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Nevo melanocítico

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Nevo melanocítico
Especialidad Oncolog�a, Dermatolog�a
Sin�nimos
  • Nevo celular
  • Nevo mel�nico
  • Nevo melanocitario
  • Nevo melanoc�tico
  • Nevo melan�tico
  • Nevo nevocelular
  • Nevo nevoc�tico
  • Nevo pigmentado
  • Nevus melanocitario

Un nevo melanoc�tico[1]​ (coloquialmente, lunar, debido a que antiguamente se atribu�a su aparici�n al influjo de la Luna) es una peque�a mancha pigmentada adquirida, de bordes definidos, constituida por ac�mulos de c�lulas n�vicas cargadas de melanina. Pueden localizarse en cualquier profundidad de la piel (epidermis, dermis o, con menos frecuencia, en el tejido subcut�neo) y en cualquier zona del cuerpo.

Epidemiolog�a

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Se trata de uno de los tumores benignos de tipo adquirido m�s frecuentes en las personas blancas (v�ase cauc�sico). Un adulto posee en promedio unos 20 nevos.[2]​ En personas negras o en individuos con una carga de melanina grande, son menos frecuentes porque no se ven (fototipos oscuros).

Cuadro cl�nico

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Nevo melanoc�tico intrad�rmico (imagen dermatosc�pica)

Aparecen en los primeros a�os de vida y pueden ser cong�nitos o adquiridos seg�n est�n o no presentes en el momento de nacer. Su m�xima expresi�n se alcanza en la madurez, involucionando o desapareciendo en su mayor parte a partir de la sexta d�cada de la vida (con excepci�n de la variante d�rmica). Son asintom�ticos y la presencia de alg�n s�ntoma (picor, dolor, enrojecimiento, etc�tera) debe ser valorada por el riesgo de malignizaci�n.[cita requerida]

Prevenci�n

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Todos los seres humanos poseen lunares, incluso en las poblaciones de tez muy oscura (aunque en �stas son menos evidentes al no estar contrastados con el fondo d�rmico). El lunar puede calificarse como un tumor benigno y por ende usualmente cursa sin ocasionar ning�n problema (excepto algunos de tipo est�tico). El color t�pico de un lunar es el marr�n, cuando los colores difieren (rojo, azul, etc.) se est� tratando ya de los m�s problem�ticos nevos.[�cu�l?]

Tratamiento

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Se recomienda la extirpaci�n de los lunares en las siguientes circunstancias:

  • Cuando est�n ubicados en zonas sujetas a frecuente rozamiento, presiones o golpes, o muy expuestas a la radiaci�n ultravioleta (por ejemplo, a la luz solar directa).
  • Cuando sus dimensiones son demasiado grandes (se considera que son demasiado grandes cuando su di�metro supera los 6 mm).
  • Cuando los contornos son irregulares o son asim�tricos.
  • Cuando un lunar com�n (marr�n) cambia de color o de otro aspecto.
  • Cuando un lunar com�n est� rodeado de una aureola rojiza o cuando sangra.
  • Cuando pican o duelen persistentemente.
  • Cuando crecen con el paso del tiempo.
  • Cuando tienen un color muy caracter�stico o diferente del habitual.

Se recomienda a las personas que poseen gran cantidad de lunares tener particulares precauciones ante las radiaciones ultravioletas (por ejemplo, ante la luz solar).

Por otro lado, existe la posibilidad de controlar estas peque�as formaciones cut�neas que se desarrollan a partir de los melanocitos, ya sea porque suponen un riesgo para la salud o por motivos est�ticos. Entre las t�cnicas destinadas a este fin, se encuentran:

Tipos

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Se diferencian (seg�n su localizaci�n) en:

En la cultura

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Retrato de una persona joven con lunar benigno de bordes regulares en la mejilla izquierda

Los nevos melanoc�ticos no fueron vistos como rasgos atractivos durante la mayor parte de la historia. En cambio, se pensaba que la mayor�a de los lunares eran crecimientos horribles que afectaban principalmente a la barbilla, las mejillas y la nariz de brujas, ranas y criaturas mitol�gicas.[3]

En Europa los lunares fueron utilizados como estrategia de coqueteo tanto por hombres como por mujeres. Algunas explicaciones dicen que el furor por los lunares se explicar�a por los da�os que caus� la viruela a finales del siglo XVII. Esta enfermedad dejaba marcas por todo el cuerpo y se hac�a uso de peque�os parches de terciopelo que cubr�an las cicatrices.[4]

Desde que esta enfermedad fue erradicada gracias a la invenci�n de las vacunas en el siglo XVIII, los lunares postizos s�lo se han utilizado con fines est�ticos. Una vez amainada la moda de los lunares, estos parches s�lo fueron utilizados por las prostitutas del siglo XIX para cubrir sus imperfecciones derivadas de enfermedades ven�reas.[5]

En la d�cada de 1950, Hollywood revivi� la moda del lunar, aunque esta vez pintado sobre la piel. Esta tendencia reaviv� el inter�s de la gente por estas marcas como s�mbolo de belleza f�sica, especialmente si eran de nacimiento.[6]

V�ase tambi�n

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Referencias

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  1. Real Academia Nacional de Medicina. «nevo melanocítico». dtme.ranm.es. Consultado el 17 de febrero de 2023. 
  2. Fitzpatrick TB, Johnson RA. Atlas de dermatología clínica (2ª ed.). Madrid: Mc Graw-Hill. Interamericana; 1994. p. 150. ISBN 968-25-2046-0
  3. «Brujas, de diosas a viejas con verrugas.». El Tiempo. 30 de julio de 2010. Consultado el 23 de agosto de 2023. 
  4. «Siglos de coquetería.». La Vanguardia. 24 de agosto de 2012. Consultado el 23 de agosto de 2023. 
  5. «La seducción de los lunares postizos». Blog Dsigno. 22 de mayo de 2009. Consultado el 23 de agosto de 2023. 
  6. «Cindy Crawford, la historia de su icónico lunar (que estuvo muy cerca de quitárselo)». Elle Esapaña. 8 de abril de 2020. Consultado el 23 de agosto de 2023.