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Seguiriya

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Un modo de batir las manos para acompa�ar a los bailaores, cantaores y guitarristas flamencos.

La seguiriya es uno de los palos flamencos m�s antiguos de los que se tiene noticia. Conforma, junto a los tientos, ton�s y soleares, la columna vertebral del cante flamenco. Se trata de un baile de velorio.

Etimolog�a

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Se supone que su nombre derive de seguidilla, por corrupci�n fon�tica. Esta corrupci�n deforma el t�rmino en diferentes variantes: seguiriya, seguirilla, siguiriya o siguerilla.

Origen

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Si bien su origen es incierto, los primeros testimonios datan de finales del siglo XVIII. Las seguiriyas derivan de las ton�s primitivas y se crean principalmente entre C�diz y Sevilla, con los Puertos, Jerez de la Frontera y el barrio de Triana como focos principales. En discos y libros podemos leer referencias al estilo como sigueriya, siguiriya, o seguirilla. Todas son v�lidas, ya que el t�rmino seguidilla se agitana o andaluza derivando en otras graf�as que cada cual escribe a su modo. Del complejo gen�rico de las seguiriyas forman parte tambi�n las serranas y las livianas, ya que ambos estilos se rigen por el comp�s propio de la seguiriya. Otra de las variantes seguiriyeras son las cabales, seguiriyas en tono mayor

Car�cter

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Cante y coplas

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Se trata de un cante sombr�o y de car�cter tr�gico que encierra los valores b�sicos de lo que hoy se conoce como cante puro y hondo. Las letras de sus coplas son tr�gicas, doloridas, y reflejan el sufrimiento de las relaciones humanas, el amor y la muerte.

La seguirilla gitana o seguiriya del sentimiento es, adem�s de uno de los cantes m�s antiguos de que se tiene noticia, la quinta esencia de la jondura, basada la m�xima de muy poca letra y mucho quej�o. El cante melism�tico de la seguiriya le infunde car�cter y de esa est�tica musical, beben tambi�n muchos estilos, como las malague�as o los cantes a palo seco, sin guitarra, que hoy conocemos. El t�rmino aparece recogido en infinidad de piezas de nuestra literatura y la m�sica de algunas tonadillas viene rotulada como seguidilla gitana. Aunque esta no coincide en absoluto con la flamenca. El origen de este cante, con su caracter�stica aliteraci�n de ayes, ha tra�do de cabeza a los music�logos que han intentado su notaci�n musical. Hoy es sabido que la m�trica seguiriyera se basa en invertir el orden de la amalgama de compases de la sole� (6x8 + 3x4), y usarlo como propio (3x4 + 6x8) (ver reloj).

Las modalidades m�s antiguas de seguiriyas se interpretaban sin acompa�amiento musical, al igual que las ton�s. Actualmente se acompa�a de la guitarra, y sus continuas matizaciones y cambios de tono en el cante la hacen uno de los palos m�s dif�ciles de interpretar.

El modelo arcaico de la seguiriya lo conocemos a partir de la llamada seguiriya de "El Planeta", la m�s antigua hasta el momento:

"A la luna le p�o,
la del alto cielo,
como le p�o que me saque a mi pare
de onde est� met�o".

Baile

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El baile por seguiriyas fue incorporado por primera vez de la mano de Vicente Escudero en 1940. Es ceremonioso, pausado y solemne, y carece de ornamentaci�n.

Estructura

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Estructuralmente se compone de cuatro versos hexas�labos, excepto el tercero, que es endecas�labo: (6-6-11-6), modelo sil�bico emparentado con las jarchas. Riman el segundo y el cuarto en consonante o asonante. La estructura en este caso no es estricta: prima el sentimiento sobre la forma, de modo que no es raro encontrarse con seguiriyas con otras m�tricas, como 7-7-11-7 y 8-5-11-6. Una forma menos extendida es la estructura 6-11-6, en la que rima el primer verso con el tercero, y usualmente se repite el segundo al cantar.

Existen diferentes especies de seguiriyas asociadas al estilo de un cantaor en particular que presentan cada una sus variantes estil�sticas m�s o menos acusadas por la personalidad del int�rprete. As�, en C�diz se conoce el cante por seguiriyas de El Planeta, sencillo y sin ornamentaciones; en Triana, el de Frasco el Colorao, muy ornamentado, y el de la Ni�a de los Peines; en Jerez, Manuel Molina, Antonio Chac�n, etc.

Fuentes y bibliograf�a

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  • LARREA PALAC�N, Arcadio: El flamenco en su ra�z, Editora Nacional, Madrid, 1974.
  • CABALLERO BONALD, José Manuel y COLITA: Luces y sombras del flamenco, 1975. Ed. del 2006, Fundación José Manuel Lara,[1] Sevilla.
  • GRANDE, Félix: Memoria del flamenco, con prólogo de José Manuel Caballero Bonald. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 1991.
    • Texto en PDF; en este trabajo, Félix Grande se refiere al palo como «siguiriya».
  • GAMBOA, José Manuel y NÚÑEZ, Faustino: Flamenco de la A a la Z: diccionario de términos del flamenco, Espasa, Madrid, 2007.

Enlaces externos

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