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Ramón María del Valle-Inclán

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Ram�n Mar�a del Valle-Incl�n

Fotografiado por Audouard hacia 1911

Director de la Academia Espa�ola de Bellas Artes de Roma
28 de octubre de 1933-5 de enero de 1936[nota 1]
Predecesor Miguel Blay
Sucesor Emilio Moya Lled�

Conservador General del Tesoro Art�stico Nacional[nota 2]
2 de septiembre de 1931-junio de 1932[nota 3]

Informaci�n personal
Nombre de nacimiento Ram�n Jos� Sim�n Valle Pe�a
Nacimiento 28 de octubre de 1866
Villanueva de Arosa, Pontevedra
Fallecimiento 5 de enero de 1936 (69 a�os)
Santiago de Compostela, La Coru�a
Causa de muerte C�ncer de vejiga Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio de Boisaca
Nacionalidad Espa�ola
Lengua materna castellano y gallego
Familia
Padre Ram�n del Valle Ver y modificar los datos en Wikidata
C�nyuge Josefa Mar�a �ngela Blanco Tejerina[1]
Hijos
seis
1. Mar�a de la Concepci�n (1908)
2. Joaqu�n Mar�a Baltasar (1914-1914)
3. Carlos Luis Baltasar (1917-2006)
4. Mar�a de la Encarnaci�n Beatriz Baltasar Mariqui�a (1919-2003)
5. Jaime Baltasar Clemente (1922-1985)
6. Ana Mar�a Antonia Baltasar (1924)
Educaci�n
Educado en Universidad de Santiago de Compostela Ver y modificar los datos en Wikidata
Informaci�n profesional
Ocupaci�n Escritor
Movimiento Modernismo
Generaci�n del 98
Lengua literaria castellano
G�neros Teatro, novela y poes�a
Obras notables Divinas palabras
Luces de bohemia
Tirano Banderas
Partido pol�tico Comuni�n Tradicionalista
Miembro de Sociedad de Amigos de Portugal Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones Finalista del premio Fastenrath (1931) [Premio desierto]
Firma

Ramón María del Valle-Inclán[nota 4]​ (Villanueva de Arosa, Pontevedra, 28 de octubre de 1866 - Santiago de Compostela, La Coruña, 5 de enero de 1936) fue un dramaturgo, poeta y novelista español, que formó parte de la corriente literaria del modernismo. Se le considera uno de los autores clave de la literatura española del siglo XX.

Novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista y periodista. Destacó en todos los géneros que cultivó y fue un modernista de primera hora que satirizó amargamente la sociedad española de su época. Estudió Derecho en Santiago de Compostela, pero interrumpió sus estudios para viajar a México, donde trabajó de periodista en El Correo Español y El Universal. A su regreso a Madrid llevó una vida literaria, adoptando una imagen que parece encarnar algunos de sus personajes. Actor de sí mismo, profesó un auténtico culto a la literatura, por la que sacrificó todo, llevando una vida bohemia de la que corrieron muchas anécdotas. Perdió un brazo durante una pelea. En 1916 visitó el frente francés de la I Guerra Mundial, y en 1922 volvió a viajar a México.

Biografía

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La biografía de Valle-Inclán ha despertado el interés de diversos biógrafos, además de investigadores o críticos literarios; también de escritores y literatos, como Ramón Gómez de la Serna, Melchor Fernández Almagro, Francisco Umbral o Manuel Alberca.

Pseudónimo

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Respecto a su nombre público y literario, Ramón del Valle-Inclán es el que aparece en la mayoría de las publicaciones de sus obras, así como en los nombramientos y ceses de los cargos administrativos institucionales que tuvo en su vida. El nombre «Ramón José Simón Valle Peña» solo aparece en los documentos de la partida de bautismo y del acta de matrimonio. Como Ramón del Valle de la Peña solo firma en las primeras colaboraciones que realiza en su tiempo de estudiante universitario en Santiago de Compostela para Café con gotas. Semanario satírico ilustrado.

Con el nombre de Ramón María del Valle-Inclán se le encuentra en algunas ediciones de ciertas obras de su época modernista,[nota 5]​ así como en un texto igualmente de su época modernista, que responde a una particular «autobiografía».[nota 6]​ No solo él mismo toma a veces este nombre durante esta época literaria, sino que también Rubén Darío igualmente así le declama en la «Balada laudatoria que envía al Autor el Alto Poeta Rubén» (1912).[nota 7]

Por otra parte, tanto en la firma ológrafa que aparece en todos sus textos manuscritos, como en el membrete del papel timbrado que utiliza, solo indica «Valle-Inclán», a secas.

Nacimiento

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Valle-Inclán nació en una vieja casa llamada «El Cantillo», situada en la calle de San Mauro, en la localidad pontevedresa de Villanueva de Arosa, al borde de la ría y frente a la isla de Arosa, pueblo de pescadores y campesinos. Su abuelo paterno fue Carlos Luis del Valle-Inclán Malvido, un oficial del ejército de ideas liberales que sufrió cárcel y huyó a Portugal en los años 20 (su abuelo inspirará el personaje de don Juan Manuel Montenegro).[2][3]​Los padres de Valle-Inclán fueron el marinero, y escritor (periodista y poeta) por gusto, Ramón del Valle Bermúdez de Castro (1823-1890); y Dolores de la Peña y Montenegro; ambos de ascendencia hidalga, poseedores de casas solariegas, pero venidos a menos.[4]

Su padre mantuvo la adscripción liberal de su padre, Carlos Luis, estando en sintonía con el liberalismo progresista de Montero Ríos y el regionalismo, en su vertiente liberal, de su amigo Manuel Murguía —esposo de Rosalía de Castro.[2]

Ramón fue bautizado tres días después de su nacimiento en la iglesia de San Cibrán de Cálago con tres nombres: Ramón José Simón con los apellidos Valle y Peña. Tomó su nombre artístico del apellido de uno de sus antepasados paternos, Francisco del Valle-Inclán (1736-1804).[5]​ El nombre de Ramón se le puso en honor a su padre, el de José por ser el patrono de la madrina y abuela materna del bautizado y Sim�n por ser el santo del d�a en el que naci�. Dos poblaciones se disputan su nacimiento, Villanueva de Arosa y Puebla del Carami�al. �l afirmaba que naci� en un barco que hac�a la traves�a entre ambas por la r�a.[6]​ La disputa nace de la temporada que pas� su madre (Dolores de la Pe�a) en agosto en Puebla del Carami�al, con motivo de las preparaciones previas del parto. Esta estancia de la madre confundi� a algunos bi�grafos.[7]

Formaci�n y comienzos literarios

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La fortuna familiar heredada por el padre fue dilapid�ndose poco a poco, y esto oblig� a la familia a llevar una vida m�s modesta, no solo modesta, sino algo dif�cil, pero gracias a esto Ram�n lleg� a conocer la literatura en grande. Es muy posible que Valle-Incl�n y sus hermanos fueran criados como se�oritos de pueblo y para el pueblo.[8]​ Dispuso en su infancia de la buena biblioteca paterna y se le asign� como preceptor un cl�rigo de la Puebla del De�n (de apodo bichuquino y nombre Carlos P�rez Noal) con el que estudi� gram�tica latina.

Seg�n su hijo Carlos del Valle-Incl�n Blanco, el carlismo de su padre tuvo como punto de partida las historias de los voluntarios de don Carlos que siendo rapaz escuchaba contar a criados y vecinos, adem�s de las noticias que oyera en casa durante su ni�ez que transcurri� mientras se libraba la Tercera Guerra Carlista. Pese al marchamo liberal de su familia, el escritor fue testigo del ocaso de la sociedad tradicional de hidalgos galaicos y nobleza titulada de pazo o casa solariega en su infancia.[9]

A la edad de nueve a�os acomete su ingreso en el Instituto de Segunda Ense�anza primero en Santiago y posteriormente en un Instituto de Pontevedra hasta 1885. Durante este periodo el bachillerato fue ejecutado sin el menor inter�s por su parte.[7]​ En ese tiempo ejerci� una gran influencia sobre �l Jes�s Muru�is, siendo decisivo en su formaci�n literaria posterior.[nota 8]​ Ley� a Cervantes, a Quevedo y al vizconde de Chateaubriand, as� como obras militares y sobre historia gallega. El 29 de abril de 1885 acaba sus estudios de bachillerato, tiene diecinueve a�os. Toda la familia se hab�a trasladado unos a�os antes a la capital de la provincia donde el padre hab�a conseguido que lo nombraran secretario del Gobierno Civil.

En septiembre de 1885, sin convicciones y siguiendo la imposici�n directa de su padre, comenz� a estudiar Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela con resultados igualmente irregulares. Valle-Incl�n no tiene preferencia por ninguna carrera si�ndole todas iguales. Desde los primeros instantes universitarios solicit� examinarse por libre de algunas asignaturas. Disponiendo de poco dinero, impart�a clases particulares de lat�n y frecuentaba m�s los caf�s que las aulas, siendo tambi�n asiduo de la biblioteca de la universidad. Pudo v�rsele por el Ateneo Compostelano y frecuentando los espacios literarios. En esos a�os trab� amistad con aquellos que m�s tarde llegar�an a ser figuras relevantes del mundo de la cultura y de la pol�tica gallega[nota 9]​Tambi�n trab� amistad con el florentino Attilio Pontanari del que aprender�a esgrima y nociones de italiano. En el a�o 1888 se matricul� en Dibujo y adorno de figura en la Escuela de Artes y Oficios. Valle-Incl�n se hizo pronto uno de los estudiantes m�s populares de la Universidad.

En esta �poca publica sus primeros trabajos literarios en la revista Caf� con gotas de Santiago de Compostela,[10][nota 10]​ y en 1889 su cuento �A media noche�, en la barcelonesa La Ilustraci�n Ib�rica; participando activamente, junto a su hermano Carlos, en la vida period�stica de la ciudad. La visita de Jos� Zorrilla a Santiago de Compostela para dar una conferencia en la universidad a la que asiste Valle-Incl�n, le produce una honda impresi�n, quedando seducido por la figura del escritor consagrado. Es en estos a�os en los que comenz� a arraigar en �l su vocaci�n literaria.[nota 11]

Durante su etapa universitaria se revelan por primera vez sus simpat�as hacia el tradicionalismo participando en los actos de la Juventud Cat�lica y a trav�s de la amistad que trab� con numerosas personalidades, entre las que destacan Alfredo Bra�as, regionalista gallego en su vertiente tradicionalista y que acabar� militando en la causa carlista en sus �ltimos a�os; y un joven V�zquez de Mella, estudiante en Santiago de Compostela, que m�s tarde se convertir�a en uno de los m�s importantes figuras del carlismo.[11]

El 14 de octubre de 1890, con la muerte de su padre en Villanueva, y con la edad de veinticuatro a�os es liberado del compromiso paterno, abandon� la carrera de Derecho por la que no sinti� ning�n inter�s, y regres� a Pontevedra. Lleva ya cinco a�os en la universidad compostelana y no ha pasado del tercer a�o de la carrera de Derecho. Piensa en ir a Madrid y comenzar en esa ciudad una nueva vida. La herencia del padre no ha sido de mucha cuant�a y no le da para vivir.

Primera estancia en Madrid

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Tras una hipot�tica estancia en Italia a�n por documentar,[nota 12][nota 13]​viaja a Madrid a finales de 1890. La situaci�n pol�tica de Espa�a es mala y en lugares p�blicos madrile�os se vocifera, se exponen ideas contrapuestas y se solicitan soluciones. La primera estancia en Madrid supone dos a�os en la vida de Valle-Incl�n. En Madrid frecuenta los abundantes caf�s de la Puerta del Sol, lugar de tertulia habitual, en ellas participa de forma expresiva y se hace conocer (resulta gracioso con su acento y su particular ceceo). Es irreductible en sus opiniones. En estas primeras visitas a los caf�s va configurando su personalidad, su mundo, que acabar�a haci�ndolo famoso en las sociedades y tertulias de Madrid.

Colabora en diarios como El Globo, dirigido por su amigo e importante mentor Alfredo Vicenti, quien publica algunos de sus art�culos y cuentos, y La Ilustraci�n Ib�rica, y dedica gran parte de su tiempo libre a asistir a representaciones del g�nero chico. No es todav�a considerado p�blicamente un escritor, las colaboraciones period�sticas que hace son para ganar algo de dinero, considerando poco af�n por el oficio period�stico. La asistencia a pe�as y tertulias de la �poca empieza a establecerse, se hace famoso en ellas por su ingenio. A pesar de sus esfuerzos abandona la capital sin lograr un sustento estable, la decisi�n parece ser tomada de forma inmediata.

Primer viaje transatl�ntico: M�xico

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En 1892 tras una breve estancia en Pontevedra, Valle-Incl�n se embarca el 12 de marzo en su primer viaje a Am�rica, concretamente a M�xico. Los peri�dicos gallegos anuncian un viaje motivado por ser elegido para la direcci�n de un peri�dico.[12]​ El trasatl�ntico franc�s en el que realiza el viaje, que se denomina Le Havre, desembarca en Veracruz el 8 de abril y pocos d�as despu�s ya se encontraba alojado en la capital de M�xico. Durante su estancia mexicana escribi� para los peri�dicos: El Correo Espa�ol, El Universal (su serie de art�culos denominada cartas galicianas) y El veracruzano Independiente. Su labor pasa por ser mero traductor al castellano de textos italianos y franceses, a pesar de que posee ligeros conocimientos sobre ambos idiomas. Pasa en tierras mexicanas un periodo algo menor de un a�o, repartido entre las ciudades de Veracruz y Ciudad de M�xico. Durante esa �poca se encontraba Porfirio D�az como presidente de M�xico, su poder le impone una severa censura. La vida a partir de ahora en tierras americanas ser� una aventura para Valle-Incl�n, la situaci�n pol�tica mexicana lo excita y ello lo lleva a protagonizar ciertos incidentes.

Parece ser que su estancia en tierras americanas no estuvo exenta de problemas, ya que existen datos de que particip� en un amago de duelo con el redactor de El Tiempo, y en una sonada pelea en Veracruz. De este primer viaje a M�xico Ram�n obtiene las primeras experiencias como escritor. Durante esta �poca conoce a S�stenes Rocha, que le desvela los secretos de la pol�tica mexicana, S�stenes es un personaje que resume la situaci�n mexicana de la �poca. De esta primera estancia en M�xico, Valle-Incl�n presiente su destino como escritor, empezar� los relatos que posteriormente se agrupar�n en Femeninas. Finalmente abandona M�xico agotando su estancia de poco menos de un a�o. De las tierras mexicanas pasa a Cuba donde pasa una estancia de varias semanas, permanece algunos d�as en el hoy demolido Ingenio (azucarero) Santa Gertrudis, en la provincia de Matanzas hospedado en casa de unos amigos: familia Gonz�lez de Mendoza, propietarios por ese entonces de dicho ingenio.[13]​ En primavera de 1893 se encuentra de nuevo en Espa�a, donde se aloja en Pontevedra. Su aspecto f�sico est� transformado, lleva barba y melenas. Valle volver�a a tierras mexicanas en un segundo viaje en 1921.

De vuelta a Espa�a

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De regreso a Espa�a, en 1893, se instal� en Pontevedra, lugar elegido por �l con objeto de aliviar su nostalgia. Es en este lugar donde trab� amistad con Jes�s Muru�is, bibli�grafo y profesor de lat�n en el instituto de la ciudad, en cuya biblioteca pudo leer a los m�s importantes autores europeos de la �poca (Biblioteca Muruais: obras francesas e inglesas de literatura y arte del siglo XIX). Es Valle-Incl�n un joven escritor reci�n llegado de Am�rica, atendiendo a una imagen de dandi, aparece frecuentemente en el Caf� Moderno de Pontevedra y exhibe su dial�ctica peculiar que luego lo har�a famoso. Es durante esta �poca cuando el poeta italiano Gabriele D'Annunzio ejerce una fuerte influencia sobre �l y de �l toma la f�rmula del decadentismo europeo. Valle-Incl�n conoce tambi�n durante esta �poca pontevedresa al poeta franc�s Ren� Ghil. Durante su estancia en Pontevedra, que se prolongar�a hasta 1895 (cerca de tres a�os), public� su primer libro, la colecci�n de relatos de tema amoroso en 1894 titulado Femeninas (Seis historias amorosas). Esta primera obra aparece a la luz con el apoyo del amigo de su padre Manuel Murgu�a. Valle-Incl�n ya se siente escritor, ya sabe a partir de este instante la dedicaci�n futura de su vida.

Es en esta �poca cuando Valle-Incl�n comienza a cultivar su particular indumentaria: capa (al principio un poncho mexicano), chalina, sombrero, polainas blancas,[nota 14]​ y sobre todo, sus largas y caracter�sticas barbas, las �barbas de chivo� de que habla Rub�n Dar�o en un poema dedicado al autor. Colabora desde Pontevedra en la revista Blanco y Negro. Es en esta etapa pontevedresa en la que ya figura con su nombre Ram�n de Valle Incl�n, as� se nombra a s� mismo en la portada de su primer libro. Concluida esta etapa, poco le queda hacer en provincias, se dirige a Madrid en lo que ser� su segundo viaje a la capital.

Segunda etapa en Madrid: las tertulias

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Caricaturizado en Madrid C�mico (1897) por Cilla

En el a�o 1895 volvi� a instalarse por segunda vez en Madrid, esta vez como funcionario del Estado, en el Ministerio de Instrucci�n P�blica y Bellas Artes, cobrando 2000 pesetas al a�o, un a�o antes de tener otro nuevo duelo a sable, en el que result� herido por su oponente, el escritor Julio L�pez del Castillo. Seg�n Joaqu�n Mar�a del Valle-Incl�n Alsina, este �momio� le dura por lo menos hasta 1899 y ni se molesta en publicar, ya que no tiene necesidad econ�mica alguna de hacerlo.[14]​ Pronto acude a varias tertulias madrile�as llevando la vida bohemia de la �poca, en las que conoce a muchas figuras destacadas de la �poca, como G�mez Carrillo, P�o y Ricardo Baroja, Azor�n, Jacinto Benavente, Gonz�lez Blanco, Villaespesa, Mariano Miguel de Val, Alejandro Sawa, entre otros. Asiste a los innumerables caf�s madrile�os de la �poca: el de Fornos, el Suizo, el Caf� del Pr�ncipe, el Caf� de Madrid, el Caf� de El Gato Negro, la terraza del Caf� Gij�n, Lhardy en la carrera de San Jer�nimo, y el Caf� Nuevo de la Monta�a, en la puerta del Sol. Con tertulia propia en la �sala de La Cacharrer�a� del Ateneo de Madrid, en el caf� Granja El Henar. En ellos, con su verbo ceceante, se hace famoso por su capacidad de monopolizar conversaciones, por destruir reputaciones, y por su falta de paciencia a la hora de soportar interrupciones de oyentes e interlocutores.

Su atuendo se hace peculiar, y la barba se alarga en lo que ser� su est�tica habitual. Vive con escaso dinero rozando la penuria y su solitario caf� en los cen�culos de las tertulias. En esta segunda etapa madrile�a se dedica a la vida bohemia en cuerpo y alma, vive la �poca: la disfruta y la padece. Vive la bohemia literaria modernista con estrecheces econ�micas que incluso le obligan a pasar hambre. Habita en un patio de viviendas en la calle Calvo Asensio, 4, del barrio de Arg�elles, entonces suburbio de Madrid, en una buhardilla alquilada con dos oscuros cuartuchos con una silla, una mesa y una cama como �nico mobiliario.[15]

De esta �poca inicial en Madrid se narra una an�cdota de Valle-Incl�n en el que paseando por la madrile�a Carrera de San Jer�nimo se encuentra con Miguel de Unamuno y P�o Baroja, los tres hostiles entre s� en lo que se refiere a teor�as literarias, no reconoci�ndose ning�n m�rito entre ellos. A pesar de presentar P�o Baroja a Valle-Incl�n y Miguel de Unamuno, no pasan ni ochenta pasos sin que acabaran insult�ndose, grit�ndose y finalmente separ�ndose antes de acabar el paseo por la calle. Los tres eran representantes de la generaci�n del 98, los tres dejaron impronta de su independencia. En el a�o 1897 se publica su segundo libro, Epitalamio (Historias de amores), sin demasiado �xito entre los lectores; el libro se vende mal. Durante estos a�os, particip� como actor en obras teatrales como La comedia de las fieras, de Jacinto Benavente, o Los reyes en el destierro, adaptaci�n por Alejandro Sawa de una novela de Alphonse Daudet. Durante la guerra hispano-estadounidense las afinidades sentimentales hacen que Valle-Incl�n tome partido por las aspiraciones cubanas a la independencia de Espa�a.[16]

La p�rdida del brazo y el encuentro de Rub�n Dar�o

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El 24 de julio de 1899, en una discusi�n en el Caf� Nuevo de la Monta�a, ubicado en la planta baja del Hotel Par�s, sito en el n�mero 2 de la puerta del Sol, el periodista Manuel Bueno Bengoechea le causa una herida en un antebrazo que termina gangren�ndose y se hace necesaria su amputaci�n. Valle-Incl�n y su amigo Manuel Bueno discut�an sobre la legalidad de un duelo que iba a celebrarse debido a la minor�a de edad de uno de los duelistas.[nota 15]​ Llegaron a agredirse, Valle-Incl�n con una botella de cristal y Manuel Bueno con un bast�n, con tan mala fortuna en los lances para Valle-Incl�n que se le clav� un gemelo en su mu�eca izquierda, con resultado de fractura conminuta de los huesos del antebrazo izquierdo. La herida se gangren� y el 12 de agosto de 1899, el m�dico y cirujano Manuel Barrag�n y Bonet le amput� dicho brazo.[nota 16]Ram�n G�mez de la Serna, que no fue testigo de la escena, tiempo despu�s convertir�a el episodio en material literario pintoresco.[17]​ De manera an�loga recoger�a el suceso Tom�s Orts Ramos en una versi�n m�s period�stica. Esta amputaci�n dio al traste con su carrera como actor.[18][nota 17]

Seg�n cuentan, la entereza de Valle-Incl�n fue tal, que durante la operaci�n del doctor Barrag�n, estuvo despierto y se desmay� solo una vez; siendo conocido que casi al final de la operaci�n sugiere a los asistentes deseos de fumar, y durante los �ltimos instantes se fuma un habano, haciendo ascender al techo grandes volutas de humo. Valle-Incl�n ten�a entonces treinta y tres a�os. A partir de ahora la imagen de manco se hace m�tica. Algunos amigos deciden organizar un festival y conseguir fondos para comprarle un brazo ortop�dico, estrenando en el Teatro Lara, el 19 de diciembre de ese a�o de 1899 su obra Cenizas: Drama en tres actos, con direcci�n del propio Valle-Incl�n. La siguiente vez que se encuentra con Manuel Bueno le estrecha la mano. Tras el incidente regresa a vociferar a los caf�s, al mismo tiempo que la manquedad le hace olvidarse de sus pretensiones de ser actor de teatro.

En el mismo periodo finisecular colabora en diversas revistas literarias, como La Vida Literaria, dirigida por Benavente, Revista Nueva, dirigida por Luis Ruiz Contreras, Germinal dirigida por Joaqu�n Dicenta o Vida Nueva[nota 18]​ dirigida por Eusebio Blasco. El año de su manquedad es el año en el que inicia su amistad con Rubén Darío recién llegado a Madrid y al que conoce cuando asiste a la tertulia literaria del Café de Madrid, que dirigía junto a Jacinto Benavente.

Escritor modernista

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En 1900 Valle-Inclán participa en un concurso de cuentos auspiciado por el diario El Liberal. Aunque no consigue ganar el premio (el ganador fue el periodista José Nogales), su relato Satanás fue muy elogiado por Juan Valera, uno de los miembros del jurado, en un artículo de prensa. Parece ser que el jurado no quiso arriesgarse a premiar un relato tan innovador. Ese año aparece en la prensa su reseña de la novela de Pío Baroja La casa de Aizgorri en la que critica a su protagonista desde coordenadas tradicionalistas.[19]​ La relación entre ambos escritores fue cordial, pero distante por sus diferencias políticas. Julio Caro Baroja, los calificó de «enemigos íntimos», y relata en sus recuerdos de juventud cómo Valle-Inclán discutía con su tío largo y tendido sobre la legitimidad y la ley sálica: «manejando los argumentos del más puro legitimismo, como si fuera un héroe de su admirado Barbey d'Aurevilly»[19][20]​En estos años comienza a ser asiduo del Nuevo Café de Levante en el que se concentrará durante un decenio casi toda la vida intelectual de Madrid. Allí conocerá a un gran amigo de los Baroja, el escritor Ciro Bayo, a quién le unirán sus simpatías carlistas y cuya muerte, pobre y casi olvidado, producirá un gran impacto en Valle.[21]

En los años siguientes, siguió colaborando en varias publicaciones, como La Ilustración Artística, La Ilustración Española y Americana[22]​ o La España Moderna. En Alma Española publicó, en diciembre de 1903, una famosa «autobiografía». Traduce a Eça de Queirós.

En 1902 Los Lunes del Imparcial empieza a publicar Sonata de otoño, en que hace por primera vez aparición su personaje el Marqués de Bradomín. Las Sonatas: Memorias del Marqués de Bradomín, que el autor anuncia como fragmentos de las «Memorias amables» autobiográficas de su «noble tío» el marqués de Bradomín (personaje inspirado en el general carlista Carlos Calderón), constituyen el ejemplo más destacado de prosa modernista en la literatura española. La primera de ellas, Sonata de otoño (1902), la escribió durante los tres meses de convalecencia de un involuntario tiro en un pie con una pistola de su propiedad. A ésta le siguieron Sonata de estío (1903), Sonata de primavera (1904) y Sonata de invierno (1905). En estas narraciones, siendo independientes entre sí, realiza un juego de correspondencias con los títulos del ciclo estacional anual y las sucesivas etapas del ciclo vital del protagonista, presentando a Xavier, el marqués de Bradomín, en cuatro ambientes y lugares distintos, narrando cuatro historias amorosas que corresponden, siguiendo la lógica argumental de la tetralogía —no el orden de escritura y publicación—, a la juventud en Italia —primavera—, a la primera madurez en México —estío—, a la madurez plena en Galicia —otoño—, y a la vejez en Navarra —invierno—. Las cuatro sonatas se empiezan a vender bien y para algunas de ellas hay traducciones en otros idiomas como el francés.

En el mismo año de 1905 publica Valle una colección de cuentos con el título de Jardín novelesco; Historias de almas en pena, de duendes y de ladrones. Al año siguiente estrena en el Teatro de la Princesa una adaptación teatral basada en el protagonista de las Sonatas, El marqués de Bradomín: Coloquios románticos. Forma parte del reparto de la obra Josefa María Ángela Blanco Tejerina, a la que meses antes le ha dedicado la Sonata de invierno de esta manera: «... Para unos ojos tristes y aterciopelados...»,[nota 19]​ futura esposa de Valle, con la que posteriormente contraerá matrimonio, aunque, muy probablemente, pudieran haber iniciado la convivencia con anterioridad.[nota 20]

Por esta época algunos miembros de la generación del 98 trabajaban de manera coordinada en diversas actividades creativas, y cada uno de sus componentes se conocen e intercambian ideas en sus reuniones en los diferentes cafés, como el Nuevo Café de Levante; y cafés-conciertos, como la popular sala de music-hall Central Kursaal, sita en la plaza del Carmen. Allí actuaba una jovencita cupletista llamada Anita Delgado, de la que se enamoró el maharajá de Kapurthala, suceso que se comentó con gran lujo de detalles en cafés y periódicos y semanarios de la época, siendo el propio Valle-Inclán uno de los intermediadores de una historia que acabó en boda.[nota 21]

Matrimonio, gira teatral por Hispanoamérica y asentamiento en Galicia

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José Ramón María del Valle-Inclán posa para la revista chilena Sucesos (1910).

Valle-Inclán contrae matrimonio con Josefina Blanco Tejerina en la mañana del 24 de agosto de 1907 en la iglesia madrileña de San Sebastián. Él tiene cuarenta años y ella veintiocho. Tras la boda, ella abandona la profesión teatral, con excepción de una gira por Hispanoamérica en 1910. Enseguida nace la primera hija, María de la Concepción (1908), de un total de seis hijos nacidos a lo largo de los quince años siguientes.

En el año 1907 publica varios libros, como Águilas de blasón, estrenada el mismo año en Barcelona; Aromas de leyenda, la que será su primera obra de poesía; Versos en loor de un santo ermitaño y El marqués de Bradomín. Coloquios románticos. Por entregas, en el diario El Mundo, publica Romance de Lobos y comienza con la escritura de su serie de obras teatrales de Las farsas.

En 1908 inicia la publicación de su serie de novelas La guerra carlista, compuesta por: Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño. La serie quedó inconclusa, pero dejó muchas notas y abundante documentación del proyecto de varias novelas más que nunca escribió. En 1909 escribe Mi hermana Antonia, que narra la venganza del estudiante Máximo Bretal, enamorado de Antonia y rechazado por su madre.

El 3 de marzo de 1909 muere en su casa de Madrid el escritor Alejandro Sawa, ciego y en penosas condiciones físicas. Valle-Inclán, que años más tarde, dará vida a su alter ego Max Estrella en la obra Luces de bohemia, lamenta enormemente su pérdida, y así se lo hace saber en una carta a Rubén Darío, la cual ha sido reproducida profusamente desde que se diera a conocer.[nota 22]

Por aquel entonces Valle trabó amistad con Joaquín Argamasilla, Marqués de Santacara, que se convirtió en su mejor amigo de entre los legitimistas[23]​ y con quien realizará varios viajes a Navarra donde visitaron los lugares más emblemáticos de las guerras, escenarios de algunas de sus novelas. En 1911 Valle-Inclán se hospedó en Villa Carmen, residencia donostiarra del marqués de Santacara.[23]​ En 1914 cuando nació su primer hijo, que apenas vivió unos meses, Valle-Inclán lo bautizó con el nombre de Joaquín por su amigo Joaquín Argamasilla.[23]​ Valle-Inclán también prologó la única novela de Argamasilla, El yelmo roto (1913).[24]

En esos años formaliza su militancia carlista participando activamente en las actividades de la Comunión Tradicionalista. En 1910 se contaba con su candidatura a diputado por Monforte de Lemos con el partido jaimista, pero no llegó a presentarse.[25]

Su mujer Josefina Blanco se incorpora a las labores como actriz de teatro en 1910 y el matrimonio viaja de gira con la compañía de teatro de Francisco García Ortega. Valle-Inclán acompaña a su mujer en calidad de director artístico y tiene la oportunidad de pronunciar algunas conferencias sobre la literatura española en los pa�ses que visitan de gira, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia. En Buenos Aires habla de su experiencia con una droga, el hach�s o "c��amo �ndico":

Confieso que lo he tomado en abundancia, sin saber sus consecuencias, y por prescripción médica... Mi individualidad llegó a descomponerse en dos distintas. Comencé por ver en las cosas condiciones nuevas: cómo se creaba una desarmonía y otras veces una afinidad quimérica... Lo más espantoso de esas alucinaciones era el recuerdo de todas las personas muertas, que desfilaban por mi memoria como una cinta cinematográfica. Y este fenómeno fue el que me decidió a abandonar el haschisch.
[26]

En la Argentina, acompañó a una comisión del Círculo Carlista de Buenos Aires en una visita a Alicia de Borbón, la más joven de las hijas de Carlos VII que había llegado al país cuatro meses antes. En Buenos Aires fue homenajeado por sus correligionarios con un banquete en su honor en los salones del Círculo Tradicionalista.[25]

De regreso a España, tras seis meses de gira americana regresa a Madrid, donde el 8 de enero de 1911 acudirá al homenaje a los diputados carlistas —protagonistas entonces de la oposición a la política laicista del gobierno de Canalejas en el parlamento— en el frontón Jai-Alai, uno de los actos tradicionalistas más concurridos de los desarrollados en la capital ya que logró unir a enfrentados integristas y carlistas, y en el que Valle-Inclán ocupará un lugar de honor sentándose en la mesa presidencial junto a Vázquez de Mella, el marqués de Cerralbo, Manuel Senante, Manuel Bofarull,etc.[27]

Valle-Inclán sigue estrenando obras de teatro: Voces de gesta, en 1911 (en el teatro Novedades de Barcelona), y La marquesa Rosalinda. Farsa sentimental y grotesca, en 1912. A los estrenos también se suman incidentes; su obra teatral titulada El embrujado fue rechazada por el Teatro Español, que dirigía el escritor Benito Pérez Galdós, y el incidente acaba en un acto tumultuoso que incluye una lectura de la obra en el Ateneo de Madrid. En su empeño de queja no deja de asistir a las tertulias de café. Con el dinero que obtiene de la publicación de sus obras completas por Sociedad General de Librería, Valle-Inclán inicia con los suyos un viaje a Galicia con el objeto de vivir en su tierra natal junto con sus hijos. Esta estancia en Galicia se ve interrumpida frecuentemente por viajes a Madrid, cediéndole el escultor Sebastián Miranda su casa, donde permanece periodos largos para atender asuntos literarios, como los ensayos y estreno de La marquesa Rosalinda. Farsa sentimental y grotesca (5 de enero de 1912), o el inicio de la publicación de su Opera Omnia, a cargo de la imprenta Rivadeneyra, que inicia en 1913 con esta obra teatral como tercer volumen, o posteriormente La Lámpara maravillosa. Ejercicios espirituales (1916), que pondrá al frente de su «Opera Omnia» como primer volumen de la misma. Pero en 1914 Julio Casares publica Crítica profana, donde denuncia muchos y diversos plagios literarios de Valle-Inclán. Este, avergonzado, tardó en contestar, pero lo hizo:

Si aproveché unas páginas de las Memorias del caballero Casanova en mi Sonata de primavera, fue para poner a prueba el ambiente de mi obra. Porque de no haber conseguido este, la interpretación desentonaría terriblemente. Shakespeare puso en boca de Coriolano discursos que tomó de historiadores de la Antigüedad, y el acierto de la tragedia se comprueba en que, lejos de rechazar tales textos ajenos, los exige... El sino de los intelectuales españoles es idéntico al de los gitanos: vivir perseguidos por la Guardia civil[28]
Fotografía de Ramón María del Valle-Inclán en su paso por Chile (1910).

En 1915 escribe al rey solicitando la rehabilitación de los títulos de marquesado del Valle, vizcondado de Vieixin y señorío del Caramiñal. Sus peticiones no son atendidas. Los años que rodean la publicación de la Lámpara maravillosa. Ejercicios espirituales son especialmente duros para Valle-Inclán. Su amigo Rubén Darío realizará en 1914 el que será su viaje de regreso definitivo a Nicaragua, donde muere en 1916. Por otro lado las noticias de la incipiente guerra europea lo van rodeando poco a poco, y la pugna llega a las calles de Madrid dividiendo opiniones. Valle-Inclán toma parte desde el principio por el bando aliado encabezando un «Manifiesto de adhesión a las naciones aliadas».[nota 23][nota 24]​ Esta situación hace que durante la I Guerra Mundial, fuera invitado por el gobierno francés a visitar los frentes de guerra en los Vosgos, Alsacia, Flandes y Verdún. Entre el 27 de abril y el 28 de junio de 1916, Valle-Inclán viajó como corresponsal del periódico El Imparcial, redactando también cartas donde daba fe y proporcionaba descripciones de lo que estuvo viendo en esos dos meses. En París se relacionó con autores españoles como Pedro Salinas, Manuel Ciges Aparicio y Corpus Barga. Fruto de su visita al frente fueron los textos publicados en El Imparcial, Visión estelar de la medianoche, entre octubre y diciembre de 1916, y En la luz del día, entre enero y febrero de 1917.

Mariquiña de Valle-Inclán, retratada por Juan de Echevarría, ca. 1928.

En 1912 se instala en Cambados con su familia, acogidos por doña Lucinda Fernández Soler en el barrio de Fefiñáns, y un verano en la casa de la calle Carreira, de su amigo José González Fraga.[29]​ Allí nacerá el segundo de sus hijos, Joaquín María Baltasar (mayo de 1914, Cambados-septiembre de 1914, Cambados), que fallece trágicamente a los cuatro meses de edad, el 29 de septiembre, a causa de un accidente en la playa do Pombal, en Fefiñáns. Este suceso hace que se traslade en 1916 a la Puebla del Caramiñal y comienza a explotar las tierras del «pazo priorato de la Merced» que ha rentado, con el objetivo de convertirse en un terrateniente de la comarca del Salnés, actividad a la que se dedicó por un tiempo sin obtener buenos resultados. Allí nacerán el tercero y la cuarta de sus hijos, Carlos Luis Baltasar (1917, Puebla del Caramiñal) y María de la Encarnación Beatriz Baltasara 'Mariquiña' (5 de septiembre de 1919, Puebla del Caramiñal). Estas tareas las compatibiliza con su puesto en Madrid, durante dos cursos académicos, en la cátedra de Estética de las Bellas Artes. En 1921, cuando la posesión del pazo se le escapa de las manos, se traslada a Villa Eugenia, ubicada en núcleo urbano de Puebla del Caramiñal, residiendo hasta 1925, lugar donde nacerán el quinto y la sexta y última, de sus hijos, Jaime Baltasar Clemente (29 de enero de 1922, Puebla del Caramiñal) y Ana María Antonia Baltasara (agosto de 1924, Puebla del Caramiñal).[nota 25]​ Los nombres de sus hijos varones, «Carlos» y «Jaime», son un homenaje a los pretendientes carlistas Carlos VII y Jaime III.[30][31]​ En 1925 regresa con su familia definitivamente a Madrid.

El «esperpento» y El ruedo ibérico

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En julio de 1916 se crea la asignatura de Estética de las Bellas Artes en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado con características específicas para el desempeño de dicho puesto docente,[nota 26]​ para él se le nombra profesor especial de misma,[32]​ y se le confirma en el cargo un año después como profesor titular numerario de dicha asignatura.[33]​ El mismo año de 1916 publica La lámpara maravillosa. Ejercicios espirituales, meditación sobre el hecho literario en la que realiza una s�ntesis de su �tica y su est�tica, muy influido por los saberes ocultistas, gn�sticos y esot�ricos, herm�ticos, alqu�micos y teos�ficos, y de trasfondo pitag�rico y neoplat�nico, de autores como Mario Roso de Luna y Helena Blavatsky, dedic�ndosela a Joaqu�n Argamasilla de la Cerda y Bayona.[nota 27]

Retratado por Juan de Echevarr�a en 1922. Museo de Bellas Artes de �lava.

En noviembre de 1919 renuncia a la plaza docente y la c�tedra queda amortizada.[34]​ Empieza a fallarle a Valle-Incl�n la salud y a guardar cama con frecuencia. Es habitual el trato de viejos carlistas. En 1920 sufre una intervenci�n quir�rgica con la consiguiente estancia en un sanatorio. En 1920 es la primera vez que Ram�n emplea la palabra �esperpento� en relaci�n con su obra: �Esta modalidad consiste en buscar el lado c�mico en lo tr�gico de la vida�, expresar�a en 1921. Su forma de vestir llama la atenci�n: �fantocheril� a la manera de sus esperpentos, vestido de negro y bien flaco, con barba larga, renegando de todo.

A mediados de septiembre de 1921 realiza un nuevo viaje a M�xico, por invitaci�n personal del presidente de la rep�blica, �lvaro Obreg�n y a trav�s de la mediaci�n del escritor Alfonso Reyes Ochoa, con motivo de la celebraci�n del centenario de su independencia. Su recibimiento fue un acontecimiento con enorme repercusi�n en el que participa todo el pa�s. Durante su estancia en la capital azteca se establece en el Hotel Regis. Este segundo viaje a M�xico estuvo lleno de actividades culturales. De regreso pasa dos semanas en La Habana y otras dos en Nueva York, llegando a Galicia en los �ltimos d�as del a�o. En 1922 se establece de nuevo en Madrid, participando fren�ticamente de nuevo en las tertulias de la capital: en La Granja del Henar, en el Caf� Regina, en el Caf� de El Gato Negro.

En 1920 colabora con el Teatro de la Escuela Nueva, dirigido por su amigo Cipriano Rivas Cherif, que intentar�a el estreno de la Farsa y licencia de la reina castiza, lo que es impedido por la polic�a. Ese mismo a�o, Rivas Cherif intentar� fundar el Teatro de los Amigos de Valle-Incl�n, un frustrado proyecto que ten�a por objetivo la puesta en escena los dramaturgos europeos considerados m�s avanzados y de cuya direcci�n art�stica deb�a encargarse el propio escritor. Algunos a�os despu�s, en 1926, los dos amigos participar�n activamente en las sesiones de El Mirlo Blanco, el teatro de c�mara que los Baroja ten�an en el sal�n de su casa, en el barrio madrile�o de Arg�elles, donde se estrenar� el pr�logo y el ep�logo de Los cuernos de don Friolera y Ligaz�n. Ese mismo a�o ambos fundar�n El C�ntaro Roto, con la pretensi�n de llevar la experiencia privada de El Mirlo Blanco al �mbito comercial, programando en el C�rculo de Bellas Artes de Madrid, obras de Anatole France y Bernard Shaw, entre otros, adem�s de las suyas propias,[nota 28]​ pero fracasa al poco de ser creado, por el escaso �xito del p�blico y la poca confianza por parte del programador.

A finales de 1926, edita la que algunos consideran su obra maestra narrativa, la novela Tirano Banderas, donde es patente la huella de su todav�a reciente viaje al M�xico revolucionario. En 1927 inicia la publicaci�n de un ambicioso proyecto narrativo, El ruedo ib�rico, que, de forma semejante a los Episodios nacionales de Benito P�rez Gald�s, pretende narrar la historia de Espa�a desde el reinado de su detestada Isabel II hasta la �poca contempor�nea al autor y la p�rdida colonial con la guerra de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. �nicamente lleg� a escribir tres novelas de este proyecto: La corte de los milagros (1927), Viva mi due�o (1928) y Baza de espadas (1932).

El ruedo ib�rico supone una reflexi�n sobre las virtudes y miserias del tema de la revoluci�n a prop�sito de la revoluci�n de septiembre de 1868 en Espa�a, aunque los personajes que mejor salen librados en el repaso de todas las clases sociales sean el revolucionario Fern�ndez Vall�n y el anarquista Ferm�n Salvochea.[35][36]

Desde 1924 muestra su oposici�n a la dictadura de Primo de Rivera, vocifera en los caf�s y no duda en hacerse o�r. En alguna ocasi�n fue detenido en la v�a p�blica por quejas al r�gimen. Valle-Incl�n era un paisano inc�modo, a pesar de ello lucha por mejorar su situaci�n econ�mica y la de su familia. En 1927 participa en la creaci�n de la Alianza Republicana. En 1928 Valle-Incl�n consigue el contrato editorial m�s importante de su vida, con la Compa��a Ibero-Americana de Publicaciones (CIAP) que le ofrece una cuantiosa suma a cuenta de la explotaci�n de los derechos literarios, pagadera en mensualidades. Instalado su domicilio familiar en un piso de la calle del General Ora�, 9, empieza a escribir con cierto sosiego. Se aristocratiza y se vuelve m�s selecto en su entorno cercano de amistades. En 1929 es encerrado quince d�as en la c�rcel Modelo de Madrid, por negarse a pagar una multa impuesta con motivo de unos incidentes ocurridos en el Palacio de la M�sica en el estreno de El hijo del diablo, una obra de Montaner. La quiebra de la CIAP en 1931 hace que se agote el dinero obtenido y espl�ndidamente gastado, cuando ya el r�gimen de Primo de Rivera igualmente da sus �ltimas horas. La situaci�n econ�mica hace pensar al matrimonio Valle-Incl�n Blanco en la separaci�n matrimonial.

La Rep�blica: los cargos institucionales y sus �ltimos d�as

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Estatua en Bouzas, Vigo.

La situaci�n social y pol�tica hace que abandone sus quehaceres art�sticos y apoye a la rep�blica espa�ola, incluso se presenta a diputado por La Coru�a en las listas del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, aunque no sale elegido. Ese mismo a�o, una semana despu�s de la proclamaci�n de la Rep�blica, en reconocimiento a su larga militancia carlista, el pretendiente Jaime de Borb�n y Borb�n-Parma (Jaime III), le nombra caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita.[37][25]

Se encuentra a mitad de la sesentena de edad. Conoci�ndose p�blicamente su intenci�n de irse a M�xico en busca de mejora para �l y su familia, Manuel Aza�a, entonces a�n ministro de la Guerra, previo sondeo del interesado, hace gestiones ante el Consejo de Ministros para que se le habilite un cargo que le permita subsistir dignamente. El 2 de septiembre de 1931, el gobierno de la Rep�blica lo nombra Conservador General del Patrimonio Art�stico Nacional,[38]​ seguido cinco meses despu�s de la direcci�n del Museo de Aranjuez, �encarg�ndole la realizaci�n, como Museo, del que fue Real Sitio de Aranjuez�,[39]​ pero unos meses m�s tarde, en junio de 1932, dimite por los desacuerdos con el director general de Bellas Artes en relaci�n con la gesti�n del nuevo Museo de Aranjuez y por no haber sido informado de la preparaci�n del proyecto de ley de protecci�n del Patrimonio Art�stico.[nota 29][nota 30]

Ese mismo a�o de 1932 se presenta al Premio Fastenrath correspondiente a 1931, convocado por la Real Academia Española, que termina declarándose desierto.[nota 31]​ Después de la nula satisfacción con el veredicto, desde el Ateneo de Madrid se lanzaron diatribas contra la Real Academia Española, así como contra todos los académicos que votaron, al interpretarse la decisión en términos políticos y no estrictamente literarios. En compensación por este fallo se realizó un homenaje público de desagravio, en el que participó una gran parte de los intelectuales y escritores del momento.[nota 32]

El 30 de mayo de 1932, conocido ya el veredicto del Premio Fastenrath 1931, Valle-Inclán es elegido para la presidencia del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid,[nota 33]​ sucediendo en el cargo a Manuel Azaña,[nota 34]​ y se instala con su familia en el domicilio destinado para tal fin, en la calle de Santa Catalina. El tiempo en que permanecerá en el cargo es de siete meses y medio, siendo relevado del cargo el 14 de diciembre por Augusto Barcia Trelles. Valle-Inclán ya era un destacado tertuliano en la «sala de La Cacharrería», fundando su propia tertulia. En su presidencia introduce cambios notorios, y a iniciativa suya, en 1933 se organiza en su sede el primer Congreso de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios. También es cofundador, el 11 de febrero de 1933, de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, acciones desarrolladas en un claro revulsivo a la política gubernamental antisocialista de la época, que sostenía un tono condenatorio en relación con los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS.

En cuando al ámbito familiar, el mismo año de 1932, su esposa solicita el divorcio del enlace matrimonial iniciándose los trámites por la vía judicial para la obtención de la custodia de los hijos y las reclamaciones compensatorias, consideradas muy elevadas por Valle-Inclán. Al estar ya casada la hija mayor, Valle-Inclán se quedaría al cuidado de los tres hijos intermedios, aún menores de edad, mientras que la hija pequeña la custodiaría su madre.

Liberado de la presidencia ateneísta, y con la labor desplegada en una intensa campaña personal de apoyos, consigue ser nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma el 8 de marzo de 1933,[40][nota 35]​ desplazándose a Roma, junto con los tres hijos de los que tenía la custodia legal. Con estancias intermitentes en Roma y largos periodos en Madrid, mantendrá este cargo hasta su muerte, pues aunque por diferencias en cuanto a la administración del centro, con intentos de dimisión por su parte y otros tantos de cese por parte de las autoridades ministeriales, y aun abandonando la institución con su regreso definitivo a España el 3 de noviembre de 1934, su nombramiento era por tres años según el reglamento vigente y nunca se llegó a oficializar el cese y el siguiente director se nombró al finalizar el periodo correspondiente de tres años. A su regreso se siente enfermo en medio de una pintoresca falta de los más elementales medios de subsistencia. El 16 de noviembre asiste a la representación de su obra teatral Divinas palabras en el Teatro Español. A comienzos de 1935 se lo vuelve a ver paseando por las calles de Madrid decaído, pero con buen humor y hablando de su proyecto romano. El 7 de marzo de 1935 se retiró a Santiago de Compostela, ingresando en el sanatorio de su amigo y doctor Manuel Villar Iglesias donde recibe un tratamiento radioterápico. De vez en cuando se escapa de la clínica y pasea por la ciudad con grupos de jóvenes sentado en el «Café del Derby», en la mayoría galleguistas. Es elegido para formar parte de presidencia del «I Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura», aunque no podrá asistir al congreso que se celebró en junio de 1935 en París. La situación nacional continúa agravándose, el periódico Ahora de Madrid publica el 2 de octubre de 1935 el que será su último artículo: «Mi rebelión en Barcelona (Nota literaria)» sobre el mismo título de Manuel Azaña.

A iniciativa de Victoriano García Martí, se abre en Galicia una subscripción pública para regalar a Valle-Inclán un pazo en octubre a sus sesenta y nueve años. La idea de tal regalo llega tarde ya que el 5 de enero del año 1936, víspera de la festividad de la Epifanía, tras negarse a recibir auxilio religioso Valle-Inclán muere. El parte a la prensa dice que murió: «a consecuencia de un coma rápido, después de una grave enfermedad de vejiga urinaria complicada con carácter de malignidad». Fue sepultado al día siguiente, en el cementerio de la Boisaca, en una ceremonia civil y en humilde féretro sin esquelas. Tal y como dispuso días antes de su muerte, en el que precisó que: «No quiero a mi lado ni cura discreto, ni fraile humilde, ni jesuita sabiondo». El escultor Francisco Asorey realizó la mascarilla mortuoria de su faz y el pintor Juan Luis lo dibujó de cuerpo yacente. Manuel Azaña escribe al día siguiente del entierro: «Él hubiese querido ser, no el hombre de hoy, sino el de pasado mañana». A partir de ese instante comenzaron una innumerable cantidad de eventos póstumos.

A la muerte de Valle-Inclán, la que fue su mujer y madre de sus hijos, que se hallaba viviendo en Barcelona, consigue una pensión compensatoria del Ministerio de Instrucción Pública del Gobierno del Frente Popular, para la educación de sus hijos.[41]

Actividad literaria

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La actividad literaria de Valle-Inclán comienza con la publicación de algunos pequeños textos en Santiago de Compostela. Poco a poco extendería su obra a varios géneros de la narrativa, desde el relato y las crónicas a la novela, y del teatro además de la poesía lírica.

Toda su obra es de dominio público desde el 1 de enero de 2018.[42]​ Hasta esa fecha fueron los distintos herederos de Valle-Inclán quienes tuvieron los derechos de explotación y publicación de su obra. Los derechos sobre su obra estuvieron divididos entre los hijos e hijas que le sobrevivieron y luego entre los herederos de estos.

Narrativa

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Retratado en 1922 por Juan de Echevarría. Museo Reina Sofía.

Su producción narrativa se inicia en el modernismo. Dentro de esta estética se inicia Valle-Inclán con Femeninas y Epitalamio, colección de relatos sutiles, sensuales y muy musicales. Más adelante llevará a cabo todo un monumento del modernismo: son las SonatasSonata de otoño (1902), Sonata de estío (1903), Sonata de primavera (1904) y Sonata de invierno (1905)—. Tres años tardan en salir las cuatro sonatas. Es con ellas con las que inicia una carrera de escritor. En ellas relata, de forma autobiográfica, los amores del marqués de Bradomín (un don Juan ochecentista, cínico y sensual). En estos relatos, Valle-Inclán representa una nostalgia sensitiva típica en los discípulos de Rubén Darío (padre del modernismo, quien lo llevó de Hispanoamérica a España).

Cabe destacar también una de las mejores y más importantes obras en toda la prosa modernista hispana: Flor de santidad. Esta obra, sin huir de las formas musicales y coloridas del modernismo, se centra un poco más en las tradiciones populares y leyendas gallegas con las que Valle se familiarizó en su infancia.

Por la cantidad de texto en estilo directo (diálogos), algunas obras narrativas de Valle-Inclán, como el ciclo de las Comedias bárbaras, podrían considerarse dramáticas. Al revisarlas y comprender la dificultad —o imposibilidad— de representarlas se las ha incluido entre sus novelas.

Otra vertiente de la novelística de Valle-Inclán queda plasmada en los Relatos de la Guerra Carlista (1909), donde ofrece un tratamiento nuevo de esta temática, raspando el efectismo épico dominante en obras anteriores del autor y adoptando un estilo más sobrio, entrañable y lleno de emoción.

En la serie de novelas El ruedo ibérico se burla de la corte de Isabel II y presenta ya la orientación crítica y grotesca que predominan en sus últimas creaciones.

Tirano Banderas. Novela de tierra caliente (1926) narra la caída del dictador sudamericano Santos Banderas, personaje despótico y cruel que mantiene el poder gracias al terror y a la opresión. Es una excepcional descripción de la sociedad sudamericana y uno de los primeros ejemplos de la llamada «novela de dictador».

Estas novelas marcan un cambio en la postura estética de Valle-Inclán, acercándose un poco a las preocupaciones y críticas propias de la generación del 98.

No obstante, es importante mencionar la postura formal que adaptó Valle-Inclán en estos cambios. No llegó a revelarse como un artista noventayochista del todo, sino que absorbió las críticas y las preocupaciones de este grupo y las barajó en su estilo propio.

Poesía

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Busto de Valle-Inclán en los Jardines de Méndez Núñez, La Coruña.

La obra poética de Valle-Inclán está reunida en la trilogía Claves líricas (1930), formada por Aromas de leyenda. Versos en loor a un santo ermitaño, El pasajero y La pipa de kif.

Aromas de leyenda. Versos en loor a un santo ermitaño (1907), recibe la influencia del modernismo. Consta de catorce poemas de métrica variada. En ellos recrea diversos aspectos de su Galicia natal: descripciones del paisaje, trabajos cotidianos, milagrería, superstición, etc. Inscrito también en la estética modernista.

El pasajero (1920) desarrolla en treinta y tres composiciones temas trascendentes: la muerte, el dolor, la vida, la pasi�n, la eternidad, etc.

Con La pipa de kif (1919), Valle-Incl�n da paso en sus poemas a lo grotesco, a lo esperp�ntico. Esta obra se ha definido como una colecci�n de estampas tr�gico-humor�sticas.

Teatro

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En relaci�n con el teatro y a las artes esc�nicas Valle-Incl�n fue actor, adaptador, traductor, escen�grafo, director teatral, productor teatral y sobre todo, dramaturgo. Escribi� numerosas obras de teatro y desde sus comienzos literarios mostr� una atracci�n por el mundo del escenario. El teatro de Valle-lncl�n suele dividirse en cinco periodos:

  1. Ciclo modernista. A �l pertenecen obras como El marqu�s de Bradom�n (1906) y El yermo de las almas (1908).
  2. Ciclo m�tico. Partiendo de su Galicia natal, Valle-lncl�n crea un mundo m�tico e intemporal. La irracionalidad, la violencia, la lujuria, la avaricia y la muerte rigen los destinos de los protagonistas. Pertenecen a este periodo la trilog�a Comedias b�rbaras y Divinas palabras (1920).
  3. Ciclo de la farsa. Se trata de un grupo de comedias recogidas en un volumen titulado Tablado de marionetas para educaci�n de pr�ncipes (1909, 1912, 1920). Estas obras presentan un continuo contraste entre lo sentimental y lo grotesco, y sus personajes, marionetas de feria, anuncian la llegada del esperpento.
  4. Ciclo esperp�ntico. Est� formado por Luces de bohemia (1920 y 1924) y el volumen titulado Martes de Carnaval (1930). El esperpento, m�s que un g�nero literario, es una nueva forma de ver el mundo, ya que deforma y distorsiona la realidad para presentarnos la imagen real que se oculta tras ella. Para ello utiliza la parodia, humaniza los objetos y los animales y animaliza o cosifica a los humanos. Presentados de ese modo, los personajes carecen de humanidad y se presentan como marionetas.
  5. Ciclo final. En esta �ltima etapa Valle-Incl�n lleva a su extremo las propuestas dram�ticas anteriores: presencia de lo irracional e instintivo, personajes deshumanizados, esquematizados y gui�olescos, y la t�cnica distorsionante del esperpento. Sus obras quedan recogidas en Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte.

Valle-Incl�n, al igual que Miguel de Unamuno y Azor�n, se enfrenta directamente al teatro comercial vigente. Esos tres autores muestran una clara oposici�n al teatro realista, costumbrista y de corte burgu�s que tanto �xito ten�a en los escenarios, cuyos m�ximos exponentes en ese momento eran Jacinto Benavente y los hermanos �lvarez Quintero, como antes lo hab�a sido Jos� de Echegaray, si bien cada uno de ellos ensayar� una t�cnica particular.

Traducciones

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Realiz� numerosas traducciones. Del portugu�s: La reliquia, El crimen del Padre Amaro y El primo Basilio, de E�a de Queiroz. Del franc�s: La condesa de Roman�, de Alejandro Dumas y Las chicas del amigo Lef�vre, de Paul Alexis. Y del italiano: Flor de pasi�n, de Matilde Serao.

Obras literarias

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Las fechas, cuando son dobles, hacen referencia primero a la publicaci�n de la obra en la prensa peri�dica y luego en volumen.
Tambi�n se indican los t�tulos de aquellas obras que ten�a en proyecto pero que no lleg� a escribir o de las que se conocen solo fragmentos (manuscritos o publicados).

Ensayo

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  • La l�mpara maravillosa. Ejercicios espirituales. (1916).

Teatro

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[Basada en la serie narrativa Sonatas: Memorias del Marqu�s de Bradom�n]

Serie Comedias b�rbaras (1906-1922):

Incluye:
Farsa y licencia de la Reina Castiza.
Farsa italiana de la enamorada del rey.
Farsa infantil de la cabeza del drag�n.
Incluye:
Ligaz�n. Auto para siluetas.
La rosa de papel.
La cabeza del Bautista.
El embrujado.
Sacrilegio. Auto para siluetas.
Incluye:
Las galas del difunto (El terno del difunto).
Los cuernos de don Friolera. Esperpento.
La hija del capit�n. Esperpento.

Novela

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Serie Sonatas: Memorias del Marqu�s de Bradom�n (1902-1905):

  • Flor de santidad (1904).

Serie La guerra carlista (1908-1909) [inacabada]:

El ruedo ibérico. Los amenes de un reinado (Serie 1.ª):

Aires nacionales (El Sol, 1931; incorporada a La corte de los milagros).

El ruedo ibérico. Aleluyas de la Gloriosa (Serie 2.ª):

  • España con honra [en proyecto].
  • Trono en ferias [en proyecto].
  • Fueros y cantones [en proyecto].

El ruedo ibérico. La Restauración borbónica (Serie 3.ª):

  • Los salones alfonsinos [en proyecto].
  • Dios, Patria y Rey [en proyecto].
  • Los campos de Cuba [en proyecto].

Poesía lírica

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Relatos, novelas cortas y cuentos galantes

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Incluye:
  • La condesa de Cela [1893].
  • Tula Varona [1893].
  • Octavia Santino [1892].
  • La Niña Chole [1893].
  • La Generala [1892].
  • Rosarito [1894].
  • Rosita.
  • Eulalia.
  • Augusta.
  • Beatriz.
Incluye (entre otros):
  • Malpocado.
  • El Miedo.
  • Tragedia de ensueño.
  • El rey de la máscara.
  • Un cabecilla.
Incluye:
  • La adoración de los Reyes al Niño Jesús.
  • La misa de San Electus.
  • Un ejemplo.
  • Del misterio.
  • A media noche.
  • Comedia de ensueño.
  • Nochebuena.
  • Geórgicas.
  • Una breve Oración.
Incluye (entre otros):
  • Fue Satanás.
  • La hueste.
  • Égloga.
  • Hierbas olorosas.
  • Una tertulia de antaño (1909) [temática carlista].
  • La Corte de Estella (1910) [temática carlista].
  • Cofre de sándalo (1909).
Incluye (entre otros):
  • Mi hermana Antonia (1909, 1913).
  • Historias de amor (1909).
Incluye ocho (entre otros):
  • Drama vulgar (1908).
  • Las mieles del rosal (1910) [antología].
  • Augusta (1913)
  • Beatriz (1913)
  • Mi hermana Antonia (1913)
  • Corte de Amor (2.ª edición 1914).
  • Jardín umbrío (2.ª edición 1914) [16 relatos].
Incluye (entre otros):
  • Juan Quinto.
  • Mi bisabuelo.
  • Rosarito.
  • Milón de la Arnoya.
  • Jardín umbrío (3.ª edición 1920) [17 relatos;[nota 36]​ versión definitiva].
Incluye:
  • Juan Quinto.
  • La adoración de los Reyes.
  • El miedo.
  • Tragedia de ensueño.
  • Beatriz.
  • Un cabecilla.
  • La misa de San Electus.
  • El rey de la máscara.
  • Mi hermana Antonia.
  • Del misterio.
  • A media noche.
  • Mi bisabuelo.
  • Rosarito.
  • Comedia de ensueño.
  • Milón de la Arnoya.
  • Un ejemplo.
  • Nochebuena y Oración.
  • Corte de Amor (3.ª edición 1922) [5 relatos; versión definitiva]
Incluye:
  • Rosita.
  • Eulalia.
  • Augusta.
  • La condesa de Cela.
  • La generala.
  • Flores de almendro (1936) [recopilación póstuma].

Crónicas de guerra

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Series de artículos periodísticos

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  • Colaboraciones varias en Café con gotas. Semanario satírico ilustrado[nota 10]​ (1886-1890)
  • Paul y Angulo y los asesinos de Prim. Serie de colaboraciones en Ahora (1935).

Textos inéditos y de edición reciente

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La mayoría pertenecen al «Archivo Valle-Inclán Alsina», creado con el legado de Carlos Luis Valle Inclán Blanco y Mercedes Alsina Gómez-Ulla.[43]
Los textos recientemente editados han sido publicados en 2008 en un volumen bajo edición de Javier Valle-Inclán Alsina.

  • La muerte bailando (edición 2008)
  • Sevilla… (edición 2008)
  • Bradomín expone un juicio (edición 2008)
  • La marquesa Carolina y Bradomín (edición 2008)
  • El Beato Estrellín. Tragedia sacramental [obra dramática]
  • Las mujeres de Sálvora [obra dramática]
  • El rey ciego
  • Caminos y destinos
  • Auto de Don Juan
  • El Nigromante
  • Terremoto
  • El Soldado de África
  • El Yerno de Gálvez
  • [Cuaderno de Francia] [cuaderno de notas]
  • [Cuaderno de Navarra] [cuaderno de notas]

Adaptaciones y obras de inspiración valleinclaniana

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M�sica

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La cantante Cecilia dej� antes de su muerte sin publicar, varias canciones inspiradas en la obra de Valle-Incl�n, entre ellas est� �Do�a Estefaldina�, la mayor�a se recogen en el �lbum recopilatorio Canciones in�ditas.

�pera

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Basada en Farsa infantil de la cabeza del drag�n.
Libreto: Ram�n del Valle-Incl�n. M�sica: Ricard Lamote de Grignon i Ribas.
  • Blutbund. Oper 1 Ak. (1974; estreno: Hamburgo, 1977).
Basada en Ligaz�n. Auto para siluetas.
Libreto: Ram�n del Valle-Incl�n. Walter Boehlich (trad.). M�sica: Hans-J�rgen von Bosse.
Basada en Ligaz�n. Auto para siluetas.
Libreto: Ram�n del Valle-Incl�n. M�sica: Jos� Luis Turina.
Basada en Divinas palabras. Tragicomedia de aldea.
Libreto: Francisco Nieva. M�sica: Ant�n Garc�a Abril.
Basada en Sonata de primavera.
Libreto: Alejandro Fontenla. M�sica: Jorge Fontenla.
Basada en La cabeza del Bautista.
Libreto: Carlos Wagner. M�sica: Enric Palomar.
  • Patto di sangue. �pera en dos partes: Patto di sangue y La rosa di carta. (estreno: Florencia, 2009).
Basada en Ligaz�n. Auto para siluetas y en La rosa de papel.
Libreto: Sandro Cappelletto. Maria Luisa D'Amico (trad.). M�sica: Matteo D'Amico.

Cine

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  • Sonatas (M�xico-Espa�a, 1959).
Basada en la serie de novelas Sonatas: Memorias del Marqu�s de Bradom�n.
Adaptaci�n: Juan Antonio Bardem, Juan de la Cebada y Jos� Revueltas. Director: Juan Antonio Bardem.
  • Flor de santidad (Espa�a, 1972).
Basada en la novela Flor de santidad.
Adaptaci�n: Pedro Carvajal y Adolfo Marsillach. Director: Adolfo Marsillach.
  • Beatriz (Espa�a, 1976).
Basada en los cuentos galantes Beatriz y Mi hermana Antonia.
Adaptaci�n: Santiago Moncada y Gonzalo Su�rez. Director: Gonzalo Su�rez.
Basada en la obra teatral Divinas palabras. Tragicomedia de aldea.
Adaptaci�n: Juan Ib��ez. Director: Juan Ib��ez.
  • Luces de bohemia (Espa�a, 1985).
Basada en la obra teatral Luces de Bohemia. Esperpento.
Adaptaci�n: Mario Camus. Director: Miguel �ngel D�ez.
Basada en la obra teatral Divinas palabras. Tragicomedia de aldea.
Adaptaci�n: Jos� Luis Garc�a S�nchez y Enrique Llovet. Director: Jos� Luis Garc�a S�nchez.
Basada en la novela Tirano Banderas. Novela de tierra caliente.
Adaptaci�n: Rafael Azcona y Enrique Llovet. Director: Jos� Luis Garc�a S�nchez.

Televisi�n

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  • La cabeza del Bautista (Espa�a: Escuela Oficial de Cinematograf�a, 1967).
Basada en la obra teatral La cabeza del Bautista. Novela macabra.
Adaptaci�n: Manuel Revuelta. Director: Manuel Revuelta.
  • Comedias b�rbaras (Espa�a: RTVE, 1968).
Basada en la serie de obras teatrales Comedias b�rbaras.
Adaptaci�n: Luis de Castresana. Director: Pascual Cervera.
  • La infanzona de medinica (Espa�a: RTVE, 19?).
Basada en la �Clave IX: La infanzona de medinica� de la obra po�tica La pipa de kif.
Adaptaci�n: Jos� Luis Font Espina. Director: Jos� Luis Font Espina.
  • �guila de blas�n (Espa�a: RTVE, 1974).
Basada en la obra teatral �guila de blas�n. Comedia b�rbara.
Adaptaci�n: Jos� Manuel Fern�ndez. Director: Jos� Antonio P�ramo.
  • La marquesa Rosalinda (Espa�a: RTVE, 1981).
Basada en la obra teatral La marquesa Rosalinda. Farsa sentimental y grotesca.
Director: Francisco Montolio.
  • Sonata de est�o (Espa�a: RTVE, 1982).
Basada en la novela Sonata de est�o. Memorias del Marqu�s de Bradom�n.
Adaptaci�n: Enrique Llovet. Director: Fernando M�ndez-Leite.
  • Sonata de primavera (Espa�a: RTVE, 1982).
Basada en la novela Sonata de primavera. Memorias del Marqu�s de Bradom�n.
Adaptaci�n: Enrique Llovet. Director: Enrique Llovet.
  • Martes de carnaval (Espa�a: RTVE, 2009).
Basada en la serie de esperpentos teatrales Martes de Carnaval. Esperpentos, que incluye Los cuernos de don Friolera. Esperpento, Las galas del difunto y La hija del capit�n. Esperpento.
Adaptaci�n: Rafael Azcona y Jos� Luis Garc�a S�nchez. Director: Jos� Luis Garc�a S�nchez.

V�ase tambi�n

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Notas

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  1. Por fallecimiento.
  2. Puesto de nueva creación que no tuvo continuidad posterior.
  3. Dimisión a petición propia. No se publicó decreto oficial alguno con cese o admisión de la dimisión.
  4. Nacido Ramón José Simón Valle Peña, léase la sección correspondiente para detalles sobre su nombre.
  5. Como en «Aromas de Leyenda. Versos en loor de un Santo Ermitaño» (1907). VALLE-INCLÁN, Ramón María DEL. Aromas de Leyenda. Versos en loor de vn Santo Ermitaño, por Don Ramón María del Valle-Ynclán. Madrid: Villavicencio Editor, 1907.
  6. Ésta es una colaboración que realiza para la sección de «Juventud militante. Autobiografías» en la revista Alma Española (1903). Curiosamente, aunque lo firma como «R. del Valle-Inclán», se enuncia a sí mismo en el texto mismo como «Ramón María del Valle-Inclán». VALLE-INCLÁN, Ramón DEL. «Juventud militante. Autobiografías». En: Alma Española, n. 8, 27 de diciembre de 1903, p. 7. ISSN 1885-4702.
  7. Es esta una composición versificada en endecasílabo galaico, que a petición del propio Valle-Inclán realiza su amigo Rubén Darío, con objeto de que fuera el proemio de su obra Voces de gesta (1912).
  8. En la biblioteca paterna tuvo acceso a los clásicos españoles y a los románticos en boga; leyó Don Quijote y las Novelas ejemplares de Cervantes y el Quevedo de la BAE, mientras que en la de su profesor de francés y amigo de su padre Jesús Muruáis accedió a la literatura francesa (Alberca & González 2002: 46).
  9. Entre sus amigos se encontraban los hermanos Moisés y Augusto González Besada y Mein, Pedro Seoane, Camilo Bargiela y Enrique Labarda (Alberca & González 2002: 47-53).
  10. a b Existe una versión facsimilar de todos los números conocidos, realizada por el Grupo de Investigación Valle-Inclán. GRUPO DE INVESTIGACIÓN VALLE INCLÁN. SANTOS ZAS, Margarita (dir.). Café con gotas. Semanario satírico ilustrado (1886-1892). Santiago de Compostela: Servizo de Publicacións e Intercambio Científico. Universidade de Santiago de Compostela, 1999. ISBN 84-8121-775-1. ISBN 978-84-8121-775-9.
  11. «Valle era una especie de predestinado de la literatura, pues, como cuenta el La lámpara maravillosa y en múltiples declaraciones públicas, se sintió atraído a partes iguales por la literatura y la aventura. [...] La literatura le permitió poder cumplir en la ficción ese anhelo aventurero, al proyectar en sus héroes lo que la experiencia real le negó la mayoría de las veces» (Alberca & González 2002: 52-53).
  12. El valleinclanista Robert Lima menciona esta estancia en Italia que sin existir documentación sobre ella resulta improbable y solo se sostiene por referencias a ella del propio Valle-Inclán en su artículo Psiquismo publicado en México en 1892 y por reconocer en sus escritos cierto conocimiento de Italia. «Esta hipótesis de la estancia en Italia, de haber sido cierta, hubiera permitido “rellenar” ese año largo que va de marzo de 1890 [...] hasta el 7 de junio de 1891» (Alberca & González 2002: 55-56).
  13. La ambientación italiana y las descripciones del palacio que aparecen en la Sonata de Primavera han dado pie a la teoría de una posible visita a Viareggio y Pianore donde habría presentado sus respetos a Carlos VII y doña Margarita así como a la ciudad de Gaeta símbolo de la resistencia borbónica legitimista. Gambini, Daniela (2014), La Sonata de Primavera de Valle-Inclán. Un caleidoscopio intertextual e hipertextual. Ed. Renacimiento
  14. Tal como lo definía Ramón Gómez de la Serna: «la mejor máscara a pie que cruzaba la calle de Alcalá. Sus polainas blancas aparecen siempre intachables y no son pretenciosos botines de cuatralbo, sino, usando una metáfora suya, prendas de "gallo polainero"» (Gómez de la Serna 1944: 35).
  15. El lance de honor era entre un joven aristócrata andaluz, López del Castillo, y el caricaturista portugués Tomás Leal da Câmara, que noches atrás habían tenido sus diferencias en el Paseo de la Castellana sobre el valor personal de lusos e hispanos.
  16. José María Carretero Novillo 'El Caballero Audaz', en entrevista con el propio Valle-Inclán, éste le cuenta en relación a la herida primera que «Él [Manuel Bueno], en el acaloramiento de la controversia, me sujetó la mano y al apretar me clavó el gemelo aquí en el mismo canto de la muñeca»; y en relación a su amputación: «Y aquel mismo día me amputaron el brazo por encima del codo; mas la infección ya se había corrido y tuvieron que volver a cortar al día siguiente por el mismo hombro». EL CABALLERO AUDAZ. «Nuestras entrevistas. Don Ramón del Valle-Inclán». En: La Esfera, 6 mar. 1915, n. 62, pp. 8-9. ISSN 1577-0389.
    Por ora parte, el informe médico de la amputación dice así: «Don Manuel Barragán y Bonet, Doctor en Medicina y Cirugía, domiciliado en la Corredera Baja, 37, certifica que en la Casa de Salud «Santa Teresa», Paseo de la Castellana n.° 7 antiguo, amputó el brazo izquierdo por su tercio inferior a Don Ramón del Valle-Inclán, el día 12 del corriente a consecuencia de una fractura con [ilegible, conminuta?] con herida de los huesos del antebrazo. Y para que pueda procederse a la inhumación expido la presente en Madrid a 14 de agosto de 1899, M. Barragán».
    Juan Antonio Hormigón Blánquez y Javier y Joaquín del Valle-Inclán Alsina han demostrado que los bastonazos de Manuel Bueno le produjeron, además de una herida en la cabeza que sangraba aparatosamente, la fractura conminuta de los huesos del antebrazo izquierdo, es decir fragmentados en trozos muy pequeños, que le hicieron numerosas heridas internas. Por tanto, era una lesión muy seria y no un simple rasguño del gemelo de la camisa, como tantas veces se ha dicho (Alberca & González 2002: 11-12).
  17. Con motivo del cincuentenario del fallecimiento de Valle-Inclán, otro periodista Luis Calvo Andaluz, retomaría en su relato la versión de Tomás Orts Ramos, aunque no lo cite. CALVO ANDALUZ, Luis. «Origen y arrequives esperpénticos de la pérdida de un brazo». En: ABC, 4 ene. 1986, Sábado Cultural, pp. VI-VII. ISSN 1136-0143.
  18. Revista en la que Miguel de Unamuno escribe dos conocidos artículos: «Muera Don Quijote» y «Renovación».
  19. VALLE-INCLÁN, Ramón DEL. Sonata de Invierno. Memorias del Marqués de Bradomín. Madrid: Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1905. En la posterior edición de 1933, supervisada por el autor, publicada una vez finalizado el proceso de divorcio del matrimonio con el proceso judicial correspondiente el año anterior, la dedicatoria desaparece.
  20. Según opinión de Manuel Alberca y Cristóbal González: «Nuestra hipótesis está avalada también por el altercado provocado por Valle en el teatro Pérez Galdós de Las Palmas el 9 de diciembre de 1906, […] en la crónica del suceso Josefina es presentada en todo momento como la esposa del escritor» (Alberca & González 2002: 103).
  21. El Maharajá de Kapurthala (Raja-i-Rajgan Maharásh Sir Jagatjit Singh) se encontraba en Madrid exclusivamente con motivo de los esponsales del rey Alfonso XIII, y ante sus peticiones, Anita Delgado, de dieciséis años de edad, en un principio no accede. Desde París insiste y pide a Anita Delgado que se case con él. En un principio ella no acepta, pero en una de las cartas que le envía le comunica al fin que se casará con él. Esta carta llega a manos de Julio Romero de Torres y Valle-Inclán, antes de que fuera enviada a Francia, observando el lenguaje sencillo y las numerosas faltas de ortografía, redacta una nueva misiva que convierte la aceptación de matrimonio de Anita Delgado en una poética declaración de amor hacia el maharajá de Kapurthala.
  22. Querido Darío:
    Vengo a verle después de haber estado en casa de nuestro pobre Alejandro Sawa. He llorado delante del muerto por él, por mí y por todos los pobres poetas. Yo no puedo hacer nada, usted tampoco, pero si nos juntamos unos cuantos algo podríamos hacer.
    Alejandro deja un libro inédito [Iluminaciones en la sombra]. Lo mejor que ha escrito. Un diario de esperanzas y tribulaciones.
    El fracaso de todos los intentos para publicarlo y una carta donde le retiraban una colaboración de sesenta pesetas que tenía en El Liberal, le volvieron loco durante los últimos días. Una locura desesperada. Quería matarse. Tuvo el fin de un rey de tragedia: murió loco, ciego y furioso.
  23. La guerra europea. Palabras de algunos españoles. El manifiesto fue traducido al francés y publicado en numerosos periódicos de los países aliados. En España lo hicieron los diarios El Liberal y El País y el semanario España:«Manifiesto de adhesión a las naciones aliadas». En: España. Semanario de la Vida Nacional, 9 de julio de 1915, n. 24, pp. 6-7. ISSN 2171-2549.
  24. Jorge Devoto Valle-Inclán refiere que Ramón del Valle-Inclan no solo se limitó a firmarlo sino que debió tener participación activa en su génesis, por la existencia de un borrador de un listado autógrafo de sus firmantes. DEVOTO DEL VALLE-INCLÁN, Jorge (ed.); VALLE-INCLÁN, Ramón DEL. Mi bisabuelo / por Ramón del Valle-Inclán. Facsímil del manuscrito autógrafo. Santiago de Compostela: Servizo de Publicacións e Intercambio Científico. Universidad de Santiago de Compostela, 2007. ISBN 978-84-9750-787-5.
  25. Del carácter de las relaciones establecidas con los paisanos del lugar durante todo ese tiempo en la aldea gallega da buena cuenta su hijo Carlos Luis cuando, con doce años, un periodista le entrevista en 1929, y a la pregunta de si conoce alguna anécdota de la vida de su padre, le contesta:
    Papá ha nacido en Villanueva de Arosa, un pueblecito de la ría gallega. Después ha vivido ocho años en el pazo de la Merced, próximo a la Puebla del Caramiñal, donde yo nací. Pues bien: los vecinos de la aldea nos tenían un respeto extraño. Y llegaron a decir que mi papá subía por las noches al cielo para hablar con los astros mientras ellos dormían.
    ANGULO, Julio. «Una hora con Carlos Luis del Valle-Inclán». En: Heraldo de Madrid. Madrid, 12 jun. 1929, vol. 39, n. 13532, p. 7. ISSN 2171-0090. Reproducida en: VALLE-INCLÁN ALSINA, Joaquín DEL. «Otras entrevistas y cartas olvidadas». En: «Curiosidades de Valle-Inclán» (recurso electrónico en línea). Archivado el 25 de abril de 2012 en Wayback Machine. Madrid: Fundación Zuloaga, 2011.
  26. «Al propio tiempo ha acordado S.M. que por tratarse de una enseñanza de índole especial y de finalidad propia y distinta de la de enseñar á los alumnos á ejecutar obras de arte, se desempeñe por un literato y publicista de reconocido prestigio, y que ya esté sancionado por la crítica y la opinión como garantías de acierto.» MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. «Real Orden, de 18 de julio de 1916, creando en la Escuela especial de Pintura, Escultura y Grabado la asignatura de Estética de las Bellas Artes, disponiendo sea desempeñada dicha enseñanza por un literato y publicista de reconocido prestigio». En: Gaceta de Madrid, 22 de julio de 1916, n. 204, p. 204.
  27. Joaquín Argamasilla de la Cerda y Bayona, marqués de Santacara, es la persona que en 1920 fundaría y presidiría la Sociedad Española de Estudios Metapsíquicos. En 1926 saltó a la prensa el denominado «caso Argamasilla», una denuncia de fraude y engaño por los espectáculos públicos basados en supuestos «fenómenos supranormales» de los que hacía gala su joven hijo, Joaquín Argamasilla de la Cerda y Elio. Puede verse una sinopsis del «caso Argamasilla», con la comisión de investigadores que se formó para su estudio, y las declaraciones de apoyo de Valle-Inclán, así como sus ideas y fervientes creencias acerca de dichos «fenómenos supranaturales» en: VALLE-INCLÁN ALSINA, Joaquín DEL. «Otras entrevistas y cartas olvidadas». En: «Curiosidades de Valle-Inclán» (recurso electrónico en línea). Archivado el 25 de abril de 2012 en Wayback Machine. Madrid: Fundación Zuloaga, 2011.
  28. El «Teatro Fernando de Rojas» del Círculo de Bellas Artes de Madrid se estrenó el 19 de diciembre de 1926 por el propio Valle-Inclán con su compañía, «El cántaro roto», representando la obra Ligazón.Auto para siluetas.
  29. En carta al director de El Sol, publicada el 26 de junio de 1932, expone los motivos de su dimisión.
  30. Puede encontrarse una relación más pormenorizada de lo acaecido: GARCÍA FERNÁNDEZ, Javier. «La regulación y la gestión del Patrimonio Histórico-Artístico durante la Segunda República (1931-1939)». En: Revista Electrónica de Patrimonio Histórico (e-rph), dic. 2007, n. 1. ISSN 1988-7213. Archivado el 13 de junio de 2016 en Wayback Machine., en el § f) El Conservador General del Tesoro Artístico Nacional. Archivado el 31 de mayo de 2012 en Wayback Machine.
  31. En la convocatoria del premio Fastenrath 1931 las obras a concurso debían ser novelas, publicadas entre los años 1927 y 1931, ambos inclusive. Valle-Inclán presenta sus tres últimas publicadas, de las que dos serán seleccionadas como finalistas, Tirano Banderas y la La corte de los milagros. A éstas se le unen Semana de pasión, de Mariano Tomás López; El tesoro de los monfíes de Ángel Menoyo Portolés; y El convento de los reyes, de Guillermo Hernández Mir. En la primera sesión, la primera votación dio el resultado de Tirano Banderas 11 votos, Semana de pasión 8 votos y El tesoro de los monfíes 6 votos. La segunda votación dio el resultado de Semana de pasión 13 votos, Tirano Banderas 12 votos, y 1 voto en blanco. En la segunda sesión, la tercera votación dio el resultado de La corte de los milagros 10 votos, Semana de pasión 5 votos, Tirano Banderas 2 votos, y 8 votos en blanco. Después de dos sesiones y tres votaciones, al no obtener ninguna obra la mayoría absoluta de votos favorables, el premio se declaró desierto. En: «Sobre el premio Fastenrath». En: ABC, 21 may. 1932, p. 31. ISSN 1136-0143.
  32. El acto se celebró el 7 de junio de 1932, en el Hotel Palace, y es presidido por el escultor Juan Cristóbal González Quesada y presentado por Miguel de Unamuno; acuden, entre otros, Américo Castro; Jiménez de Asúa; Secundino Zuazo; Ros; el maestro Amadeo Vives; Victorio Macho; Pío del Río Hortega; Fernando de los Ríos Urruti, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes; Pedro Rico López, alcalde de Madrid; Genaro Estrada Félix, embajador de México; Cortesão, embajador de Portugal.
  33. Los candidatos eran cinco: Antonio Bartolomé y Mas; Eduardo García del Real; Antonio Madinaveitia; Miguel de Unamuno, con 146 votos fue el segundo más votado; y Valle Inclán, con 311 votos fue el más votado (Ruiz Salvador 1976: 152-153).
  34. Manuel Azaña, aunque le postuló para sucederle en el cargo de presidente en dichas elecciones, escribió en su diario: «Valle no durará en la presidencia porque él solo se basta para armar líos donde no los hay. Pero allá cuidados» (Ruiz Salvador 1976: 151).
  35. En la correspondencia epistolar de Valle-Inclán mantenida con su amigo el pintor Ignacio Zuloaga y custodiada en el Museo Zuloaga (Zumaia), se puede trazar como se gestó el nombramiento y las dificultades que tenía su candidatura de acuerdo a quienes tenían que evaluarla. Véase GÓMEZ DE CASO ESTRADA, Mariano. «Valle-Inclán, los Zuloaga y otros» (en línea). En: El Pasajero. Revista de Estudios sobre Ramón del Valle-Inclán, 2010, n. 25. ISSN 1576-1320.
    El apoyo de
    Ignacio Zuloaga fue también público con la publicación de un manifiesto en prensa.
  36. «El número definitivo de cuentos y su ordenación no es casual, pues tal como señala Garlitz responde a una cuidada simetría, en la que el primer cuento se empareja con el último, el segundo con el penúltimo y así hasta completar ocho círculos entorno a «Mi hermana Antonia», situado en el centro del círculo como relato “fantástico simbolista”(Alicia Ramos, apud Garlitz, 230)» TROUILLHET MANSO, Juan. «Historias de brujas, doncellas y endemoniados: Valle-Inclán frente a lo fantástico, de la narrativa al teatro» (en línea). En: El Pasajero. Revista de Estudios sobre Ramón del Valle-Inclán, 2009, n. 24. ISSN 1576-1320.

Referencias

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  1. José Luis García Martín (22 de enero de 2012): «Un divorcio y otras historias», La Opinión A Coruña. Consultado el 20 de enero de 2021.
  2. a b Comeseña, Alfredo (2021). Tinta, tierra y tradición. Ramón María del Valle-Inclán y el carlismo. Reino de Cordelia. pp. 50-53. ISBN 978-84-18141-63-8. 
  3. Valle-Inclán, Joaquín del. Ramón Valle-Inclán. Genial, antiguo y moderno. Barcelona: Espasa. pp. 20-21. 
  4. Santos Zas, Margarita (1993). Society of Spanish and Spanish-American Studies,, ed. Tradicionalismo y literatura en Valle-Inclán: 1889-1910. Colorado, EUA. p. 412. ISBN 9780892950683. 
  5. Pedraza y Rodríguez 2001, p. 601.
  6. Gómez de la Serna, 1944.
  7. a b «Valle-Inclán». En: Grandes personajes. Madrid: Editorial Labor, 1992.
  8. José Rubia Barcia (1983), Mascarón de proa, Edicios do Castro.
  9. Comesaña, Alfredo (2021). Tinta, tierra y tradición. Ramón María del Valle-Inclán y el carlismo. Madrid: Reino de Cordelia. pp. 57-63. 
  10. AUBRUN, Charles V. «Les débuts littéraires de Valle-Inclán». En: Bulletin Hispanique. Annales de la Faculté des Lettres de Bourdeaux, 1955, vol. 57, n. 3, pp. 331-333. ISSN 0007-4640. eISSN 1775-3821.
  11. Comesaña, Alfredo (2021). Tinta, tierra y tradición. Ramón María del Valle-Inclán y el carlismo. Reino de Cordelia. pp. 69-78. 
  12. El Faro de Vigo, número 7699.
  13. Españoles en la cultura cubana, Miguel Iturria Savón, Ediciones Renacimiento, Madrid, 2004, ISBN 84-8472-189-2 p. 117.
  14. Entrevista de Joaquín María del Valle Inclán Alsina con Isabel Bugallal, La Opinión A Coruña, 2 de junio de 2009
  15. Alberca & González 2002: 70.
  16. Francisco Madrid, (1943), La vida altiva de Valle Inclán, Buenos Aires, Poseidón, p. 54.
  17. GÓMEZ DE LA SERNA, Ramón. «Algunas versiones de cómo perdió el brazo don Ramón María del Valle-Inclán». En: Muestrario. Madrid: Biblioteca Nueva, 1918, pp. 273-287.
  18. UNO AL SESGO. «A los cuarenta y tantos de ver toros: recuerdos, reflexiones y cosas por el estilo de un aficionado». Barcelona: Editorial Lux, 1926, pp. 73-77.
  19. a b Comeseña, Alfredo (2021). Tinta, tierra y Tradición. Ramón María del Valle-Inclán y el carlismo. Madrid: Reino de Cordelia. pp. 107-108. ISBN 978-84-18141-63-8. 
  20. Caro Baroja, Julio (1966). «Recuerdos valleinclanescos-barojianos». Revista de Occidente: 307. 
  21. Comesaña, Alfredo (2021). Tinta, tierra y tradición. Ramón María del Valle-Inclán y el carlismo. Madrid: Reino de Cordelia. pp. 95-96. 
  22. Textos de Valle-Inclán en La Ilustración Española y Americana
  23. a b c Comesaña, Alfredo (2021). Tinta, tierra y tradición. Ramón María Valle-Inclán y el carlismo. Madrid: Reino de Cordelia. p. 179. 
  24. «Joaquín Argamasilla de la Cerda Bayona | Real Academia de la Historia». dbe.rah.es. Consultado el 17 de octubre de 2024. 
  25. a b c Comesaña Paz, Alfredo (2021). Tinta, tierra y tradición : Ramón María del Valle-Inclán y el Carlismo (1. edición en Reino de Cordelia edición). ISBN 978-84-18141-63-8. OCLC 1286684741. Consultado el 14 de enero de 2022. 
  26. Ramón María del Valle-Inclán, "Excitantes", conferencia pronunciada en el Teatro Nacional de Buenos Aires el día 28 de junio de 1910. Recogida en el "Apéndice I" de Obdulia Guerrero, Valle-Inclán y el novecientos... Madrid: EMESA, 1977, p. 143-144.
  27. Comesaña, Alfredo (2021). Tinta, Tierra y Tradición. Ramón María del Valle-Inclán y el carlismo. Madrid: Reino de Cordelia. pp. 207-209. 
  28. Citado por Obdulia Guerrero, Valle-Inclán y el novecientos. Apuntes para un estudio biográfico-literario. Madrid: EMESA, 1977, p. 105
  29. [1] La Voz de Galicia, 18 de septiembre de 2008.
  30. Comesaña, Alfredo (2021). Tinta, Tierra y Tradición. El carlismo en Ramón María del Valle-Inclán. Madrid: Reino de Cordelia. p. 192. 
  31. Valle-Inclán Blanco, Carlos del (1960). Fragmentos de una biografía inédita de Ramón María del Valle-Inclán que prepara su hijo Carlos del Valle-Inclán Blanco. Espasa Calpe. p. 7. 
  32. MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. «Real Orden, de 18 de julio de 1916, nombrando profesor especial de Estética de las Bellas Artes, vacante en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado a Don Ramón del Valle Inclán». En: Gaceta de Madrid, 22 de julio de 1916, n. 204, p. 204.
  33. MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. «Real Orden, de 1 de junio de 1917, confirmando en el cargo de profesor especial numerario de la asignatura de Estética de las Bellas Artes, de la Escuela especial de Pintura, Escultura y Grabado, a D. Ramón del Valle Inclán». En: Gaceta de Madrid, 4 de junio de 1917, n. 155, p. 615.
  34. DIRECCIÓN GENERAL DE BELLAS ARTES. «Admisión de la renuncia de la Cátedra de Estética de las Artes Plásticas, de la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, presentada por D. Ramón del Valle Inclán, y amortización de dicha cátedra» [10 de noviembre de 1919. En: Gaceta de Madrid, 22 de noviembre de 1919, n. 326, p. 862.]
  35. Martínez Torrón, Diego (2015). Vallé-Inclán y su leyenda al hilo de "El ruedo ibérico". Comares (Interlingua 142). ISBN 978-84-9045-305-6. 
  36. Valle-Inclán, Ramón María (2017). Diego Martínez Torrón, ed. El ruedo ibérico. Cátedra (Letras Hispánicas 772). ISBN 978-84-376-3524-8. 
  37. Ferrer Dalmau, Melchor (1960). Historia del Tradicionalismo Español. Tomo XXIX. Sevilla: Editorial Católica Española. p. 160. 
  38. MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. Decreto nombrando a D. Ramón del Valle Inclán Conservador general del Tesoro Artístico Nacional. En: Gaceta de Madrid, 2 sep. 1931, n. 245, p. 1595. Ref. 1931/07313.
  39. MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. «Decreto, de 27 de enero de 1932, encargando al Conservador general del Tesoro Artístico Nacional la organización, como Museo, del que fue Real Sitio de Aranjuez». En: Gaceta de Madrid, 29 de enero de 1932, n. 29, p.732. Ref. 1932/00725.
  40. MINISTERIO DE ESTADO. «Decreto, de 8 de marzo de 1933, nombrando Director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma a D. Ramón María del Valle Inclán». En: Gaceta de Madrid, 11 de marzo de 1933, n. 70, p. 1898.,
  41. MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA. GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR.«Orden haciéndose cargo este Departamento de la educación de los hijos de don Ramón del Valle-Inclán, y concediendo a la viuda de este ilustre escritor la subvención anual de 12.000 pesetas». En: Gaceta de la República. Diario Oficial, 23 dic. 1937, n. 357, pp. 1387-1388. Ref. 1937/26864.
  42. De acuerdo a la legislación española vigente sobre derechos de propiedad intelectual, para autores fallecidos antes 7 de diciembre de 1987, su obra pasará a ser de dominio público el 1 de enero del año siguiente, pasados 80 años desde su muerte. Por analogía se procede de la misma manera para las obras seudónimas o anónimas, colectivas y en colaboración.
  43. SANTOS ZAS, Margarita. «Los manuscritos de Valle-Inclán: inéditos». En: Anuario Valle-Inclán, 2008, vol. 7, pp. 5-10 | Anales de la Literatura Española Contemporánea, 2008, vol. 33, n. 3, pp. 417-422. ISSN 0272-1635.

Bibliografía

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Enlaces externos

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Portales especializados valleinclanianos

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Portales especializados y generalistas con secci�n valleinclaniana

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Portales especializados de la Edad de Plata

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Ficha informativa ACAMFE.

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Publicaciones peri�dicas valleinclanianas

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Tributos y noticias valleinclanianas en prensa

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  • El Cultural, 20-26 de enero de 2012, �Desmontando a Valle�.
repositorio 1. Archivado el 22 de mayo de 2022 en Wayback Machine.
repositorio 2.

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Tributos personales y portales did�cticos valleinclanianos

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Obras y adaptaciones

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Adaptaci�n: Rafael Azcona y Jos� Luis Garc�a S�nchez. Director: Jos� Luis Garc�a S�nchez.
Cap�tulo 1: Los cuernos de don Friolera.
Cap�tulo 2: Las galas del difunto.
Cap�tulo 3: La hija del capit�n.

Documentales y docudramas

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Guion: Silvio Mart�nez. Director: Jos� Luis Garc�a S�nchez.