Aulo Hircio
Aulo Hircio | ||
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Informaci�n personal | ||
Nombre de nacimiento | Aulus Hirtius | |
Nacimiento |
c. 90 a. C. Ferentino (Italia) | |
Fallecimiento |
21 de abril de 43 a. C.jul. M�dena (Italia) | |
Causa de muerte | Muerto en combate | |
Sepultura | Campo de Marte | |
Informaci�n profesional | ||
Ocupaci�n | Historiador de la Antigua Roma, pol�tico de la Antigua Roma, militar de la Antigua Roma e historiador | |
Cargos ocupados |
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Aulo Hircio (en lat�n, Aulus Hirtius A. f.; m. 43 a. C.) fue un pol�tico y militar romano, amigo personal de Julio C�sar.[1]
Primeros a�os
[editar]Hircio era miembro de una familia plebeya originaria probablemente de Ferentinum en el territorio de los h�rnicos.[2]
En el 58 a. C. fue legado de Julio C�sar durante la campa�a de las Galias, pero fue m�s frecuentemente empleado como negociador que como un soldado. En 50 a. C. fue enviado a Roma con una carta para Lucio Balbo y su llegada en medio de la noche caus� gran alarma, sobre todo en Pompeyo.[3]
Guerra civil
[editar]Hircio regres� a la Galia hasta el estallido de la guerra civil en el 49 a. C. y se encontraba en Roma cuando Pompeyo huy� de Italia, momento en el que el joven Quinto Cicer�n obtuvo una audiencia con C�sar.[4] Se desconoce si acompa�� a C�sar a Hispania o permaneci� en Roma con Balbo y otros cesarianos para velar por sus intereses en la capital. Es posible que fuera uno de los diez pretores nombrados por C�sar para el a�o 46 a. C.[5] y que fuera uno de los expretores que recibieron los ornamentos consulares.[6] Ya sea como pretor o como prefecto de la ciudad, pudo haber sido el autor de la Lex Hirtia por la que se exclu�a a los pompeyanos de las magistraturas.[7]
En el 47 a. C., despu�s de finalizar la guerra de Alejandr�a, Hircio se reuni� con C�sar en Antioqu�a e intercedi� por Quinto Tulio Cicer�n.[8] Al a�o siguiente estaba presente en los juegos de Praeneste y vivi� un tiempo en Tusculum, en una villa contigua a la de Cicer�n,[9] mientras C�sar estaba en �frica. All� Cicer�n le dio lecciones de oratoria e Hircio le ense�� los secretos de la cocina y de la buena mesa.[10]
Hircio mantuvo correspondencia con C�sar durante la guerra de �frica.[11] Dej� su villa tusculana para reunirse con �l a su regreso a Italia,[12] y lo acompa�� a Roma. Al a�o siguiente (45) no lo acompa�� en su segunda campa�a en Hispania, pero lo sigui� hasta Narbona y, desde all�, mediante una carta fechada el 18 de abril del 45 a. C. anunci� a Cicer�n la derrota de los pompeyanos.[13]
Hacia el consulado
[editar]En 44 a. C. se le encargó el gobierno de la Galia Bélgica, pero envió un legado,[14] y permaneció en Roma asistiendo a César que lo nombró cónsul para el año 43 a. C. junto a Cayo Vibio Pansa, su colega en el augurato.[15]
Aconsejó al dictador estar siempre protegido por guardias, pero César no le hizo caso.[16] A la muerte de Julio César, como cesariano que era, se encontró enfrentado a Cicerón y al Senado, a sus asesinos, y también a Marco Antonio. Como Hircio no estaba calificado para enfrentar los acontecimientos, se refugió en Puteoli, escapando de la arrogancia de Antonio y del matonaje de los veteranos,[17] e hizo de vez en cuando de mediador entre este último y los cesaricidas.[18] Durante su retiro Ático le solicitó su ayuda para proteger sus propiedades cerca de Buthrotum en Epiro de los veteranos que César había establecido en la vecindad.[19] A Bruto y Casio, que habían solicitado su ayuda, les aconsejó no volver a Roma, donde según él no estarían seguros.[18]
En los baños de Puteoli, en abril del 44 a. C., el trato entre Hircio y Cicerón se renovó y el orador volvió a dar lecciones de oratoria a Hircio y Vibio Pansa.[20] Hircio dejó Campania para asistir al Senado convocado por Antonio para el primero de junio,[21] pero, al verse en peligro por los veteranos de guerra, regresó a su casa tusculana.[22] En otoño de este año, Hircio no pudo asistir al Senado debido a una enfermedad [23] de la cual nunca se recuperó completamente.[24] Según Cicerón, el pueblo ofreció votos por su recuperación.
Consulado
[editar]De acuerdo a un decreto del Senado aprobado en el mes de diciembre,[25] Hircio y Pansa convocaron al Senado para el 1 de enero de 43 a. C. donde tomaron posesión como cónsules. Después de los sacrificios habituales, se procedió a resolver sobre la rogativa de honores a Octaviano, Décimo Bruto y a las legiones cuarta y martia. El debate fue abierto por Hircio y su colega, quienes declararon su apego a la constitución vigente y exhortaron al Senado a tomar un compromiso similar.[26] La discusión duró cuatro días. En el segundo día, el decreto de honores a Bruto, Octaviano y las legiones se aprobó,[27] pero tras cuatro días, Cicerón y la oligarquía fracasaron en su intento de declarar a Antonio enemigo público.[28]
Se resolvió —y la resolución fue apoyada por Hircio y el partido cesariano— intentar una negociación con Antonio; con este fin se enviaron delegados a su campamento en Mutina. Hircio, mediante sorteo, fue enviado en febrero, aunque todavía estaba debilitado por su enfermedad, a la Galia Cisalpina. De inmediato atacó los puestos de avanzada de Antonio y lo expulsó de Claterna para, a continuación, unir sus fuerzas con las de Octaviano en Forum Cornelii donde, como cónsul, tomó el mando supremo y puso a los dos ejércitos en sus cuarteles de invierno.[29]
Hircio no deseaba abrir (al menos no de inmediato) hostilidades con Antonio.[30] Este, obligado a dividir sus fuerzas, envió una carta a Hircio y Octaviano de manera conjunta argumentando que ambos eran víctimas de Cicerón y de su facción, que buscaban debilitar y dividir al partido cesariano. Sin responderla, Hircio envió este escrito al Senado.
Hircio tuvo algunas semanas de inactividad, aunque no descuidó enviar suministros a Mutina o apoyar a Décimo Bruto para resistir los ataques incesantes de Antonio y de la hambruna.[31] Hacia finales de marzo su colega Pansa cruzó los Apeninos y llegó a Bononia, que Hircio y Octaviano ya habían tomado, siendo derrotado por Antonio en Forum Gallorum, donde fue mortalmente herido en la batalla.[32]
Hircio compensó este desastre con un ataque a las fuerzas de Antonio que regresaban a su campamento en Mutina. Honores por su victoria, a moción de Cicerón, fueron decretados por el Senado a Hircio.[33] El 27 de marzo atacó Mutina y, aunque Antonio fue derrotado completamente, Hircio cayó en combate.[34] Octaviano envió los restos de los dos cónsules, con una numerosa escolta, a Roma, donde fueron recibidos con honores extraordinarios y enterrados en el campo de Marte. El dolor y la consternación por su caída fue general; y los encargados de los funerales se negaron a aceptar alguna recompensa por su entierro.[35] El día de su muerte se convirtió en un hito en la cronología romana.[36]
Para Octaviano la muerte de Hircio y de Pansa fue tan oportuna que fue acusado por muchos de asesinarlos.[37]
Es también conocido por su faceta de escritor, pues completó los escritos de Julio César La guerra de las Galias (se le atribuye el prólogo del libro VIII y se cree que es el autor de la totalidad de dicho libro) y La guerra civil (escribió La guerra de Alejandría).
Referencias
[editar]- ↑ Cicerón, Philippicae, XIII, 11.
- ↑ Gruen, 1995, p. 116.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum VII, 4.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum X, 4-5 y 11.
- ↑ Dion Casio, Historia romana, XLII, 51.
- ↑ Suetonio, De vita Caesarum, «Caesar», 76.
- ↑ Cicerón, Philippicae, XIII, 16.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum, XI, 20.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum, XII, 2.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, VII, 33; ibíd., IX, 6; ibíd. XVI, 18; Suetonio, De claris rhetoribus, 1.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, IX, 6.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, IX, 18.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum, XII, 37.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum XIV, 9.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, XII, 25; ibíd. Philippicae, VII, 4.
- ↑ Veleyo Patérculo, Historia romana, II, 57; Plutarco, Vidas paralelas, «César», 57; Suetonio, De vita Caesarum, «Caesar», 86; Dion Casio, Historia romana, XLIV, 7; Apiano, De bellis civilibus, II, 107; Cicerón, Epistulae ad Atticum, XIV, 22.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, XVI, 24; ibíd., Epistulae ad Atticum XIV, 9 y 11.
- ↑ a b Cicerón, Epistulae ad familiares, XI, 1.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum, XV, 1 y 3; ibíd., XVI, 16.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum, XIV, 12 y 22; Suetonio, De claris rhetoribus, 1.
- ↑ Ciceron, Epistulae ad Atticum, XV, 5.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad Atticum, XV, 6.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, XII, 22.
- ↑ Cicerón, Philippicae, I, 15; ibíd., VII, 4; ibíd., X, 8.
- ↑ Cicerón, Philippicae, III; ibíd., Epistulae ad familiares, XI, 6.
- ↑ Cicerón, Philippicae V, 1, 12, 13 y 35; ibíd., VI, 1; Dion Casio, Historia romana, XIV, 17; Apiano, De bellis civilibus, III, 50.
- ↑ Apiano, De bellis civilibus, III, 51-64; Cicerón, Philippicae, VII, 4; ibíd., XI, 8; ibíd., XIII, 10; Dion Casio, Historia romana, XLVI, 29; Plutarco, Vidas paralelas, «Cicerón», 45; Veleyo Patérculo, Historia romana, II, 61; Suetonio, De vita Caesarum, «Augustus», 10; Tácito, Anales, I, 10.
- ↑ Cicerón, Philippicae, VI, 3.
- ↑ Apiano, De bellis civilibus, III, 65; Cicerón, Epistulae ad familiares, XII, 5.
- ↑ Dion Casio, Historia romana, XLVI, 35.
- ↑ Frontino, Strategemata, III, 13 y 14; Plinio el Viejo, Historia natural, X, 53.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, X, 30; Ovidio, Fastos, IV, 625.
- ↑ Cicerón, Philippicae, XIV.
- ↑ Cicerón, Epistulae ad familiares, X, 30 y 33; ibíd., XI, 9, 10 y 13; ibíd., XII, 25; ibíd. Philippicae, XIV, 9, 10 y 14; Apiano, De bellis civilibus, III, 66-71; Dion Casio, Historia romana, XLVI, 36-39; Plutarco, Vidas paralelas, «Antonio», 17; ibíd., «Cicerón», 45; Veleyo Patérculo, Historia romana, II, 61; Tito Livio, Epítome, 119; Eutropio, Brevario, VII, 1; Orosio, Historiae adversus paganos, VI, 18; Zonaras, Epitomé historion, X, 14.
- ↑ Valerio Máximo, Hechos y dichos memorables, V, 2 y 10; Apiano, De bellis civilibus, III, 76; Veleyo Patérculo, Historia romana, II, 62.
- ↑ Ovidio, Tristia, IV, 10; Tibulo, Elegías, III, 5 y 18.
- ↑ Dion Casio, Historia romana, XLVI, 39; Suetonio, De vita Caesarum, «Augustus», 11; Tácito, Anales, I, 10.
Bibliografía
[editar]- Gruen, E. S. (1995). The Last Generation of the Roman Republic (en inglés). University of California Press. ISBN 0520201531.
Enlaces externos
[editar]- Wikisource contiene obras originales de o sobre Aulo Hircio.
- Aulo Hircio: Comentarios de la Guerra de Alejandría.
- Texto español en el sitio de la Biblioteca de Clásicos Grecolatinos.
- Aulo Hircio (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).
Predecesores: Cayo Julio César cos. V Marco Antonio |
Cónsul de la República romana junto con Cayo Vibio Pansa 43 a. C. |
Sucesores: Marco Emilio Lépido cos. II Lucio Munacio Planco |
- Hombres
- Nacidos en año desconocido
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