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Estados Confederados de América

Art�culo bueno
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Estados Confederados de Am�rica
Confederate States of America
Estado desaparecido
1861-1865




Lema: Deo Vindice
(lat�n: �Con Dios protegi�ndonos�)
Himno: Ninguno oficial [1]

     Los Estados Confederados en 1862     Reclamaciones de la Confederaci�n     Separaci�n de Virginia Occidental     Territorio nativo reclamado
Capital Montgomery, Alabama
(4 de febrero-29 de mayo de 1861)
Richmond, Virginia
(29 de mayo de 1861-2 de abril de 1865)
Danville, Virginia
(3 de abril-10 de abril de 1865)
Entidad Estado desaparecido
Idioma oficial Inglés
Superficie  
 • Total 1 995 392 km²
Población (1860)  
 • Total 9 103 332 hab.
 • Densidad 4,56 hab/km²
Religión Protestantismo
Moneda Dólar CSA
Período histórico Guerra de Secesión
 • 4 de febrero
de 1861
Declaración de independencia
 • 11 de marzo
de 1861
Constitución aprobada
 • 12 de abril
de 1861
Inicio de la guerra civil
 • 18 de mayo
de 1863
Sitio de Vicksburg
 • 9 de abril
de 1865
Colapso militar
 • 5 de mayo
de 1865
Disolución
Forma de gobierno República confederal apartidista presidencialista
Presidente
• 1861-1865

Jefferson Davis
Legislatura Congreso confederado
 • Cámara alta Senado
 • Cámara baja Cámara de Representantes
Precedido por
Sucedido por
Estados Unidos
Estados Unidos

Bandera de proa o "Cruz Sureña"
La superficie y la población los valores no incluyen a Kentucky y Misuri, ni el territorio de Arizona. Zonas ocupadas por masas de agua: 5,7 %.

Los Estados Confederados de América (en inglés: Confederate States of America; acrónimo: CSA), también llamados la Confederación o Estados Confederados[2]​, fue un país formado por algunos estados del sur de los Estados Unidos que existió entre 1861 y 1865 en el marco de la Guerra de Secesión.

La Confederación se formó originalmente con siete estados secesionistas de Estados Unidos, donde era legal tener esclavos: Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas, en la región sur de Estados Unidos, cuya economía dependía en gran medida de la agricultura, particularmente del algodón y de un sistema de plantación que necesitaba del trabajo de los esclavos negros.[3]

El gobierno confederado extendió su autoridad sobre un territorio de 1 995 392 km² y una población de 9 103 332 habitantes, de los que 3 521 110 eran esclavos, según un censo de 1860.[4]

Con la convicción de que la supremacía blanca[5]​ y la institución de la esclavitud[6]​ estaban amenazadas por el candidato republicano a la presidencia Abraham Lincoln —aspirante al cargo en la elección de noviembre de 1860—, que se postulaba con un programa que se oponía a la expansión de la esclavitud en los territorios occidentales, la Confederación declaró su secesión de los Estados Unidos; los estados restantes se conocieron como la Unión durante la guerra civil que siguió.

En el que más tarde se denominó el «Discurso de la piedra angular», el vicepresidente de la Confederación Alexander Stephens declaró que la «piedra angular» del nuevo gobierno y en la que se apoyaba, «era la gran verdad de que el negro no es igual al hombre blanco, esta esclavitud, subordinación a una raza superior, es su natural y normal condición. Nuestro nuevo gobierno es el primero, en la historia del mundo, basado sobre esta gran verdad física, filosófica y moral».[7]

Antes de que Lincoln asumiera el cargo en marzo, en febrero de 1861 se estableció un nuevo gobierno confederado, que el de los Estados Unidos consideró ilegal. Los estados ofrecieron como voluntarios a milicianos y el nuevo gobierno se apresuró a formar su propio Ejército de los Estados Confederados. Después de que la guerra de Secesión comenzara en abril, cuatro estados esclavistas del sur —Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte— también se separaron y se unieron a la Confederación.

Más tarde, la Confederación aceptó a Misuri y Kentucky, aunque ni estos declararon oficialmente la secesión ni fueron controlados en gran medida por las fuerzas confederadas; fuerzas confederadas lo intentaron, pero fueron expulsadas de ellos. El gobierno de los Estados Unidos (la Unión) rechazó los reclamos de secesión, considerándolos ilegítimos.

La guerra comenzó el 12 de abril de 1861, cuando los confederados atacaron Fort Sumter, un fuerte de la Unión en el puerto de Charleston, Carolina del Sur.

Ningún gobierno extranjero reconoció oficialmente a la Confederación como país,[8][9]​ aunque Reino Unido y Francia le otorgaron el estatus de beligerante, lo que permitió a los agentes confederados contratar con empresas privadas de armas y otros suministros.

A principios de 1865, después de cuatro años de intensos combates que causaron entre seiscientos veinte mil y ochocientos mil muertos militares,[10]​ las fuerzas confederadas se rindieron. La guerra careció de final oficial: casi todas las fuerzas confederadas se habían visto obligadas a rendirse o se habían disuelto deliberadamente a fines de 1865, momento en el cual la disminución de la mano de obra y los recursos de la Confederación enfrentaban dificultades abrumadoras.[3]Jefferson Davis, el presidente de los Estados Confederados durante la guerra civil, lamentó que la Confederación hubiera «desaparecido».[11]

Historia

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Causas de la secesión

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El catalizador inmediato de la secesión fue la victoria del Partido Republicano y la elección de Abraham Lincoln como presidente en las elecciones de 1860. El historiador estadounidense de la Guerra Civil, James M. McPherson, sugirió que para los sureños, la característica más negativa de las victorias republicanas en las elecciones presidenciales y del Congreso de 1860 fue la magnitud de esas victorias: los republicanos capturaron más del 60 por ciento del voto del Norte y tres cuartos de sus delegaciones del Congreso. La prensa sureña dijo que tales republicanos representaban la porción antiesclavista del Norte, "un partido fundado en el sentimiento único... de odio a la esclavitud africana", y ahora el poder de control en los asuntos nacionales. El "Partido Republicano Negro" podría abrumar a los conservadores yanquis. El periódico The New Orleans Delta dijo de los republicanos: "de hecho, es esencialmente un partido revolucionario" para derrocar la esclavitud.[12]

Para 1860, los desacuerdos seccionales entre el Norte y el Sur se relacionaban principalmente con el mantenimiento o la expansión de la esclavitud en los Estados Unidos. El historiador Drew Gilpin Faust observó que "los líderes del movimiento de secesión en el Sur mencionaron la esclavitud como la razón más convincente para la independencia del sur".[13]​ Aunque la mayoría de los sureños blancos no poseían esclavos, la mayoría apoyaba la institución de la esclavitud y se beneficiaba indirectamente de la sociedad de esclavos. Para los yeomen en dificultades y los agricultores de subsistencia, la sociedad de esclavos proporcionó una gran clase de personas clasificadas más abajo en la escala social que ellas.[14]​ Diferencias secundarias relacionadas con temas de libertad de expresión, esclavos fugitivos, expansión a Cuba y derechos de los estados.

En el que más tarde vino a ser conocido como el «Discurso de la piedra angular», el vicepresidente de la Confederación Alexander Stephens declaró que la «piedra angular» del nuevo gobierno, y en el que se apoyaba, «era la gran verdad de que el negro no es igual al hombre blanco, esta esclavitud, subordinación a una raza superior, es su natural y normal condición. Nuestro nuevo gobierno es el primero, en la historia del mundo, basado sobre esta gran verdad física, filosófica y moral».[7]​ Cuatro de los estados separados, los estados del sur profundo, Carolina del Sur,[15]Misisipi,[16]Georgia,[17]​ y Texas,[18]​ hicieron declaraciones formales de sus motivaciones donde identificaron a la amenaza sobre los derechos de los poseedores de esclavos como la causa mayor de la secesión. Georgia, adicionalmente, denunció una política federal que favorecía los intereses económicos del norte frente a los del sur.

El vicepresidente de la Confederación, Alexander Stephens, declaró cómo la nueva Constitución eliminaba las tarifas y la cláusula de comercio (Commerce Clause, artículo de la Constitución que otorgaba la exclusividad al Gobierno federal de comerciar con Estados extranjeros), quitando, de este modo, poder al Congreso para regular cualquier aspecto comercial. Stephens creía que un nuevo país tendría una clara delimitación entre las responsabilidades federales y estatales, y llevó a una posición similar a esta a Carolina del Sur durante la «Crisis de la Anulación» (Nullification Crisis) donde mantenía que el Gobierno federal no debía pagar las construcciones e infraestructuras internas de los estados.

El presidente de los Estados Confederados, Jefferson Davis declaró en un mensaje al Congreso Confederado el 29 de abril de 1861 que los motivos de la secesión del Sur era tanto la esclavitud como la política de tarifas del país.[19]

Algunos líderes religiosos del sur enarbolaban en sus sermones las causas de la secesión. Benjamin M. Palmer (1818-1902), pastor de la principal Iglesia Presbiteriana de Nueva Orleans, exclamaba su apoyo a favor de la secesión en un sermón del Día de Acción de Gracias en 1860, argumentando que los sureños blancos tenían el derecho y la obligación de mantener la esclavitud en pro de una autoprotección económica y social. También, para actuar como «guardianes» de los «afectuosos y leales» aunque «desamparados» negros, para salvaguardar sus intereses económicos, y para actuar como defensores de la religión contra el «ateísmo» abolicionista.[20]​ Este sermón fue ampliamente difundido a través de los templos religiosos.

Estados secesionados

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Mapa político de los Estados Confederados de América.

En febrero de 1861 ya se habían separado siete estados:

Despu�s de que Lincoln llamara a tropas, cuatro estados m�s se secesionaron:

Dos estados m�s estaban controlados por gobiernos que apoyaban la Uni�n, pero existieron grupos a favor de la Confederaci�n que proclamaron la secesi�n. La Confederaci�n los admiti� como estados miembros aunque nunca fueron controlados por la misma. Estos dos estados fueron los siguientes:

  • Misuri: un grupo reclam� la escisi�n el 31 de octubre de 1861, pero esta no se realiz� de forma efectiva.[33][34]
  • Kentucky: tampoco lleg� a producirse una secesi�n efectiva, aunque un grupo no electo la proclam� el 20 de noviembre de 1861.[35][36]

Ambos estados permitieron la esclavitud y ten�an condados donde influenciaba ampliamente el pensamiento unionista y el confederado, incluso exist�an varios esclavistas que eran favorables a la Uni�n.

Alzamiento y ca�da de la Confederaci�n

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Bombardeo de Fort Sumter. Marca el estallido de la guerra civil.

La guerra civil estadounidense estall� en abril de 1861 con la batalla de Fort Sumter en Charleston, Carolina del Sur. Las tropas federales de los EE. UU. se hab�an retirado a Fort Sumter poco despu�s de que Carolina del Sur declarara su secesi�n. El presidente en funciones de la Uni�n, James Buchanan, hab�a intentado aprovisionar a las fuerzas de Sumter enviando el buque Estrella del Oeste, pero las fuerzas confederadas abrieron fuego sobre �l, consiguiendo al menos alejarlo de su destino. Cuando Abraham Lincoln lleg� a la presidencia tambi�n intent� procurar suministros a Sumter. Lincoln notific� al gobernador de Carolina del Sur, Francis W. Pickens, que �un intento de abastecer a Fort Sumter exclusivamente de provisiones ser� realizado, y si ese intento no encontrara resistencia, no se har� ning�n esfuerzo para abastecerlos de hombres, armas, o munici�n sin aviso previo, [excepto] en el caso de un ataque al fuerte�. En respuesta, el gabinete de la Confederaci�n decide en una reuni�n en Montgomery abrir fuego contra Fort Sumter en un intento de forzarlo a rendirse antes de que llegara la flota con relevos. El 12 de abril de 1861, las tropas confederadas, siguiendo �rdenes de Davis y su Secretar�a de Guerra, abrieron fuego sobre las tropas federales forzando la entrega del fuerte y ocup�ndolo.

Primera batalla de Bull Run.

Despu�s de la batalla de Fort Sumter, Lincoln inst� a los restantes estados de la Uni�n a que enviaran tropas para recuperar Sumter, adem�s de otros fuertes y establecimientos aduaneros en el sur y que los confederados hab�an reclamado, algunos de ellos por la fuerza.[37]​ Esta petici�n se realiz� antes de que el Congreso tuviera competencias acerca de esta materia y el requerimiento fue realizado por el Departamento de Guerra. Los voluntarios fueron llamados �nicamente para un periodo de tres meses.[37]​ La exigencia de tropas de Lincoln dio lugar a que cuatro estados m�s votaran su secesi�n, prefiriendo esto antes que aportar tropas a la Uni�n. Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte se separaron haciendo un total de once estados en la Confederaci�n. Una vez que Virginia se integrara a los Estados Confederados, la capital fue trasladada desde Montgomery (Alabama) a Richmond (Virginia). Si exceptuamos unas pocas batallas, todas las dem�s tuvieron lugar en territorio confederado. Alexander H. Stephens asegur� que la tentativa de Lincoln de reabastecer Sumter hab�a provocado la guerra.[38]

Kentucky fue un estado fronterizo durante la guerra y, durante un tiempo, tuvo dos gobiernos, uno que defend�a la causa de la Confederaci�n y otro que defend�a la de la Uni�n. El gobierno original permaneci� apoyando a la Uni�n, tras un corto per�odo en la neutralidad, pero una facci�n rival al gobierno de ese estado proclam� la integraci�n en los Estados Confederados de Am�rica. Pese a todo esto, los confederados no llegaron a controlar el estado de Kentucky de forma efectiva. Una situaci�n m�s compleja es la que acompa�a la secesi�n de Misuri, en cualquier caso, la Confederaci�n consideraba a Misuri miembro de los Estados Confederados pese a no controlar el territorio de dicho estado. De esta forma, el n�mero de estados confederados podr�an ser trece si contamos Kentucky y Misuri. Una versi�n de la bandera confederada posterior mostrar�a trece estrellas, reflejando la reclamaci�n sobre estos dos estados.

Batalla de Gettysburg. El punto �lgido de la guerra de secesi�n.

Los gobiernos de las cinco tribus del Territorio Indio, que se convertir�a en Oklahoma en 1907, apoyaron principalmente a los Confederados, suministrando tropas y un oficial general. Fue representado en el Congreso Confederado a partir de 1863 por Elias Cornelius Boudinot, por parte de los cheroquis, y Samuel Benton Callahn por parte de los pueblos seminolas y creek.

Rendici�n de un soldado confederado, de Julian Scott.

Los ciudadanos de Mesilla y Tucson en la parte sur del Territorio de Nuevo M�xico formaron una convenci�n para la secesi�n, votaron la integraci�n en la Confederaci�n el 16 de marzo de 1861 y designaron a Lewis Owings como nuevo gobernador territorial. En julio, Mesilla requiri� a las tropas confederadas a que se desplazaran de El Paso, Texas. Estas acudieron bajo el mando del teniente coronel John Baylor y su objetivo era ayudar a eliminar una divisi�n del ej�rcito de la Uni�n que, bajo las �rdenes del mayor Isaac Lynde, fueron emplazados muy cerca de ese lugar. Los confederados derrotaron a Linde en la batalla de Mesilla el 27 de julio. Tras la batalla, Baylor estableci� un gobierno territorial para el Territorio de Arizona controlado por los confederados y se nombr� a s� mismo gobernador. En 1862, fue lanzada una campa�a sobre Nuevo M�xico bajo las �rdenes del general Henry Hopkins Sibley para tomar la mitad norte de Nuevo M�xico. Aunque los confederados ocuparon brevemente la capital territorial de Santa Fe, fueron derrotados en el puerto de la Glorieta en marzo. Las tropas se retiraron y no volvieron a tomar Santa Fe.

Rendici�n en Appomattox.

Los estados esclavistas situados en el norte de la Confederaci�n (Misuri, Kentucky, Maryland, Delaware y Virginia Occidental) eran territorio en disputa, pero la Uni�n gan� su control antes de 1862. En 1861, la ley marcial fue declarada en Maryland (estado que limita con la capital de Estados Unidos, Washington, D. C., en la mayor�a de su per�metro) para bloquear cualquier tentativa de secesi�n. Delaware, tambi�n un estado esclavista, nunca consider� la secesi�n, tampoco Washington D. C. En 1861, el poder legislativo unionista de Wheeling, escindido de Virginia, reivindic� cuarenta y ocho condados de este estado, y se integr� en los Estados Unidos en 1863 como el estado de Virginia Occidental y con una Constituci�n que suprimi� de forma gradual la esclavitud.

Las tentativas de separaci�n de los Estados Confederados de Am�rica de algunos condados en el este de Tennessee fueron abortados de forma inmediata cuando la Confederaci�n declar� la ley marcial.[39][40]​ La rendici�n del ej�rcito de Virginia del Norte por el general Robert E. Lee en el Palacio de Justicia de Appomattox el 9 de abril de 1865, est� considerada, de forma general, el final de los Estados Confederados. El presidente Davis fue capturado en Irwinville (Condado de Irwin), Georgia, el 10 de mayo, y el resto de fuerzas confederadas se rindi� en junio de 1865. La �ltima bandera de la Confederaci�n fue arriada de Shenandoah el 6 de noviembre de 1865.

Gobierno y pol�tica

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Constituci�n

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Gabinete de Davis en 1861, Montgomery, Alabama.
El presidente de la Confederaci�n Jefferson Davis.

El an�lisis de la Constituci�n de los Estados Confederados revela mucho sobre las motivaciones para la escisi�n de la Uni�n. Aunque gran parte de ella fue copiada exactamente de la Constituci�n de los Estados Unidos, conten�a varias protecciones que de forma expl�cita garantizaban la permanencia de la esclavitud, aunque el comercio internacional de esclavos fue prohibido. Tambi�n reflej� una fuerte filosof�a sobre la preservaci�n de los derechos de los estados a gobernarse, acotando el poder del Gobierno central. Se prohibi� que el Gobierno confederado estableciera tarifas proteccionistas internas y que usaran los impuestos recaudados para financiar obras p�blicas. En contraposici�n del lenguaje secular de la Constituci�n de los Estados Unidos, la constituci�n confederada ped�a abiertamente la bendici�n de Dios, en ella se puede leer Invoking the favor of Almighty God (�Invocando el favor de Dios todopoderoso�).

Una postal patri�tica del sur.

La Constituci�n de los Estados Unidos no incluy� de forma espec�fica una disposici�n que permitiera a los estados separarse. Aunque el pre�mbulo dice que cada estado �act�a con su car�cter soberano e independiente�, tambi�n habla de la formaci�n de un �gobierno federal permanente�.

Los l�deres sure�os se reunieron en Montgomery, Alabama, para escribir su Constituci�n, que fue aprobada el 11 de marzo de 1861 y permaneci� con efecto hasta 1865. Establecieron que el presidente de los Estados Confederados de Am�rica deb�a ser elegido para un mandato de seis a�os, pero no pod�a presentarse a una reelecci�n (aunque el �nico presidente fue Jefferson Davis ya que la Confederaci�n fue derrotada antes de que terminara su mandato).

Un �nico poder era otorgado al presidente, la capacidad de ejercer el veto a leyes, si bien esta posibilidad tambi�n era compartida por algunos Gobernadores en sus estados. El Congreso Confederado pod�a derribar el veto, que pod�a ser a una ley en general o a algunos de sus art�culos, con una mayor�a de al menos dos tercios y a semejanza del Congreso de los Estados Unidos. Por otro lado, las aprobaciones de leyes no solicitadas de forma espec�fica por el poder ejecutivo requer�an para ser aprobadas por dos tercios de votos de ambas c�maras del Congreso (Senado y C�mara de Representantes).

La impresi�n de papel moneda y sellos fue autorizada y puesta en circulaci�n, aunque fue realizada por los estados de forma individual en nombre de la Confederaci�n. El Gobierno consider� realizar una emisi�n de monedas, pero la carencia de lingotes frustr� los planes al respecto.

L�deres pol�ticos

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Ejecutivo

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Cargo Nombre Periodo
Presidente Jefferson Davis 1861-1865
Vicepresidente Alexander Stephens 1861-1865
Secretario de Estado Robert Toombs 1861
Robert M.T. Hunter 1861-1862
Judah P. Benjamin 1862-1865
Secretario del Tesoro Christopher Memminger 1861-1864
George Trenholm 1864-1865
John H. Reagan 1865
Secretario de Guerra Leroy Pope Walker 1861
Judah P. Benjamin 1861-1862
George W. Randolph 1862
James Seddon 1862-1865
John C. Breckinridge 1865
Secretario de la Armada Stephen Mallory 1861-1865
Presidente postal John H. Reagan 1861-1865
Presidente del
Poder Judicial
Judah P. Benjamin 1861
Thomas Bragg 1861-1862
Thomas H. Watts 1862-1863
George Davis 1864-1865

Legislativo

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Congreso confederado provisional, en Montgomery, Alabama.

El poder legislativo de los Estados Confederados de Am�rica estaba centralizado con el Congreso. Al igual que el Congreso de los Estados Unidos, el Congreso Confederado constaba de dos c�maras: el Senado, que se compon�a por la elecci�n directa de cada legislativo estatal de dos senadores, y la C�mara de Representantes, que se compon�a por la elecci�n por sufragio por los residentes de cada uno de los estados.

Para afrontar su primer a�o de vida, el Congreso confederado se estableci� provisionalmente con un formato unicameral. La presidencia de la c�mara recay� sobre Howell Cobb Sr. del estado de Georgia, entre el 4 de febrero de 1861 y el 17 de febrero de 1862.

El Congreso Confederado tuvo la siguiente representaci�n de las tribus ind�genas de la regi�n:

Judicial

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El poder judicial de la Confederaci�n fue esbozado en la Constituci�n, pero como consecuencia de la guerra el Tribunal Supremo de los Estados Confederados nunca fue instituido. De forma general, los tribunales estatales y locales segu�an funcionando como lo hab�an hecho hasta el momento, simplemente realizaban un reconocimiento de los Estados Confederados de Am�rica como gobierno nacional, en lugar de reconocer a los Estados Unidos de Am�rica.[41]​ Algunos tribunales de distrito en la zona confederada, sin embargo, hac�an reconocimientos a los estados individuales. Esto ocurri� en tribunales en los estados de Carolina del Sur, Arkansas, Alabama, Florida, Georgia, Luisiana, Carolina del Norte, Tennessee, Tejas y Virginia, y posiblemente en alguno m�s. Al final de la guerra, los tribunales de distrito recuperaron la jurisprudencia de los EE. UU.[42]

Libertades civiles

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La Confederaci�n utiliz� de forma activa al ej�rcito para arrestar a las personas sospechosas de ser leales a los Estados Unidos de Am�rica. El historiador Mark Neely en sus investigaciones encontr� hasta 2700 nombres de personas que fueron arrestados y estim� que la lista completa era mucho m�s larga. La proporci�n de arrestados es similar al de los arrestados en territorio federal por ser sospechosos de colaborar con los confederados. Neely concluye:

Los ciudadanos confederados no fueron mucho m�s libres que los ciudadanos de la Uni�n, y quiz�s, no ten�an menos probabilidades de ser arrestados por las autoridades militares. De hecho, el ciudadano confederado pudo ser menos libre que sus contrapartes norte�as. Por ejemplo, la libertad de viajar dentro de los propios Estados Confederados fue limitada seriamente por el sistema de transporte dom�stico. (Nelly 11, 16)

Capital

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La capital de los Estados Confederados de Am�rica fue Montgomery (Alabama), a partir del 4 de febrero de 1861, y hasta el 29 de mayo de 1861. Richmond (Virginia), fue nombrada la nueva capital el 6 de mayo de 1861. Poco antes del final de la guerra, el gobierno confederado evacu� Richmond, con la intenci�n de volver a localizar la capital m�s hacia el sur. Pero estos planes no se llevaron a cabo, ya que Lee se rend�a en el Palacio de Justicia de Appomattox. Danville (Virginia) serv�a como ef�mera capital de los �ltimos d�as de la Confederaci�n, entre el 3 y el 10 de abril de 1865.

El Capitolio de Virginia sirvi� como edificio del Capitolio de los Estados Confederados.

Diplomacia internacional

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Una vez comenzada la guerra con los Estados Unidos, las posibilidades de supervivencia de la Confederaci�n pasaban por el apoyo e intervenci�n militar de Francia y el Reino Unido de Gran Breta�a e Irlanda.

Los Estados Unidos de Am�rica tuvieron esta posibilidad bastante clara, y manifestaron que el reconocimiento de la Confederaci�n significar�a entrar en guerra con ellos tambi�n. Tambi�n amenazaron respecto al abastecimiento del Reino Unido de alimentos a la Confederaci�n. Los confederados pensaban que el Reino Unido les apoyar�a para obtener algod�n, incluso utilizaban una frase hecha que pregonaban cuya traducci�n es �el algod�n es el rey�. M�s tarde se demostrar�a que estaban equivocados, pues los comerciantes brit�nicos en 1861 ten�an grandes almacenes de algod�n y tambi�n pod�an obtener m�s algod�n de los cultivos de India y Egipto, mientras que el suministro de alimentos en Gran Breta�a depend�a mucho m�s del trigo y cebada que eran importados de Estados Unidos.

Durante su existencia, el gobierno confederado envi� repetidas delegaciones a Europa, pero los historiadores no conceden a estos representantes el que consiguieran muchos logros diplom�ticos de importancia. James M. Mason fue enviado a Londres como ministro confederado ante la reina Victoria, y John Slidell a Par�s como ministro ante Napole�n III. Ambos pod�an tener reuniones privadas con los altos funcionarios brit�nicos y franceses, pero no consiguieron un reconocimiento oficial para la Confederaci�n, siendo que las grandes potencias europeas apenas admitieron como "parte beligerante" al bando confederado, rehusando suministrar armamento o iniciar relaciones econ�micas a gran escala.

Gran Breta�a y los Estados Unidos estuvieron a punto de entrar en guerra durante el asunto de Trent a finales de 1861. Un buque de guerra estadounidense apres� de forma ilegal a los delegados confederados Mason y Slidell que se encontraban en una nave brit�nica. El pr�ncipe Alberto, marido de la reina Victoria, ayud� a calmar la situaci�n, y Lincoln liber� a Mason y Slidell. As� que finalmente este suceso no fue de mucha ayuda para los intereses confederados.

Durante unos cuantos a�os y mientras transcurr�a la Guerra de Secesi�n, el secretario de Asuntos Exteriores Brit�nico Lord Russel y Napole�n III, y en menor medida el primer ministro Brit�nico Lord Palmerston, barajaron la posibilidad de otorgar el reconocimiento oficial de la Confederaci�n, o cuando menos ofrecer la posibilidad de ser mediadores en el conflicto. Pero se percataron que este reconocimiento significar�a muchas consecuencias graves y pocas ventajas. Supondr�a entrar en hostilidades con los Estados Unidos, perder toda posibilidad de comprar el grano que este exportaba, la p�rdida de los beneficios derivados de las exportaciones que hac�an a los EE. UU., la p�rdida de los enormes fondos de seguridad que ten�an en Estados Unidos, entrar en una posible guerra en Canad� y otras colonias en Norteam�rica, se perder�an muchas vidas, supondr�a una amenaza constante para la marina mercante brit�nica, adem�s de tener que subir los impuestos a sus ciudadanos para mantener estos posibles conflictos. Todo esto a cambio de la posibilidad de obtener mayor cantidad de algod�n, el cual adem�s podr�a conseguirse a menos costo en otros pa�ses. Muchos l�deres de partidos pol�ticos brit�nicos y la poblaci�n en general no deseaban una guerra con tan altos costes y tan escasos beneficios.

Las mayores posibilidades de que se produjera el reconocimiento oficial de la Confederaci�n por parte del Reino Unido se dieron tras la Segunda Batalla de Manassas, cuando el gobierno brit�nico se prepar� para mediar en el conflicto, pero la victoria de los federales en la batalla de Antietam y la proclamaci�n de emancipaci�n de Lincoln, junto con la oposici�n interna, caus� que el gobierno de Gran Breta�a se mantuviera apartado del conflicto; de hecho resultaba inviable un reconocimiento diplom�tico de la esclavista Confederaci�n en Europa cuando los brit�nicos y franceses hab�an abogado por la emancipaci�n de los esclavos negros durante tanto tiempo.

En noviembre de 1863, el diplom�tico confederado A. Dudley Mann se reuni� con el papa P�o IX, tras la cual la Confederaci�n recibi� una carta con el tratamiento �Al ilustre y honorable Jefferson Davis, presidente de los Estados Confederados de Am�rica�. Mann quiso interpretar en este encabezamiento de la misiva un �reconocimiento positivo de nuestro gobierno�, y asemejarlo a un reconocimiento de facto de los Estados Confederados de Am�rica. El secretario de Estado de los confederados, Judah P. Benjamin, sin embargo, interpreta esta carta como �un mero reconocimiento referencial, no relacionado con la cuesti�n pol�tica, ni con el establecimiento regular de relaciones diplom�ticas� y as� no se le atribuy� la importancia de un reconocimiento formal.[43]​ Por el tiempo que quedaba de guerra, los comisionados confederados continuaron reuni�ndose con el cardenal Antonelli, secretario de Estado de la Santa Sede. En 1864 el obispo cat�lico de Charleston Patrick N. Lynch viaj� a Roma con la autorizaci�n de Jefferson Davis para representar a la Confederaci�n, pero en Roma tampoco se emiti� alg�n reconocimiento oficial a la Confederaci�n, ni sus enviados fueron recibidos como diplom�ticos.

Ning�n pa�s design� oficialmente a diplom�ticos en la Confederaci�n, pero varios mantuvieron sus c�nsules en el sur que hab�an sido designados antes de que comenzaran las escisiones y la posterior guerra, como sucedi� especialmente en el activo puerto comercial de Nueva Orleans. En 1861, Ernst Raven solicit� su aprobaci�n como c�nsul en los Estados Confederados de Am�rica por el ducado de Sajonia-Coburgo-Gotha, pero �l era ciudadano de Texas y no hab�a evidencias de que los dirigentes de Sajonia supieran de la existencia de esta solicitud.

En 1863, el presidente Jefferson Davis expuls� a todos los c�nsules extranjeros (todos eran brit�nicos y franceses) por negarse a promocionar el combate contra los EE. UU, lo cual fue especialmente censurado por el emperador franc�s Napole�n III, quien rehus� seguir recibiendo enviados confederados siquiera a t�tulo de ciudadanos particulares. La mayor�a de las potencias europeas adoptaron una pol�tica de neutralidad, reuni�ndose de modo informal con los diplom�ticos confederados pero negando cualquier reconocimiento formal. Ning�n pa�s envi� nunca un embajador o una delegaci�n de funcionarios a Richmond; sin embargo, aplicaron los principios de derecho internacional para reconocer a la Uni�n y la Confederaci�n como bandos beligerantes en la guerra. Canad� permiti� que representantes de la Confederaci�n y de la Uni�n trabajaran libremente dentro de sus fronteras, y todos los Gobiernos de estados del Norte de M�xico negociaron acuerdos locales para cubrir las necesidades de comercio con la frontera de Texas, incluso Santiago Vidaurri, gobernador de Nuevo Le�n quer�a que los estados norte�os se unieran a la Confederaci�n, pero Jefferson Davis se neg�, pero sigui� intercambiando productos y armas. Del mismo modo las autoridades coloniales de Espa�a admitieron barcos de la Confederaci�n comerciando en la isla de Cuba y Puerto Rico, pero sin recibir enviados confederados de tipo diplom�tico en tales territorios.

El fracaso de los derechos de los estados para su autogobierno

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Bandera de la armada confederada. Debido a su popularidad, durante el siglo XX, se la asocia como la bandera de los Estados Confederados.

El historiador Frank Lawrence Owsley argument� que la Confederaci�n �muri� por la ambici�n de poderes pol�ticos de autonom�a de los diferentes estados�.[44][45]​ De acuerdo con Owsley, los poderes legislativos de los estados del Sur y sus Gobernadores, de fuertes convicciones, rechazaron ceder al Gobierno nacional los soldados y recursos necesarios para ganar la guerra porque tem�an que Richmond les usurpara a los distintos estados la capacidad de gobernarse.

El gobernador de Georgia, Joseph Brown sospechaba que Jefferson Davis era un conspirador con la intenci�n de eliminar poder y libertad de autonom�a a los estados que formaban la confederaci�n. Brown declar�: �casi cada acto que se hace para despojarnos de poder, est� concebido de mala fe, elaborado y afianzado en una sesi�n secreta�.[46]

Monumento confederado en Washington, Georgia.

En 1863 el gobernador de Texas, Pendleton Murrah, insist�a en que las tropas de Texas eran necesarias para su autodefensa, para protegerse de ataques de indios o de un posible intento de invasi�n por parte de la Uni�n. Rechaz�, por tanto, enviarlas al Este como les pidi� el gobierno confederado.[47]

Zebulon Vance, gobernador de Carolina del Norte, era notoriamente hostil a Davis y a sus exigencias. La oposici�n al reclutamiento en Carolina del Norte fue muy intensa y el resultado de tropas reclutadas fue desastroso. La fuerte creencia de Vance en los derechos pol�ticos de autogobierno de los estados lo condujo a ejercer una obstinada oposici�n al gobierno confederado.[48]

El vicepresidente Stephens se opuso p�blicamente al presidente Davis, declarando que cualquier forma de satisfacer sus exigencias solamente debilitar�a a la Confederaci�n, y �l por tanto no ten�a otra opci�n sino enfrentarse p�blicamente con la administraci�n confederada y con su presidente. Stephens acus� a Davis de permitir realizar �detenciones arbitrarias� y de eliminar la estructura estatal, y que esto le �confiri� m�s poder que el parlamento ingl�s hab�a otorgado a su rey�. Tambi�n agreg� que Davis intervino para eliminar las reuniones de paz en Carolina del Norte y �coloc� un bozal a algunos periodistas�, especialmente al peri�dico contrario a la guerra Raleigh Standard, con la intenci�n de controlar las elecciones de ese estado.

Haci�ndose eco de Patrick Henry cuando dijo �dame libertad o dame muerte�, Stephens alert� a los sure�os de que nunca deb�an ver la libertad como un derecho �subordinado a la independencia�, porque el grito de �independencia primero y libertad despu�s� terminar�a finalmente en una �desilusi�n fatal�. El historiador George Rable concluye que �para Stephens, la esencia del patriotismo, el coraz�n de la causa confederada, se sosten�a sobre un compromiso inflexible a la derecha tradicional. En su visi�n idealista de la pol�tica, las necesidades militares, el pragmatismo, y el compromiso no significaron nada�.[46]

La supervivencia de la Confederaci�n depend�a en gran medida de tener una fuerte base de civiles comprometidos y soldados empe�ados en la victoria. Los soldados se desenvolvieron bien, aunque se produjo un notable aumento de desertores en el �ltimo a�o de la guerra. Los civiles, aunque se mostraron muy entusiastas en 1861 y 1862, parec�an haber perdido la esperanza en el futuro de la naci�n antes de 1864, y a cambio se dedicaron a proteger sus propios hogares y comunidades. Como Rable explica, �como la confederaci�n se contrajo, los ciudadanos sensibilizados con la causa se limitaron fundamentalmente a sus propios estados y comunidades. Esta contracci�n de la visi�n civil represent� un retroceso en el libertarismo de los estados y una desilusi�n cada vez m�s extensa hacia el experimento confederado�.[46]

Relaciones con los Estados Unidos

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Durante los cuatro a�os de existencia, los Estados Confederados de Am�rica quisieron demostrar su independencia designando decenas de representantes diplom�ticos en el exterior. El Gobierno de los Estados Unidos de Am�rica, por el contrario, afirmaba que los estados del Sur eran solamente regiones que se hab�an declarado en rebeld�a y les negaba cualquier reconocimiento formal como pa�s. De esta forma, el secretario de Estado de los Estados Unidos, William H. Seward envi� instrucciones formales a Charles Francis Adams, nuevo Ministro Plenipotenciario en el Reino Unido:

No permita ninguna expresi�n severa o irrespetuosa, o incluso preocupada, referente a los estados escindidos, sus representantes, o su gente. Por el contrario, recuerde constantemente que esos estados son ahora, pues han sido siempre hasta ahora y, a pesar de su temporal autoenga�o, deber�n continuar siendo siempre, iguales y honrados miembros de la Uni�n Federal, y que sus ciudadanos a trav�s de todos los malentendidos y enajenaciones pol�ticas, siguen siendo y siempre seguir�n siendo nuestros parientes y compatriotas.[49]

Sin embargo, si los brit�nicos pareciesen inclinados a reconocer la Confederaci�n, o dudar en este respecto, deb�an ser advertidos de forma directa y expl�cita:

(Si Reino Unido) se inclinara a tolerar el reconocimiento de los llamados estados escindidos, o tuviera indicios de duda, no dejar� que supongan ni por un momento que pueden realizar este reconocimiento y seguir siendo aliados de los Estados Unidos. Puede incluso asegurarles de forma inmediata, en ese caso, si se determinan a realizar el reconocimiento, que se pueden preparar, de la misma forma, a entrar en alianza con los enemigos de nuestra rep�blica.[49]
Imagen sat�rica sobre los ej�rcitos unionista y confederado, sobre su inactividad en el r�o Potomac, entre el verano de 1861 y el invierno de 1862.

El Congreso Confederado respondi� a las hostilidades declarando formalmente la guerra a los Estados Unidos en mayo de 1861, llam�ndola �la Guerra entre los Estados Confederados de Am�rica y los Estados Unidos de Am�rica�. El gobierno de la Uni�n nunca declar� formalmente la guerra pero justific� su entrada en las batallas como actos de bloqueo y contenci�n de acciones de rebeli�n. Las negociaciones que se produjeron a mediados de la guerra se establecieron sin reconocimiento pol�tico formal, aunque s� se reconocieron relaciones militares.

Cuatro a�os despu�s de la guerra, en 1869, la Corte Suprema de los Estados Unidos declar� inconstitucional, y legalmente nulo, el decreto de secesi�n de Texas. La opini�n de la corte fue presentada por el presidente del tribunal Salmon P. Chase. Jefferson Davis, presidente de la ya extinta Confederaci�n, y Alexander Stephens, vicepresidente, apuntaron argumentos a favor de la legalidad de la secesi�n, de forma notable en la obra de Davis The Rise and Fall of the Confederate Government (El ascenso y ca�da del gobierno confederado).

Banderas confederadas

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La bandera oficial de los Estados Confederados de Am�rica, conocida como �Barras y estrellas�, tiene siete estrellas, una por cada uno de los siete estados que inicialmente formaron la Confederaci�n. Esta bandera en ocasiones y bajo condiciones de batalla era dif�cil de diferenciar de la bandera de la Uni�n, as� que la bandera de batalla confederada, la �Cruz sure�a�, se convirti� en la m�s usada en las operaciones militares. Dicha bandera es herencia de la bandera imperial espa�ola, al igual que las de Alabama y Florida. La �Cruz sure�a� tiene trece estrellas, a�adiendo cuatro por los estados que se a�adieron a la Confederaci�n despu�s de la batalla de Fort Sumter y otras dos por los estados en disputa de Kentucky y Misuri.

Como resultado de su difusi�n popular a lo largo del siglo XX, la �Cruz sure�a� es en la actualidad la bandera m�s habitualmente asociada con la Confederaci�n. La �Cruz sure�a� actual es una bandera con forma cuadrada, mientras que la bandera naval de la Confederaci�n (tambi�n usada por el Ej�rcito de Tennessee) ten�a una forma rectangular y una tonalidad m�s clara de azul. Los medios de comunicaci�n suelen representar una amalgama de ambas banderas, tomando la forma rectangular de la bandera naval y la tonalidad azul oscuro de la bandera de batalla �Cruz sure�a�.

Geograf�a

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Los Estados Confederados de Am�rica ten�an un total de 4698 km de costa. Los estados que la conformaban en su gran mayor�a ten�an salida al mar y pose�an costas con arenales. En el interior exist�an regiones monta�osas y en su extremo occidental desiertos. La zona baja del r�o Misisipi divid�a a la Confederaci�n en dos, a la mitad occidental frecuentemente se le llamaba Trans-Misisipi. El punto m�s alto (excluyendo los Territorios de Arizona y Nuevo M�xico) era el pico Guadalupe en Texas con 2667 metros.

Clima

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Gran parte de los Estados Confederados de Am�rica ten�an un clima subtropical h�medo con inviernos suaves y largos, con veranos h�medos y calurosos. El clima var�a de estepa semi�rida a clima des�rtico �rido al oeste, a los 96 grados de longitud, aproximadamente.

Los inviernos suaves junto a los veranos calurosos, propios del clima subtropical, provocaron que afloraran enfermedades infecciosas que acabaron con gran cantidad de soldados confederados.

Hidrograf�a

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Los r�os de la Confederaci�n eran, de forma general, navegables. Esto permit�a un transporte f�cil y barato de los productos agr�colas en tiempos de paz. Teniendo en cuenta la proximidad de las grandes plantaciones a los r�os y a los puertos mar�timos, el sistema ferroviario fue construido como un medio de locomoci�n complementaria.

Durante la guerra, la vasta geograf�a de la regi�n result� ser un problema para la log�stica de las tropas federales. Los soldados de la Uni�n usaban los cuarteles enemigos capturados para protegerse y las l�neas de ferrocarril de los territorios recuperados para el transporte. No obstante, la armada de la Uni�n aprovechaba los r�os navegables, los cuales empezaron a usar desde 1862, haciendo sus labores log�sticas m�s f�ciles y complicando de paso las de las tropas confederadas. Despu�s de la ca�da de Vicksburg en julio de 1863, se hizo imposible para las unidades Confederadas cruzar el Misisipi por estar constantemente patrullada por barcos federales armados con ca�ones. El Sur, por tanto, perdi� el control que ejerc�a sobre las regiones occidentales.

�reas rurales

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Los Estados Confederados de Am�rica comprend�an una zona mayoritariamente rural. Las poblaciones mayores de 1000 habitantes eran escasas y habitualmente los condados ten�an una poblaci�n menor a 500 personas. Las ciudades en territorio confederado eran muy escasas. Nueva Orleans era la �nica gran ciudad en el sur que se encontraba entre las diez m�s grandes de los Estados Unidos en el censo de 1860, y la Uni�n recuper� pronto su control, el 1 de mayo de 1862. Tan solo trece de las ciudades confederadas se encontraban entre las cien principales de los EE. UU. en el mencionado censo.[4]​ La mayor�a de estas ciudades sufrieron el bloqueo de la Uni�n en sus puertos y se resintieron sus actividades econ�micas.

La poblaci�n de Richmond, aument� muy significativamente su poblaci�n tras convertirse en capital confederada, llegando a una poblaci�n estimada de 128 000 habitantes en 1864.[50]​ Las ciudades m�s destacadas en poblaci�n del sur no estuvieron nunca bajo el control efectivo del gobierno confederado. Las mayores ciudades encuadradas en esta �rea eran Baltimore (Maryland), San Luis (Misuri), Louisville (Kentucky) y Washington D. C., ninguna de ellas bajo control confederado. Tampoco eran controladas de forma efectiva otras ciudades importantes como Wheeling (Virginia Occidental), y Alexandria (Virginia), ocupada por las tropas de la uni�n el 24 de mayo de 1861.[51]

Pos. Ciudad Estado Poblaci�n en 1860 Puesto en el
censo de 1860
Regreso al control
de los EE. UU.
1 Nueva Orleans Luisiana 168 675 6 1862
2 Charleston Carolina del Sur 40 522 22 1865
3 Richmond Virginia 37 910 25 1865
4 Mobile Alabama 29 258 27 1865
5 Memphis Tennessee 22 623 38 1862
6 Savannah Georgia 22.292 41 1864
7 Petersburg Virginia 18 266 50 1865
8 Nashville Tennessee 16 988 54 1862
9 Norfolk Virginia 14 620 61 1862
10 Augusta Georgia 12 493 77 1865
11 Columbus Georgia 9621 97 1865
12 Atlanta Georgia 9554 99 1864
13 Wilmington Carolina del Norte 9553 100 1865

Econom�a

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Billete de 100 d�lares confederados con fecha del 22 de diciembre de 1862.

La Confederaci�n ten�a una econom�a agraria que exportaba al mercado internacional, era un gran productor de algod�n y, en menor medida, tabaco y ca�a de az�car. La producci�n de alimentos era mayoritariamente de grano, cerdos, ganado y hortalizas. Los once estados produc�an 155 millones de d�lares en bienes manufacturados en 1860, principalmente derivados de la molida de grano en molinos locales, madera, tabaco procesado, bienes realizados con algod�n y productos destinados al sector naval como la trementina.

En el tiempo anterior a la guerra, la econom�a del sur depend�a en gran medida de las plantaciones de algod�n trabajadas por esclavos.
Tredegar Iron Works, f�brica sider�rgica ubicada en Richmond, la f�brica m�s grande del sur, cambi� la producci�n de locomotoras en 1860 para fabricar armas y municiones.

La Confederaci�n adopt� una baja tarifa proteccionista del 15 %, pero la impuso a todas las importaciones, incluyendo a los Estados Unidos.[52]​ Esta tarifa en la pr�ctica tuvo muy poca relevancia, los puertos confederados fueron bloqueados al tr�fico comercial por la Uni�n, y muy pocas personas pagaban dicha tasa teniendo en cuenta el contrabando desde los Estados Unidos. El gobierno recaud� alrededor de 3,5 millones de d�lares en ingresos aduaneros desde el comienzo de la guerra hasta 1864. La falta de ingresos provoc� que la Confederaci�n financiara los recursos para mantener la guerra mediante la emisi�n de dinero, esto dio lugar a una elevada inflaci�n.

Si bien los Estados Confederados ten�an un poder econ�mico tal que tomados en conjunto representaban el cuarto pa�s m�s rico del mundo,[53]​ en 1865, al final de la guerra, la econom�a sudista estaba devastada.

Las exportaciones de algod�n disminuyeron un 95 % debido al bloqueo de los puertos sudistas por la Uni�n en 1861 (lo que condujo a que este producto doblase su precio en Francia). El Sur tuvo que reestructurarse para consagrarse a la producci�n alimentaria y a la de municiones. La inflaci�n explot� durante la guerra y llev� a la quiebra a la mayor�a de los bancos.

Fuerzas armadas

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Ej�rcito

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Soldado confederado.
Robert E. Lee, el rostro del ej�rcito confederado.

Entre los dirigentes militares de la Confederaci�n se encontraban muchos veteranos del ej�rcito y de la marina de Estados Unidos que hab�an renunciado a sus cargos federales para ocupar cargos dirigentes en las fuerzas armadas de la Confederaci�n. Muchos de ellos hab�an participado en la Guerra M�xico-Estados Unidos (entre los que se encontraban Robert E. Lee y Jefferson Davis), mientras que otros, sin embargo, ten�an poca o ninguna experiencia militar (como Leonidas Polk, que hab�a asistido a la academia militar estadounidense de West Point, aunque no se lleg� a graduar). El cuerpo de oficiales confederado estaba compuesto en su mayor�a por hombres que no eran propietarios de esclavos, aunque exist�a una parte de estos oficiales que eran j�venes enviados por familias que si eran propietarias de esclavos. Los Confederados eran nombrados al grado de oficiales de campo y auxiliares a trav�s de elecciones de los alistados a filas. Aunque no se estableci� ninguna academia confederada en servicio, muchos colegios del Sur (como el de Citadel y el Instituto Militar de Virginia) adiestraban a los cadetes y se consideraban como campos de entrenamiento y academias de instrucci�n de l�deres militares. Una academia naval logr� establecerse en 1863, aunque no logr� graduar ning�n mando naval antes de la derrota confederada.

El grueso de las filas, y los rangos militares, de las fuerzas armadas de la Confederaci�n estaba compuesto por hombres blancos con un promedio de edad entre los 16 y 28 a�os. Miles de esclavos serv�an como obreros, cocineros, exploradores y otras funciones no relacionadas directamente con el combate. La confederaci�n adopt� el servicio militar obligatorio en 1862, aun as� las fuerzas armadas confederadas estaban muy mermadas por las bajas, de esta manera los militares sufrieron escasez cr�nica de efectivos.

Tras producirse inquietud y malestar en el ej�rcito, seguido de cierto grado de agitaci�n, el general Lee reclamaba m�s efectivos, y los esclavos fueron alistados en nuevas unidades en la primavera de 1865 con la promesa de la emancipaci�n. En realidad, cuando termin� la guerra, se encontraban todav�a en su fase de formaci�n, y no llegaron a entrar en batalla de forma efectiva.[54]

Armada

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Sello de la marina confederada.

La Armada de los Estados Confederados (CSN) fue la divisi�n naval de los Estados Confederados de Am�rica, creada por decreto del Congreso confederado el 21 de febrero de 1861. Fue responsable de las operaciones navales de los confederados durante la Guerra de Secesi�n. Las dos tareas principales de la Armada confederada durante la totalidad de su existencia fue la protecci�n de los puertos y costas de la invasi�n exterior, y la captura de buques de guerra de la Uni�n durante la guerra civil estadounidense.

La Marina confederada nunca lleg� a igualar en capacidades a la marina de la Uni�n y su grado de innovaci�n tecnol�gica, por ejemplo, acorazados, submarinos, torpederos y minas navales. Viendo la desigualdad de fuerzas, el 17 de abril de 1861, el presidente de los Estados Confederados Jefferson Davis puso a la venta patentes de corso y represalia concedidas bajo el sello de los Estados Confederados, contra los buques y los bienes de los Estados Unidos y sus ciudadanos. Los corsarios confederados acosaron a los buques mercantes de la Uni�n y se hundieron varios buques de guerra, aunque fueron incapaces de aliviar el bloqueo a los puertos del Sur y su econom�a.

L�deres militares

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A continuaci�n se muestra una tabla que muestra los militares de la Confederaci�n, junto a su estado de nacimiento y con el rango m�s alto que alcanzaron.

Nombre Estado
de nacimiento
Rango
Robert E. Lee Virginia General y comandante en jefe
Albert Sidney Johnston Kentucky General
Joseph E. Johnston Virginia General
Braxton Bragg Carolina del Norte General
P.G.T. Beauregard Luisiana General
Richard Stoddert Ewell Virginia Teniente general
Samuel Cooper Nueva York General, primer comandante en jefe
James Longstreet Carolina del Sur Teniente general
Thomas Jonathan Jackson
(apodado "Muro de piedra")
Virginia Teniente general
John Hunt Morgan Kentucky General de brigada
A. P. Hill Virginia Teniente general
John Bell Hood Texas Teniente general
Wade Hampton III Texas Teniente general
Nathan Bedford Forrest Tennessee Teniente general
John Singleton Mosby
(apodado "El fantasma gris de la Confederaci�n")
Virginia Coronel
J.E.B. Stuart Virginia General de divisi�n
Edward Porter Alexander Georgia General de brigada
Franklin Buchanan Maryland Almirante
Raphael Semmes Maryland Almirante
Josiah Tattnall Georgia Comodoro
Stand Watie Territorio Indio, en la actualidad Oklahoma General de brigada
(fue el �ltimo en rendirse)
Leonidas Polk Carolina del Norte Teniente general
Sterling Price Virginia General de divisi�n
Jubal Anderson Early Virginia Teniente general
Richard Taylor
(hijo del presidente de los EE. UU. Zachary Taylor)
Kentucky Teniente general
Lloyd J. Beall Carolina del Sur Coronel y comandante de marina
Stephen Ramseur Dodson Carolina del Norte General de divisi�n
Camille Armand Marie Jules
El Pr�ncipe de Polignac
Francia General de divisi�n
John Austin Wharton Tennessee General de divisi�n
Thomas L. Rosser Virginia General de divisi�n
Patrick Cleburne Irlanda General de divisi�n

Fechas significativas

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Estado Bandera Ordenanza de secesi�n Integraci�n en la Confederaci�n Bajo control de la Uni�n Reintegraci�n en la Uni�n
Carolina del Sur
20 de diciembre de 1860 8 de febrero de 1861 1865 9 de julio de 1868
Misisipi
9 de enero de 1861 8 de febrero de 1861 1863 23 de febrero de 1870
Florida
Bandera de Florida
10 de enero de 1861 8 de febrero de 1861 1865 25 de junio de 1868
Alabama
11 de enero de 1861 8 de febrero de 1861 1865 13 de julio de 1868
Georgia
19 de enero de 1861 8 de febrero de 1861 1865 1.� integraci�n, 21 de julio de 1868; 2.� integraci�n, 15 de julio de 1870
Luisiana
26 de enero de 1861 8 de febrero de 1861 1863 9 de julio de 1868
Texas
1 de febrero de 1861 2 de marzo de 1861 1865 30 de marzo de 1870
Virginia
17 de abril de 1861 7 de mayo de 1861 1865 (Virginia Occidental en 1861) 26 de enero de 1870
Arkansas
6 de mayo de 1861 18 de mayo de 1861 1864 22 de junio de 1868
Carolina del Norte
20 de mayo de 1861 21 de mayo de 1861 1865 4 de julio de 1868
Tennessee
8 de junio de 1861 2 de julio de 1861 1863 24 de julio de 1866
Misuri
31 de octubre de 1861 28 de noviembre de 1861 1861 Gobierno Pro-Uni�n no electo desde 1861
Kentucky (Convenci�n de Russellville)
20 de noviembre de 1861 10 de diciembre de 1861 1861 Gobierno Pro Uni�n desde 1861
Arizona (Gobierno de La Mesilla)
6 de marzo de 1861 14 de febrero de 1862 1862 Se convierte en estado en 1912

V�ase tambi�n

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Referencias

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Notas

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  1. Aunque de iure los Estados Confederados de América no usaban ningún himno oficialmente, de facto se usaron otros himnos, tales como God Save the South, The Bonnie Blue Flag, Dixie (popular), etc.
  2. «RAE "sudista"». 
  3. a b «Article Search (U.S. National Park Service)». www.nps.gov (en inglés). Consultado el 11 de agosto de 2019. 
  4. a b «Censo de 1860 (inglés)». Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  5. «Internet History Sourcebooks». sourcebooks.fordham.edu. Consultado el 11 de agosto de 2019. 
  6. «Confederate States of America | History, Facts, & Flag». Encyclopedia Britannica (en inglés). Consultado el 11 de agosto de 2019. 
  7. a b «Discurso de la «Piedra Angular» de Alexander Stephens (inglés)». Archivado desde el original el 17 de noviembre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  8. «Office of the Historian - Milestones - 1861-1865 - Preventing Diplomatic Recognition of the Confederacy». web.archive.org. 28 de agosto de 2013. Archivado desde el original el 28 de agosto de 2013. Consultado el 11 de agosto de 2019.  |archiveurl= y |urlarchivo= redundantes (ayuda); |archivedate= y |fechaarchivo= redundantes (ayuda); |urlmuerta= y |deadurl= redundantes (ayuda)
  9. McPherson, James M. (29 de enero de 2007). This Mighty Scourge: Perspectives on the Civil War (en inglés). Oxford University Press. ISBN 9780198042761. Consultado el 11 de agosto de 2019. 
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  12. McPherson. pp. 232–233.
  13. Drew Gilpin Faust (1988). The Creation of Confederate Nationalism: Ideology and Identity in the Civil War South. Baton Rouge: Louisiana State University Press.
  14. Murrin, John (2001). Liberty, Equality, Power. p. 1000.
  15. «La Declaración de las causas directas que inducen y justifican la secesión de Carolina del Sur de la Unión Federal (inglés)». Archivado desde el original el 26 de noviembre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007.  |archiveurl= y |urlarchivo= redundantes (ayuda); |archivedate= y |fechaarchivo= redundantes (ayuda)
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  19. Burke, Edmund (1862). Annual Register (en inglés). Consultado el 11 de agosto de 2019. 
  20. ««Sermón del Día de acción de gracias» de Benjamin Palmer (inglés)». Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2006. Consultado el 12 de noviembre de 2007. 
  21. «Ordenanza de secesión de Carolina del Sur (inglés)». Archivado desde el original el 12 de octubre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  22. «Ordenanza de secesión de Misisipi (inglés)». Archivado desde el original el 12 de octubre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  23. «Ordenanza de secesión de Florida (inglés)». Archivado desde el original el 12 de octubre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
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  31. «Ordenanza de secesión de Tennessee (inglés)». Archivado desde el original el 12 de octubre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  32. El poder legislativo de Tennessee ratificó el acuerdo de entrada en el ejército de los Estados Confederados el 7 de mayo de 1861. Los votantes de Tennessee aprobaron dicho acuerdo el 8 de junio de 1861.
  33. «Ordenanza de secesión de Misuri (inglés)». Archivado desde el original el 12 de octubre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  34. Los políticos pro Confederación trataron de reunirse en Neosho (Misuri) y entonces sacar fuera de la Unión al estado de forma íntegra.
  35. «Ordenanza de secesión de Kentucky (inglés)». Archivado desde el original el 12 de octubre de 2007. Consultado el 13 de noviembre de 2007. 
  36. Convención de Russellville (inglés).
  37. a b «Llamamiento de Lincoln (inglés)». Consultado el 13 de noviembre de 2007.  Proclamación de Lincoln instando a las tropas a los restantes estados de la Unión (al final de la página) y detalles del Departamento de Guerra a los Estados Unidos (al principio de la página).
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Bibliografía

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General

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Historia económica y social

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Historia pol�tica

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Enlaces externos

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