri�.

Ya en la madrugada del 16 de julio, a partir de la 1:15, se inici� el combate que culmin� en la llamada Batalla de Ocotal, la primera operaci�n militar que enfrent� a un incipiente ej�rcito conformado por campesinos, mineros y artesanos escasamente armados contra los diestramente preparados Marines dotados con mejor armamento y apoyo a�reo.

Sitio de los cuarteles

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Una fuerza abrumadora de rebeldes liberales leales a Sandino toman el casco urbano de la ciudad reduciendo a la guarnici�n en los cuarteles, el ubicado al costado norte del parque central era defendido por 39 Infantes de Marina estadounidenses y el otro por 48 Guardias Nacionales nicarag�enses leales al gobierno de D�az, estos �ltimos eran comandados por 2 Oficiales estadounidenses, el Teniente USMC (Capit�n G. N.) Grover C. Darnall y Sargento USMC (Teniente G.N.) Thomas G. Bruce.

El objetivo primordial de los atacantes fue sitiar el cuartel de los Marines y el cuartel de los Guardias Nacionales acantonados en ellos. Estos eran aliados, con estructuras separadas pero operando en forma coordinada (adem�s todav�a era notorio la desconfianza de los Marines a los soldados nacionales). A esto se debe que en Ocotal existieran dos cuarteles, uno para Marines y otro para Guardias Nacionales.

Se combati� fuertemente. Las armas autom�ticas de los Marines y de la Guardia Nacional, hicieron estragos entre las fuerzas de Sandino, que pelearon con mucho coraje, pero sin t�cnica; con obediencia y arrojo, pero sin disciplina militar ni armamento moderno. Esto se puso de manifiesto, especialmente, cuando el Coronel Rufo Mar�n, a quien Sandino hab�a encargado la operaci�n de ataque, temerariamente intent� asaltar el cuartel de los Marines. Eran cerca de las 03:00 de la madrugada, Mar�n iba al frente de sus hombres y cay� muerto abatido por fuego de ametralladora cuando intent� un asalto audaz. Esta ametralladora era accionada por el Sargento USMC (Teniente G.N.) Bruce ayudado por un Guardia Nacional nicarag�ense.

A las 6:00 a. m., en pleno combate, el Teniente G.N. Bruce, orden� al corneta Justo Pastor Castillo, Raso G.N. #124, que hiciera el toque reglamentario para izar el pabell�n nacional de Nicaragua. Castillo cumpli� la orden bajo una lluvia de balas, hizo el toque e iz� la bandera junto con Reynaldo Rodr�guez, Raso G.N. #146.

Breve alto al fuego

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A las 8:10 de la ma�ana se hizo un alto al combate cuando el telegrafista Rigoberto Quintanilla, portando una bandera blanca, se acerc� al Cuartel de la Guardia Nacional e hizo entrega de dos mensajes: uno del propio Sandino y otro de su jefe de Estado Mayor, Coronel Porfirio S�nchez.

Ambas notas fueron llevadas al Capit�n USMC Gilbert D. Hatfield. Las notas ped�an la rendici�n de los Marines y Guardias Nacionales en un plazo de una hora "o la ciudad ser�a arrasada por las llamas; y los Marines y Guardias Nacionales caer�an bajo una lluvia de balas."

Hatfield respondi� inmediatamente que "Con agua o sin agua, los Marines no sab�an lo que era rendirse y que abrir�n fuego nuevamente, una vez que el parlamento haya doblado la esquina."

En efecto el fuego se hizo m�s intenso por ambos bandos. La defensa de los cuarteles es sostenida mientras los rebeldes lanzan varios asaltos con resultados infructuosos.

Bombardeo a�reo

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A las 10:15 de la ma�ana aparecieron sobre Ocotal dos aviones estadounidenses en patrullaje rutinario. Uno de ellos piloteado por el Teniente USMC Hayne D. Boyden apodado "El loco Boy-den" (The Crazy Boy-den), quien intent� aterrizar en la pista dinamitada, pero fue recibido por una lluvia de balas que le obligaron a remontar el vuelo. El otro aeroplano era piloteado por el Sargento de Artiller�a USMC Michael Wodarczyk apodado "El caballo de guerra polaco" (The Polish warhorse)[2]​ que se mantuvo volando en c�rculos sobre el cuartel, leyendo los mensajes escritos en una s�bana desplegada en el patio del cuartel de los Marines, inform�ndose de la gravedad de la situaci�n.

Wodarczyc se qued� patrullando sobre los cielos de Ocotal, disparando sus ametralladoras contra las posiciones rebeldes, mientras Boyden vol� de regreso a Managua, llevando la informaci�n.

La poblaci�n civil de Ocotal pidi� al Jefe Pol�tico de la ciudad, Arnoldo Ram�rez Abaunza, que intercediera ante el General Sandino para que se retirara, porque era inminente la llegada de refuerzos a�reos y se tem�a que bombardearan la ciudad y la incendiaran como hab�a ocurrido con la ciudad de Chinandega seis meses antes. Ram�rez Abaunza habl� con Sandino explic�ndole que el p�nico se hab�a apoderado de la poblaci�n, pero Sandino se neg� a retirar sus tropas y continu� el asedio.

A las 12:15 p. m. Boyden aterriz� su biplano en Managua e hizo un reporte completo al Mayor USMC Ross E. Rowell apodado Rusty, comandante del escuadr�n a�reo VO-1M del USMC.

Era la oportunidad que Rowell hab�a estado esperando desde su llegada a Nicaragua. En realidad su presencia en Nicaragua ten�a como �nica raz�n utilizar y ensayar una nueva arma a�rea, y efectivamente iba a ser probada en combate real en la ciudad de Ocotal, contra los soldados de Sandino.

En menos de una hora despeg� de Managua el escuadr�n de cinco aviones DeHaviland DH-4, con su carga completa de bombas y municiones para las ametralladoras.

El escuadr�n de la Fuerza A�rea de la Infanter�a de Marina llev� como l�der de la primera misi�n a�rea, al propio Mayor Rowell.

A las 02:35 de la tarde, por primera vez en la historia de todas las guerras, en cualquier parte del mundo, una cuadrilla de 5 aviones bombarderos atacaron una ciudad desde el aire en un bombardeo masivo y coordinado.

Entran en acci�n los pilotos estadounidenses que desde cinco (5) aviones artillados ametrallan y bombardean en picado el casco urbano de la ciudad y sus alrededores causando cientos de muertos y heridos entre las fuerzas rebeldes y la poblaci�n civil misma.

Hitos en la aviaci�n militar

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Cada aparato portaba diez bombas de 17 libras y 1200 balas para cada una de las dos ametralladoras: una fija delantera disparada sincronizadamente a trav�s de la h�lice y operada por el piloto; y otra giratoria, trasera, disparada por el artillero de cola. La participaci�n de estos, entonces modern�simos aparatos de guerra, fue muy breve, pero muy eficaz.

Los pilotos lanzaron sus aviones en picado desde los 600 y 300 pies de altura ametrallando las concentraciones y posiciones de los rebeldes, y antes de remontarse, lanzaban una bomba. Y cuando iba tomando nuevamente altura, el artillero de cola con la ametralladora posterior abr�a fuego contra las posiciones enemigas para evitar que los fusileros disparasen con eficacia al biplano durante la vulnerabilidad de su ascenso.

La novedad de estos aparatos y de estas t�cticas de ataque a�reo consist�a en que eran los primeros aparatos dise�ados y equipados con mecanismos portadores y lanzadores de bombas a la voluntad del piloto que controlaba el lanzamiento desde su cabina.

La otra novedad era el dise�o de bombardeo coordinado de un escuadr�n de aviones organizado en forma sucesiva, manteniendo el poder de fuego en forma m�s sostenida que si todos los aviones atacaran al mismo tiempo.

En la Primera Guerra Mundial los aviones biplanos fueron utilizados para observaci�n y despu�s se les equip� para ametrallamiento, finalmente lanzaban bombas con las manos -al estilo de Brooks y Mason en la Batalla de Chinandega- logrando escasa precisi�n.

En la batalla de Ocotal, mientras un avi�n ascend�a, otro ya ven�a en picado, ametrallando hasta soltar la bomba y remontarse para dar paso al siguiente.

Estas acciones fueron decisivas para que Sandino, desista del sitio y ordene a sus tropas abandonar la ciudad para internarse en las espesas monta�as neosegovianas rumbo a Quilal�.

Los historiadores militares J. Robert Moskin[3]​ y Neill Macaulay,[4]​ confirmaron -por separado- que el ataque a la ciudad de Ocotal, Nicaragua:

"es el primer ataque en cuadrilla organizada en formaciones de bombarderos en picada que registra la historia de la guerra, mucho antes que el vulgo atribuyera a la Luftwaffe alemana esa "novedad."

Respecto al hito hist�rico que la batalla de Ocotal marc� en la historia de la aviaci�n militar, el General de Marina Gordon R. Sullivan escribi�:

"Esa tarde, Yo estaba muy interesado en las palabras de Henry Carlisle sobre el primer da�o colateral (muertes) por bombardeos a�reos durante la batalla de Ocotal, el 16 de julio de 1927.
Poco despu�s de la medianoche, me encontr� con un informe detallado sobre esta batalla en el libro "Soldados del mar"[5]​ escrito en 1962 por Robert Debs Heinl Jr. del Instituto Naval de los Estados Unidos.
Es una historia incre�ble y marc� el comienzo del apoyo a�reo cercano de primera jam�s realizado en la guerra y, por supuesto, sigue siendo el sello distintivo para el equipo de tierra - aire de la Armada hoy en d�a.
La cronolog�a de la batalla se puede encontrar en las p�ginas 267-269.

El 21 de julio de 1927, en el "Louisville Courier-Journal" se public� lo siguiente:

"Otro de los logros de la aviaci�n americana"
S�lo dos meses antes, el 21 de mayo, Charles Lindbergh hab�a alcanzado fama mundial al completar el primer vuelo en solitario a trav�s del Atl�ntico.
En esta era de innovaciones en la aviaci�n, la batalla de Ocotal (16 de julio de 1927) fue la primera vez en la historia que un ataque a�reo fue dirigido por fuerzas de tierra.
Cinco biplanos DeHaviland de la Armada mataron a m�s de 300 atacantes nicarag�enses, evocando una ola de protestas y condenas en todo el mundo y especialmente en Am�rica Latina.

Consecuencias

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La aviaci�n de la marina estadounidense resulta decisiva en el resultado del combate, en �ltima instancia los rebeldes fueron derrotados con muchas bajas (56 muertos y casi 100 heridos); mientras que, los Marines estadounidenses y sus aliados nicarag�enses, solamente sufrieron siete bajas (1 Marine muerto y 1 herido; 5 Guardias Nacionales heridos).[6]

La primera operaci�n a�rea de bombardeo organizado en cuadrillas, dur� cerca de 45 minutos y result� un �xito que le permiti� al Mayor Ross E. Rowell ser de los primeros aviadores de la Armada en recibir la Cruz de Vuelo Distinguido y la Medalla por Servicio Distinguido de la Armada; mientras que, al Teniente Hayne D. Boyden le fue otorgada la primera.

La victoria le permiti� a Hatfield (MCSN: 0-411) el ser condecorado con la distinci�n militar "Cruz de la Armada" (Navy Cross) otorgada por el Presidente de los Estados Unidos.

Sandino abandon� la ciudad intern�ndose en las monta�as de Quilal� en donde estableci� su Cuartel General. Esta derrota fue aleccionadora porque le hizo comprender a Sandino que ante las adiestradas tropas estadounidenses m�s el apoyo a�reo, no cab�a una estrategia de guerra frontal de ataques abiertos a posiciones fortificadas. Tambi�n aprender�a a desarrollar defensas antia�reas que luego le permitieron a sus hombres derribar algunos aviones.

Despu�s de la batalla de Ocotal, Sandino inici� una guerra de guerrillas en las monta�as que le permiti� terminar en pie y vivir para ver a 5000 marines salir de Nicaragua en enero de 1933, luego de seis a�os de lucha. Esta cantidad fue la mayor concentraci�n de tropas estadounidenses fuera de su territorio antes de la Segunda Guerra Mundial.[7]

En esta acci�n militar se produjeron tres bautismos de fuego:

  • 1.- Bautismo de fuego para los rebeldes del General Augusto C. Sandino.
  • 2.- Bautismo de fuego para la Guardia Nacional de Nicaragua (G.N.).
  • 3.- Bautismo de fuego para el primer escuadr�n de bombardeo de la Fuerza A�rea del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.

Los reportes de los capitanes USMC Hatfield y Darnall destacaron el arrojo de los insurrectos del General Sandino; y tambi�n hacen menci�n muy encomiable de la conducta y capacidad de combate de la Primera Compa��a de la Guardia Nacional de Nicaragua, calificando como acciones heroicas las desempe�adas por los alistados G.N. Castillo, Rodr�guez y Fern�ndez.

V�ase tambi�n

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Referencias

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  1. La Estrella de Nicaragua. Año XVI, Edición 359. Miami-Dade, FL, julio 16-31, 2007
  2. Bevilacqua, Allan C. The Polish Warhorse: Michael Wodarczyk. Leatherneck; Jan 2000; 83, 1; ProQuest Direct Complete page 20.
  3. Moskin, J. Robert. The U.S. Marine Corps Story. Back Bay Books, 1977. 916 pages.
  4. Macaulay, Neill. The Sandino Affair. e University Press edition, 1985.
  5. Debs Heinl, Robert. Soldiers of the Sea: The United States Marine Corps, 1775-1962 (Great War Stories). United States Naval Institute, Annapolis, Maryland, 1962.
  6. http://wais.stanford.edu/Nicaragua/nicaragua_battleofocotal4202.html
  7. Marley, David. Wars of the Americas: A Chronology of Armed Conflict in the New World, 1492 to the present. ABC-CLIO, Inc., 1998

Enlaces externos

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