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Benito Laso de la Vega

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Benito Laso


Presidente de la Corte Suprema del Per�
7 de enero de 1854-11 de enero de 1855
Predecesor Francisco Javier Mari�tegui
Sucesor Francisco Javier Mari�tegui

7 de enero de 1850-7 de enero de 1851
Predecesor Manuel P�rez de Tudela
Sucesor Nicol�s de Aran�bar


Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del Per�
25 de agosto de 1838-8 de noviembre de 1838
Presidente Agust�n Gamarra
Predecesor Manuel de la Cruz M�ndez
Sucesor Ram�n Castilla

29 de julio de 1839-13 de noviembre de 1839
Presidente Agust�n Gamarra
Predecesor Ram�n Castilla
Sucesor Manuel del R�o

Ministro de Gobierno, Relaciones Exteriores, Negocios Eclesi�sticos, Instrucci�n P�blica y Beneficencia del Per�
20 de octubre de 1842-15 de marzo de 1843
Presidente Francisco de Vidal
Predecesor Agust�n Guillermo Char�n
Sucesor Manuel P�rez de Tudela


Diputado convencional suplente de la Rep�blica del Per�
por Huancan� (Puno)
12 de septiembre de 1833-11 de agosto de 1834

Informaci�n personal
Nombre de nacimiento Jos� Benedicto Laso de la Vega y Gonz�lez-Quijano
Nacimiento 20 de mayo de 1783
Arequipa, Bandera del Imperio espa�ol Virreinato del Per�
Fallecimiento 13 de enero de 1862 (78 a�os)
Lima, Per� Per�
Sepultura Cementerio Presb�tero Mat�as Maestro
Nacionalidad Peruana
Familia
Padres Jos� Nicol�s Laso de la Vega y Evarista Tadea Gonz�lez-Quijano y Velarde
C�nyuge Juana Manuela de los R�os y Tamayo de Mendoza
Petronila Garc�a-Calder�n y Crespo
Hijos Juana Manuela Josefa Laso de la Vega y de los R�os, Jos� Francisco Laso de la Vega y de los R�os
Educaci�n
Educado en Seminario de San Jer�nimo Ver y modificar los datos en Wikidata
Informaci�n profesional
Ocupaci�n Abogado, magistrado, periodista

Jos� Benedicto Laso de la Vega y Gonz�lez-Quijano, m�s conocido como Benito Laso (Arequipa, 20 de mayo de 1783 - Lima, 13 de enero de 1862), fue un magistrado, periodista, poeta y pol�tico peruano. Fundador de la Independencia del Per� y representante del liberalismo autoritario. Profes� una rendida admiraci�n hacia el Libertador Bol�var. Fue diputado constituyente (1833-1834); ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (1838 y 1839); ministro de Instrucci�n y Negocios Eclesi�sticos (1842-1843); vocal de la Corte Suprema de Justicia (1839-1860) y presidente de la misma en 1850 y 1854. Sus ideas liberales se traslucen en todas sus actividades p�blicas y en pol�micas que sostuvo con el cl�rigo conservador Bartolom� Herrera. Critic� a la Iglesia y al Ej�rcito, pero a la vez colabor� con caudillos autoritarios y conservadores, como el general Agust�n Gamarra. Ya en sus a�os de ancianidad, radicaliz� su liberalismo. R�gido y tenaz en defender sus principios, se autodenomin� el �Robespierre peruano�.

Nacimiento y estudios

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Nacido en Arequipa, sus padres fueron Jos� Nicol�s Laso de la Vega y Evarista Tadea Gonz�lez-Quijano y Velarde. Estudi� en el Seminario de San Jer�nimo de Arequipa, donde se le hizo la primera tonsura en 1800.[1]​ Junto con Jos� Mar�a Corbacho, Mariano Melgar, Francisco de Paula Quiroz, entre otros, form� parte de la Tertulia Literaria de Arequipa.[2]

Se recibi� como abogado ante la Real Audiencia del Cuzco el 5 de noviembre de 1807.[3]​ Fue inscrito en el Colegio de Abogados de Lima el 14 de febrero de 1811.[4]

Pr�cer de la Independencia

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En 1810 se cas� en Puno con Juana de los R�os, propietaria de unas minas en la intendencia de Puno.[3]​ Ya ganado a la causa de la independencia, mantuvo comunicaci�n con los patriotas rioplatenses que avanzaban por el Alto Per�, a quienes inform� sobre los movimientos de las fuerzas realistas.[1]​ Al instaurarse el Ayuntamiento Constitucional de Puno en 1813, fue elegido alcalde de segunda nominaci�n, destacando en su confrontaci�n con el representante del poder real, el intendente de Puno Manuel Quimper.[5][6]​ Desde Puno, secund� a la revoluci�n del Cuzco de 1814 acaudillada por Mateo Pumacahua y los hermanos Angulo, que se extendi� hasta Arequipa, La Paz y Huamanga (Ayacucho). Laso fue nombrado por los revolucionarios como jefe pol�tico y militar.[1][7]

Laso tuvo un importante papel en los acontecimientos revolucionarios desarrollados en Puno, tal como lo testimonia el mismo Quimper, quien en un informe que envi� al virrey Jos� Fernando de Abascal lo acus� de ser el principal revolucionario de la ciudad.[8]​ Quimper menciona tambi�n a otros dos personajes de Puno, Manuel Velarde y Ram�n de Echenique (alcaldes de primera y segunda nominaci�n, respectivamente, elegidos en 1814), como los otros principales revoltosos que apoyaron a los insurgentes del Cuzco.[9]

Tras la derrota de los patriotas en Umachiri (1815), Laso fue apresado por los realistas. Se salv� del fusilamiento por intercesi�n de su cu�ado Jos� Garc�a, y sobre todo, por el pago de un rescate de 5000 pesos. Fue confinado y luego desterrado a Tacna (1817). All� continu� manteniendo contacto con los movimientos rebeldes de Chile y Buenos Aires. Y a trav�s de su vigorosa pluma, tanto en prosa como en verso, sigui� haciendo propaganda a favor de la emancipaci�n.[3]

Convencido de que la independencia del Perú solo podía lograrse con ayuda exterior, en 1820 logró enviar una invocación al general José de San Martín, pidiéndole que viniera a libertar al Perú, lo que efectivamente ocurrió poco después.[10]

Colaboró en la campaña a los puertos intermedios (Tacna y Moquegua) que dirigió el teniente coronel Guillermo Miller entre marzo y julio de 1821. Junto con este oficial pasó a Lima, donde se reunió con el ejército libertador de San Martín, siendo nombrado secretario del general en jefe del ejército. Tras la proclamación de la independencia se le concedió el grado de teniente coronel. En calidad de auditor de guerra participó luego en las fracasadas Campaña de Intermedios de 1823. Fue tomado prisionero por los realistas y confinado en Copacabana (Alto Perú), donde permaneció hasta la capitulación de Ayacucho (1824).[1]

Durante la etapa de la independencia, se le atribuye la edición en Lima de una hoja titulada El Robespierre Peruano, donde hacía gala de su exaltado jacobinismo exigiendo represalias severas contra los españoles. En otra ocasión apoyó con su vigorosa pluma al gobierno de José de la Riva Agüero, nacido del golpe de Estado de febrero de 1823.[10]

Admirador de Bolívar

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Se hallaba en el Cuzco cuando, en enero de 1825, se creó por decreto de Simón Bolívar la Junta de Calificación encargada de distribuir empleos entre los ciudadanos calificados por su probidad, aptitudes y servicios. Dicho organismo se estableció en todo el país, y en el Cuzco fue presidido por Benito Laso e integrado por Agustín Cosío y Alzamora, Toribio Salas, Juan de Mata Chacón y Becerra, Justo Sahuaraura, José Feijoó, Juan Béjar, Bartolomé Arregui y Martín Gavino Concha.[11]​ En el Cuzco conoció al libertador Bolívar, que llegó a la ciudad imperial en su camino hacia el Alto Perú. Laso, que profesaba una rendida admiración al Libertador, le dedicó un discurso en las fiestas celebradas en honor a su llegada, el 24 de julio de 1825.[3]​ Por ese tiempo colaboró en el periódico oficial El Sol del Cuzco, dando énfasis a la crítica de las costumbres del clero. También editó un periódico anticlerical, El Censor Eclesiástico, en el que firmó con el pseudónimo de Tobías León (anagrama de su nombre)[12]​ Ese año fue nombrado vocal de la recién instalada Corte Superior de Justicia del Cusco.[13]

En representación de la provincia de Puno, fue uno de los sesenta y cinco diputados electos en 1825 por los colegios electorales y ratificados por la Corte Suprema, que fueron convocados para aprobar la Constitución Vitalicia auspiciada por Bolívar. Sin embargo, dicho congreso se quedó en juntas preparatorias pues un grupo mayoritario de dichos diputados decidieron no asumir sus funciones y solicitaron a Bolívar que convocara el Congreso el año siguiente.[14][15][16]​ Este grupo de diputados, entre los que estaba Laso, fue conocido como «los persas», en comparación con los diputados españoles que apoyaron en 1814 la restauración absolutista en España.[17][18]

Con motivo del anunciado retorno de Bolívar a Colombia, Laso suscribió el 24 de mayo de 1826 una Exposición en la que abogó en favor de la permanencia del Libertador para evitar las disputas por el poder. Jorge Basadre lo califica de «notable documento… Por la sobriedad en el estilo, la claridad en las ideas, la exactitud en los conceptos».[19]

Prefecto de Puno. Su plan de segregar el sur peruano

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Durante la dictadura de Bolívar fue nombrado prefecto de Puno. Se dice que por entonces ideó segregar el sur del Perú para convertirla en república independiente, para lo cual quiso entenderse con Agustín Gamarra, prefecto de Cuzco, y con Antonio Gutiérrez de la Fuente, prefecto de Arequipa.[20]​ Denunciado ante la autoridad de Lima, fue removido de su cargo de prefecto, poco antes del fin del régimen bolivariano.[12]

Presidente de la Corte Superior de Arequipa

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En 1825 fue nombrado vocal de la Corte Superior de Arequipa.[1]​ Tras la reacción nacionalista y antibolivariana que estalló en Lima en enero de 1827, fue destituido de dicho cargo y desterrado a Bolivia. Pero fue repuesto por el ministro José María de Pando, mediante el decreto de 17 de abril de 1830, ya bajo el primer gobierno de Agustín Gamarra.[21]

Por entonces enviudó y al cabo de un año contrajo segundas nupcias. En 1832, al renovarse el Poder Judicial, asumió la presidencia de la Corte Superior de Arequipa. Nuevamente sería destituido en 1836 por Andrés de Santa Cruz, el protector de la Confederación Perú-Boliviana.[1]

Diputado constitucional

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En 1833 fue elegido diputado por Huancan� ante la Convenci�n Nacional o asamblea constituyente convocada por el presidente Gamarra, ya en v�speras de finalizar su mandato.[22]​ En la sesi�n de dicha asamblea de 28 de junio de 1834, Laso justific� la atribuci�n de dicho poder del Estado en nombrar un presidente provisorio (que fue Luis Jos� de Orbegoso) invocando el imperio de la necesidad y el bienestar del pueblo.[23]

Por entonces, estando en Arequipa, tuvo una intensa vida period�stica. Polemiz� con el c�lebre de�n Juan Gualberto Valdivia, a trav�s de las columnas de El Pensador.[17]

Ministro de Estado y diplom�tico

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Desatada la guerra contra la Confederaci�n Per�-Boliviana por los restauradores peruanos-chilenos, apoy� a estos y los acompa�� a Lima.[1]​ Cuando Luis Jos� de Orbegoso se proclam� presidente provisorio en 1838, fue nombrado ministro de los ramos de Gobierno, Relaciones Exteriores, Hacienda, Instrucci�n, Beneficencia y Negocios Eclesi�sticos.[24]

Establecida la presidencia provisoria del mariscal Agust�n Gamarra, fue nombrado ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (1838). Los otros ministros eran: Manuel Bartolom� Ferreyros (Hacienda) y Ramon Castilla (Guerra).[25][24]​ Llam� la atenci�n que, siendo liberal, aceptara servir a un gobierno conservador.[17]​ Por entonces recobr� tambi�n su puesto en la magistratura, esta vez como vocal de la Corte Suprema.[1]

Durante el gobierno del general Antonio Guti�rrez de La Fuente (encargado del mando por ausencia del presidente Gamarra) ejerci� nuevamente como ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores. Fue tambi�n designado miembro del Consejo de Estado (1839-1845).[1]

Durante la anarqu�a desatada en 1842, apoy� al general La Fuente, jefe del ej�rcito del sur. Y durante el breve gobierno del general Francisco de Vidal (del que La Fuente era sostenedor) se desempe�� como ministro de Gobierno, Relaciones Exteriores, Negocios Eclesi�sticos, Instrucci�n P�blica y Beneficencia (1842-1843). En tal calidad, promovi� la reforma de los estudios universitarios.[1][26]​ Estamp� su firma en la orden de fusilamiento del coronel Justo Hercelles, que se hab�a alzado en armas en el norte.[27]

En 1845, ya bajo el primer gobierno de Ram�n Castilla, pas� a Chile como ministro plenipotenciario y negoci� el tratado tripartito (entre Chile, Bolivia y Per�) que acord� el destierro a Europa del mariscal Santa Cruz, prisionero entonces en Chill�n.[1]

Polemista liberal

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De vuelta al Per�, fund� El Correo Peruano, a trav�s de cuyas p�ginas defendi� acaloradamente sus principios liberales.[1]

En 1846 sostuvo una c�lebre pol�mica doctrinaria con el cl�rigo Bartolom� Herrera (rector del Convictorio de San Carlos) en torno a la soberan�a. Frente a la tesis de Herrera de la �soberan�a de la inteligencia�, Laso defendi� con ardor la soberan�a popular.[17]

En a�os posteriores, su funci�n p�blica se limit� al ejercicio de la magistratura en la Corte Suprema.[1]​ Pero ello no fue impedimento para que siguiera defendiendo su ideario liberal a trav�s de sus escritos. Asociado con otros c�lebres liberales como Francisco de Paula Gonz�lez Vigil, Francisco Javier Mari�tegui, Jos� G�lvez Eg�squiza y Jos� Gregorio Paz Sold�n, fund� el peri�dico El Constitucional, desde cuyas p�ginas critic� al presidente Ram�n Castilla, quien habiendo llegado por segunda vez al poder apoyado por los liberales, termin� orient�ndose hacia el conservadurismo, poco antes de su elecci�n como presidente constitucional en 1858. Cuestion� la tendencia a reunir una nueva asamblea constituyente para reemplazar a la Constituci�n Liberal de 1856.[28]

Presidente de la Corte Suprema

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Por decreto de 1 de marzo de 1839 fue nombrado vocal de la Corte Suprema de Justicia.[29][30]​ Fue elevado a la presidencia de dicho tribunal en dos periodos: 1850-1851 y 1854-1855.[31]​ Se mantuvo como vocal supremo durante la reforma judicial de 1855 (en la que varios de sus colegas fueron relevados).[32][33]

Falleci� en Lima, el 14 de enero de 1862, en los altos del n�mero 229 de la calle Valladolid (actual cuadra dos de jir�n Callao).[3]

Escritos principales

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  • 1811 - Poema �El Per� Esclavizado� publicado en El Sol del Cuzco, Tomo I, N.� 25, (18 de junio de 1825), pp. 3-4, Cuzco.[3]
  • 1815 - Poema �La Soledad� publicado en La Alborada (Semanario de las familias), 6 de febrero de 1875 (N.� 17) pp. 5-6 de 10, Lima.
  • 1820 - Papel enviado desde Tacna a Chile para invitar que los chilenos enviasen la expedici�n sobre el Per�.[34]
  • 1823 - El Robespierre Peruano. Escrito aconsejando las represalias contra la crueldad de los espa�oles. Lima.[35]
  • 1826 - Exposici�n que hace Benito Laso, diputado al Congreso por la provincia de Puno (Lima, 24 de mayo de 1826) dirigida a sus electores, donde analiza la situaci�n del pa�s y pide la permanencia de Bol�var en el Per�. Corresponde al per�odo cuando, obnubilado por la figura del Libertador, profes� un liberalismo moderado lindante con un tenue conservadurismo. Dicho documento, conocido como la Exposici�n de Laso, es a la vez un severo estudio sociol�gico acerca de la realidad peruana.[19]
  • 1829 - El iris de la paz; conveniencias populares. Lima.[3]
  • 1833 - Relaci�n de m�ritos, servicios y patriotismo del D. Benito Laso. Arequipa.[3]
  • 1846 - Pol�mica con Bartolom� Herrera, en torno a la soberan�a, desde las columnas de El Correo Peruano, mientras que Herrera respondi� a trav�s de El Comercio de Lima (1846). Esta pol�mica se origin� cuando Herrera, l�der de los conservadores, sostuvo durante un serm�n pronunciado el 28 de julio de 1846 su tesis de la �soberan�a de la inteligencia�, es decir, que el derecho de mandar deb�a corresponder a los m�s capacitados (o sea a una elite culta y preparada), y que el pueblo no ten�a ni la capacidad ni el derecho de crear leyes. Laso consider� esta tesis como inconstitucional y defendi� la soberan�a popular.[12]

Adem�s, colabor� en diversas publicaciones peri�dicas, como El Sol del Cuzco (1825-1826), El Pensador de Arequipa (1834), El Correo de Lima (1840), y El Correo Peruano (1845). Tambi�n colabor� en El Constitucional (1858), con op�sculos en los que defendi� los principios liberales, destacando los titulados ��Cu�l es el destino que tiene hoy el Ej�rcito?� y �El poder de la fuerza y el poder de la ley�.[3]

Liberalismo peculiar

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En sus a�os de juventud, Laso profes� un liberalismo radical, que fue amenguando a medida que llegaba a la madurez, pero torn� a radicalizarse en sus a�os de ancianidad; aunque, seg�n Luis Alberto S�nchez, su verdadero radicalismo fue de tipo religioso, pues en pol�tica contemporiz� demasiado dentro de un �realismo� a menudo lindante con el oportunismo.[17]

Era liberal por convicci�n en materias eclesi�sticas; autoritario en pol�tica, por temperamento. Lo preocupaba m�s la libertad religiosa, que la libertad pol�tica. Si alguna vez asesor� a los caudillos, por gratitud o por inter�s (caso de Gamarra, en sus dos periodos) frecuentemente los rode� (casos de Vidal y de Castilla en su primer gobierno) con el objeto de que la toga se interpusiese entre las casacas y las sotanas. Hombre desventurado siempre, su vida fue una contradicci�n constante de antimilitarismo pr�ctico.

Descendencia

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En 1810 contrajo matrimonio con la pune�a Juana Anacleta de los R�os y Grambel. La pareja tuvo varios hijos entre ellos el pintor Francisco Laso y la escritora Juana Manuela Laso de la Vega, esposa del general Juan Norberto Eléspuru.[36]

En 1831, un año después de la muerte de su esposa, contrajo segundas nupcias en Arequipa con Petronila García-Calderón y Crespo, tía del jurista Francisco García-Calderón, quien fue presidente durante la ocupación chilena.

Referencias

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  1. a b c d e f g h i j k l m Tauro del Pino, Alberto (2001). «LASO, Benito». Enciclopedia Ilustrada del Perú 9 (3.ª edición). Lima: PEISA. pp. 1419-1420. ISBN 9972-40-149-9. 
  2. Miró Quesada, 1978, p. 135.
  3. a b c d e f g h i j Zanutelli Rosas, Manuel (1986). «LASO, Benito». En Carlos Milla Batres, ed. Diccionario Histórico y Biográfico del Perú. Siglos XV-XX 5 (2.ª edición). Lima: Editorial Milla Batres. pp. 181-182. ISBN 84-599-1820-3. 
  4. A.M.A., L.T.R., N° 03, 1811-1825, «Título de abogado del doctor don José Benito Lazo de la Vega», 14 de febrero de 1811, f.90r-99r, [folios faltantes 91r-96r].
  5. Pilco Contreras, 2017, pp. 25-26.
  6. Alvarez, Wilver. «Deprimir la autoridad: la Constitución de Cádiz en las ciudades de Arequipa y Puno, 1812 – 1814». www.academia.edu. Consultado el 19 de noviembre de 2019. 
  7. Pilco Contreras, 2017, p. 35.
  8. Dice textualmente: «principal revolucionario D. José Benito Lazo [sic] de la Vega natural de la ciudad de Arequipa». Carta de Manuel Quimper a Abascal, Junio 1° de 1816, Huamanga.
  9. «El Arequipeño Lazo / con el colegial Velarde / y Echenique hacen alarde / de abrir al Cuzqueño paso / allanan el embarazo / que el fiel puneño presenta / y lo que el gobierno intenta / en defensa de la villa / que el tal triunvirato humilla / al leal, y al traidor alienta». Manuel Quimper, «Laicas Vivacidades de Quimper», Antorcha Peruana (1818). Este Quimper fue padre de José María Químper, que fue ministro de Estado y parlamentario en el Perú.
  10. a b Sánchez, 1975, p. 862.
  11. Glave, Luis Miguel (2004). «II. La República Instalada». La República Instalada. Formación nacional y prensa en el Cuzco, 1825-1939. Lima: IFEA. 
  12. a b c Basadre, 2005c, p. 148.
  13. «Corte Superior de Justicia de Amazonas/Conócenos/Historia». Corte Superior de Justicia del Cusco. 
  14. Paucar Limaylla, Josué (2014). «Los primeros procesos electorales en el Perú independiente: El Congreso General Constituyente de 1826, los colegios electorales, la constitución vitalicia y la federación de los andes, 1825-1827». Nueva corónica. ISSN 2306-1715. 
  15. Tuesta Soldevilla, Fernando. «Constituyentes 1826». Polítika. PUCP. Consultado el 12 de abril de 2020. 
  16. Congresos del Perú. Congreso del Perú. p. 2. Consultado el 12 de abril de 2020. 
  17. a b c d e Sánchez, 1975, p. 863.
  18. Basadre, 2005a, p. 151.
  19. a b Basadre, 2005a, pp. 148-149.
  20. Basadre, 2005a, p. 138.
  21. Basadre, 2005a, p. 181.
  22. «Constitución Política de la República Peruana (1834)». Congreso del Perú. Archivado desde el original el 10 de enero de 2020. Consultado el 22 de junio de 2020. 
  23. Basadre, 2005b, pp. 66-67.
  24. a b Gálvez Montero y García Vega, 2016, p. 49.
  25. Basadre, 2005b, p. 143.
  26. Gálvez Montero y García Vega, 2016, p. 50.
  27. Basadre, 2005c, p. 79.
  28. Tauro del Pino, Alberto (2001). «EL CONSTITUCIONAL». Enciclopedia Ilustrada del Perú 6 (3.ª edición). Lima: PEISA. p. 890. ISBN 9972-40-149-9. 
  29. Basadre, 2005a, p. 195.
  30. Ramos Núñez, 2008, p. 179.
  31. Ramos Núñez, 2008, p. 600.
  32. Basadre, 2005c, p. 241.
  33. Ramos Núñez, 2008, p. 205.
  34. Mitre, Bartolomé: Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana. Buenos Aires, 1907; volumen 3, p. 280.
  35. Paz Soldán, Mariano (ed.): Biblioteca Peruana. Lima, 1879, p. 404.
  36. Geneanet

Bibliografía

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Enlaces externos

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