Ir al contenido

Competencia (econom�a)

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Logotipos de Coca-Cola y Pepsi

En economía, la competencia[1]​ es la situaci�n de un mercado en el cual diferentes vendedores de un producto o servicio act�an de forma independiente con el objetivo de mejorar sus beneficios, ventas o n�mero de clientes, utilizando distintos instrumentos, como los precios, la calidad, la publicidad o el servicio posventa.[2]​ Se considera que la competencia y la regulaci�n eficiente fomentan la creaci�n de riqueza gracias a que impulsan la eficiencia, la innovaci�n, la competitividad y la productividad.[3]

Se llama as� a un r�gimen econ�mico en el que los productores desarrollan su actividad abiertamente. La libre competencia es sin�nimo de "libre mercado", y significa que, adem�s de su legalidad, la �nica orientaci�n para tomar las decisiones econ�micas proviene de los precios. Los productores tratan de ganar posiciones en su mercado a trav�s de estrategias de mercadotecnia, de fabricaci�n, de distribuci�n u otras. Los ofertantes se encuentran, as�, en una situaci�n de libertad para mejorar o abaratar sus productos o servicios con el objetivo de ser preferidos por los consumidores o usuarios.

Esta situaci�n manifiesta el derecho y la posibilidad material en los agentes econ�micos de poder hacer elecciones, un elemento importante de la libertad individual. Tambi�n se supone que aporta, en el plano del funcionamiento y la orientaci�n de la econom�a, ciertos mecanismos igualitarios de adaptaci�n permanente de la demanda y de la producci�n, y tambi�n incita a la innovaci�n o a una mercadotecnia m�s adaptada al objetivo al que se quiere llegar.

La competencia generalmente presenta una forma apta de organizaci�n social en las relaciones econ�micas.

Las teor�as de la competencia

[editar]

Existen tres teor�as de la competencia:

Lugar de la competencia en los modos de organizaci�n

[editar]

En la teor�a de las organizaciones, la competencia es un concepto opuesto al de cooperaci�n, aunque los dos coexisten en el mundo real. Tanto la cooperaci�n como la competencia pueden ser espont�neas o constre�idas. Estos cuatro modos forman las organizaciones est�ndar presentes en nuestras sociedades.

La competencia y sus enfoques

[editar]

Los economistas de la escuela cl�sica de los siglos XVIII y XIX han estudiado la competencia como todos los dem�s fen�menos econ�micos: un estado de hecho cuya teor�a se conforma con describir y explicar los mecanismos, al modo de los naturalistas. En el siglo XX, la escuela austriaca sigui� fiel a este enfoque.

Los economistas de la escuela neocl�sica (a partir de L�on Walras) intentan establecer leyes cuantitativas para la econom�a. Para ello, introducen la noci�n de competencia pura y perfecta, una situaci�n hipot�tica definida por un cierto n�mero de condiciones que permiten un tratamiento matem�tico riguroso, pero que no se encuentran pr�cticamente jam�s en la realidad.

M�s recientemente, los te�ricos de la "competencia imperfecta" analizan los desfases entre la realidad de la competencia y el modelo de la competencia pura y perfecta, y se refieren as� a este modelo como un ideal que debe alcanzarse.

La competencia pura y perfecta

[editar]

Las condiciones

[editar]

La competencia pura y perfecta es un modelo de la teor�a econ�mica de la escuela neocl�sica que describe una estructura de mercado hipot�tica en la cual ning�n productor ni consumidor dispone de poder para fijar los precios ni sobre las decisiones de los dem�s agentes, y adem�s todos tienen el mismo acceso a la informaci�n, lo que supone una igualdad de las posiciones de origen en la relaci�n mercantil. El precio es entonces fijado por el afrontamiento y la negociaci�n de todos con todos, sin generar renta de monopolio.[4]

La competencia pura y perfecta representa uno de los dos casos extremos de estructuras de mercado estudiadas por los economistas neocl�sicos, el segundo es el caso del monopolio. Se supone que la competencia perfecta permite el equilibrio sobre todos los mercados bajo unas condiciones suficientes muy particulares. Cada mercado debe cumplir las tres condiciones siguientes:

  • La atomicidad del mercado: el n�mero de compradores y de vendedores es muy amplio, con lo cual la oferta o la demanda de cada agente no tiene importancia respecto a la oferta o demanda total.
  • La homogeneidad de los productos: los bienes intercambiados son similares en calidad y caracter�sticas; un producto de mejor calidad constituye entonces otro mercado. En la realidad, los bienes m�s homog�neos son las materias primas y los productos de la agricultura.
  • La transparencia de la informaci�n: la informaci�n perfecta de todos los agentes sobre todos los dem�s y sobre el bien intercambiado debe ser gratuita e inmediata; la presencia de un "subastador" que centralice las ofertas y las demandas con el fin de calcular el precio de equilibrio es una manera de realizar esta transparencia y supone, adem�s, la ausencia de intercambio grado a grado antes de la obtenci�n del precio de equilibrio.

Las consecuencias de estas tres hip�tesis son que, por una parte, el precio es la �nica motivaci�n para intercambiar o renunciar a intercambiar en el mercado (y no la calidad, por ejemplo) y, por otra parte, el precio es fijado por el mercado y se impone a todos los protagonistas; no existe entonces m�s que un solo precio por un solo bien, cualquiera que sea el lugar de la compraventa.

Hay que a�adir dos hip�tesis que unen los mercados entre s�:

  • La libre entrada y salida del mercado: no debe haber ning�n obst�culo tarifario (proteccionismo), administrativo (numerus clausus) o t�cnico a la entrada de un ofertante o de un demandante suplementario.
  • La libre circulaci�n de los factores de producci�n (el capital y el trabajo): la mano de obra y los capitales se dirigen espont�neamente hacia los mercados donde la demanda es fuerte (con respecto a la oferta). No hay plazos ni costes de su reconversi�n.

Estas dos �ltimas hip�tesis permiten una convergencia a largo plazo de las tasas de salario y de beneficio entre los diferentes sectores econ�micos y los diferentes pa�ses.

Se trata entonces de un marco muy restringido. La hip�tesis de un subastador significa que todas las ofertas y demandas de los agentes econ�micos est�n centralizadas por un planificador virtual, que puede as� determinar el precio de equilibrio. Este planificador no existe en econom�a de mercado, donde las decisiones referentes al precio de los intercambios y la cantidad intercambiada son tomadas de maneras descentralizada. Los neocl�sicos han desarrollado en la teor�a del equilibrio general la idea de una convergencia progresiva de los precios hacia el precio de equilibrio; Walras introdujo un mecanismo de "palpado" y la idea de una "mano invisible" ha sido recuperada de Adam Smith. Por otra parte, el teorema de Sonnenschein en 1973-1974 ha demostrado que la unicidad y la estabilidad del equilibrio no est�n aseguradas utilizando hip�tesis pertinentes, con lo que se hiri� el proceso de "palpados" desarrollado por Walras.

Utilizaci�n

[editar]

Si el modelo de competencia perfecta ocupa un lugar tan importante en la modelizaci�n econ�mica, es primero porque permite un an�lisis matem�tico a base de optimizaci�n, y tambi�n porque las situaciones de equilibrio son "�ptimos" matem�ticos que verifican ciertas propiedades de eficiencia (Pareto), lo que permite tener un mensaje positivo el lo concerniente al tipo de sociedad que el modelo de competencia pura y perfecta busca modelizar. La hip�tesis de la competencia pura y perfecta se utiliza en la demostraci�n de los teoremas del bienestar.

El principio de tarifar al coste marginal

[editar]

A partir de las propiedades de la competencia, es posible demostrar, en un marco te�rico neocl�sico, que el precio en competencia pura y perfecta es igual al coste marginal y que, a largo plazo, el beneficio econ�mico es nulo. Se introduce por ello la hip�tesis suplementaria de que cada empresa tiene como objetivo el maximizar sus beneficios, definidos como la diferencia entre las ganancias totales (GT = p . q) y el coste total puede as� la empresa jugar con la cantidad, pero siempre acepta el precio P. A corto y medio plazo, si hay un sector econ�mico beneficiario, las empresas entrar�n en ese sector: la oferta aumentar� y los precios disminuir�n. Los beneficios de esas empresas sobre ese mercado, disminuir�n hasta agotarse.

L�mites y cr�ticas de la competencia perfecta

[editar]

La competencia real es diferente de la competencia teorizada por los neocl�sicos (particularmente en la visi�n de Walras. Se deducen de ello tres actitudes posibles:

  • La competencia pura y perfecta, sobre todo si la completamos con el estudio de la competencia imperfecta, es una aproximaci�n aceptable a la competencia real. Adem�s, es competencia del Estado imponer las condiciones de existencia de la competencia perfecta, por ejemplo, con la aplicaci�n de las leyes anti-trust. Es la posici�n generalmente aceptada por los economistas neocl�sicos.
  • La competencia pura y perfecta est� basada sobre unas hip�tesis demasiado poco pertinentes como para que podamos extraer de ellas consecuencias concretas, y su estudio, por lo tanto, es carente de valor cient�fico. Es la posici�n de la escuela austr�aca (Friedrich Hayek, y de los diametralmente opuestos economistas heterodoxos: John Kenneth Galbraith, Tony Lawson, Bernard Guerrien, la escuela institucionalista, los postkeynesianos (Kaldor, Joan Robinson) y numerosos ge�grafos de la geograf�a econ�mica (Ron Mayer, Peter Sunley, Eric Sheppard).
  • Para la mayor parte de los marxistas, la competencia pura y perfecta es una "tontería", para retomar las palabras de Marx, cuyo objetivo es, como en toda teoría de la clase dominante, únicamente justificar el sistema capitalista. No hay que buscar en ella ninguna verosimilitud, sino tan solo las ideas de la clase dominante para afianzar su dominación.

¿Es un modelo a definir según el tipo de mercado?

[editar]

Los avances de las teorías de diversas corrientes económicas (neokeynesianos, teoría de los juegos, etc.) han llevado a distinguir entre varios tipos de mercado en los cuales la situación puede ser de competencia imperfecta. La competencia perfecta no es entonces más que otra situación entre muchas posibles. Este aporte teórico permite el desarrollo del análisis mesoeconómico, en sectores económicos concretos y de las ciencias de gestión.

Posición liberal de mercado

[editar]

En los sectores de rendimiento escalonado creciente, la apertura al comercio internacional favorece la concentración. El sector del automóvil es revelador de esta tendencia, puesto que en 1950 había unos 70 productores independientes, mientras que hoy en día son una decena aproximadamente. Esto puede conllevar un riesgo de atentado a la competencia bajo la forma de entendimientos o contratos tácitos (cartelización). La mayoría de los países liberales interpretan esto como un problema y hacen leyes que tienen por objetivo el que el mercado no sea falseado.

  • La Unión Europea ha intervenido estos últimos años para hacer cesar algunas prácticas entre cementeras, laboratorios farmacéuticos o empresas informáticas (como Microsoft, que no desea dar el código fuente de sus programas a las autoridades de arbitraje).
  • Las autoridades federales norteamericanas han observado las condiciones en sector de las telecomunicaciones (desmantelamiento de Bell) y de la informática (investigaciones contra IBM y, después, contra Microsoft).

Aun así, en lo que concierne a este último país, la actitud de las autoridades evoluciona hacia una política de la competencia (anti-trust), sobre todo en 1974 con un cambio de jurisprudencia de la Corte Suprema de los Estados Unidos, el abandono de las persecuciones y querellas contra grandes marcas cuyos procesos duraron más de diez años (IBM y Xerox, por ejemplo) y la revisión en 1983 de las directrices de la Federal Trade Commission en un sentido más liberal. A pesar de ello, existen todavía grandes juicios anti-trust, como es de Microsoft, aún perseguido por ciertos estados, aunque el gobierno federal haya abandonado.

La posición de los no liberales

[editar]

Según otros análisis, sobre todo altermundialistas o intervencionistas:

  • El monopolio público es preferible, ya que el Estado puede hacer el papel de regulador con otros objetivos que aquellos que impone.
  • La competencia no debe ser extendida a todos los campos, en particular la salud, la educación, la justicia, la cultura, etc.

Según ellos, la privatización de los servicios públicos sin instituir reglas, sería lo mismo que, pasado un periodo transitorio, un paso de un monopolio público a un monopolio privado (cártel).

¿Qué mecanismos de control?

[editar]

Otros críticos apuntan hacia los mecanismos que se supone que han de garantizar la competencia:

  • Afirman que son poco eficaces, ya que poco respetados.
  • Son en parte incompatibles con los fundamentos de la teoría liberal; romper los cárteles necesitaría una modificación de los derechos de propiedad de una parte de la empresa escindida; además, el patrón estaría sometido a reglas que buscan limitar el poder de su empresa.
  • Los mecanismos de control de la competencia reposan, ante todo, sobre la posibilidad de recurrir a la justicia desde el momento en que los comportamientos de sus competidores no respeten las reglas que rigen su sector económico.

¿Qué coste?

[editar]

Según los adversarios de la libertad de competencia, ésta tendría un coste, sobre todo por el hecho de:

  • La multiplicación de las infraestructuras necesarias a la explotación de los productores como, por ejemplo, una serie de compañías de telefonía móvil que no mutualizasen sus repetidores. Es una situación que correspondería a la de un monopolio natural.
  • La cantidad de publicidad sería más importante que en una situación de monopolio para productos considerados como substitutos perfectos (la liberalización de las centrales de información telefónica es un ejemplo válido de esto).
  • Por el hecho de las tensiones en el mercado del factor capital.

La teoría económica clásica afirma que los costes para el sistema económico son, generalmente, superiores en casos de competencia imperfecta (cárteles, oligopolios, posiciones dominantes, profesiones corporativistas...) o de monopolio. Puede hablarse entonces de costes de no competencia.

¿Una organización para ser regulada?

[editar]

No obstante, la mayoría de los economistas, si bien consideran que la competencia es raramente perfecta, se niegan a rechazarla como forma de organización, aunque haya que establecer las reglas de funcionamiento. Algunos afirman que el principio del monopolio natural, aunque no incumba más que a un número reducido de ramas económicas, muestra los límites del sistema de competencia, sobre todo para las actividades dichas "de red", como los servicios públicos.

Puede hablarse de dos de las divisiones de la competencia:

  • competencia directa: es la competencia en la que se venden productos con características en común; puede decirse incluso que son casi iguales;
  • competencia indirecta: es la competencia en la que se venden productos sustitutos.

Véase también

[editar]

Notas y referencias

[editar]
  1. No confundir competencia con competitividad
  2. Almeida, Álvaro (2007). Economía aplicada para gestores (en portugués). Portugal: Cadernos IESF, Espaço Atlântico. 
  3. Tobías Peña, L.; Camba Crespo, A. (21 de diciembre de 2021). «Competencia y regulación eficiente para impulsar un crecimiento inclusivo». Boletín Económico De ICE (3141): 57-72. doi:10.32796/bice.2021.3141.7320. 
  4. «Competencia y monopolio». Instituto Juan de Mariana. Madrid, EspañaBandera de España España. Archivado desde el original el 26 de septiembre de 2008. 

Bibliografía

[editar]

Enlaces externos

[editar]