Ir al contenido

Extinción masiva del Triásico-Jurásico

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Anfibios gigantes como los Metoposaurus desaparecieron en esta extinci�n terminal.

La extinci�n masiva del Tri�sico-Jur�sico fue la cuarta de las cinco extinciones masivas,[1][nota 1]​ que afect� profundamente la vida en la superficie y en los oc�anos de la Tierra. Desaparecieron cerca del 20 % de las familias biol�gicas marinas,[1]​ los arcosaurios no dinosaurios ni crocodilomorfos (al menos, en parte), la mayor�a de los ter�psidos, los orthoceras y los �ltimos grandes anfibios. La liberaci�n de tantos nichos ecol�gicos permiti� que los dinosaurios asumieran el papel dominante durante el per�odo Jur�sico subsiguiente.[3]

La hip�tesis m�s veros�mil considera que el evento pudo producirse por erupciones volc�nicas masivas en la provincia magm�tica del Atl�ntico Central.[4]​ Se ha propuesto el impacto de asteroide como posible causa de la crisis, pero las evidencias que apuntan a ese escenario son d�biles. Otras teor�as apuntan a cambios clim�ticos, cambios en el nivel del mar y anoxia.[4]

Paleogeograf�a y paleoclimatolog�a

[editar]
Intensidad de la extinciones a lo largo de la historia de la vida. La extinci�n del Tri�sico est� representada por �Final Tr�.

El supercontinente Pangea, que se form� en el P�rmico hace 270 Ma,[5]​ y que a finales del Tri�sico se encontraba centrado en el ecuador, empez� a estirarse durante este per�odo,[6]​ desplaz�ndose lo que hoy es Am�rica del Norte hacia el norte.[7]​ A su vez, se empez� a formar la Provincia magm�tica del Atl�ntico Central, constituida por rocas m�ficas que formaban diques, l�minas y traps.[8]​ El aumento en extensi�n del oc�ano Neo-Tetis provoc� el estrechamiento del oc�ano Paleo-Tetis, y empez� a abrirse el oc�ano Atl�ntico que dar�a lugar a los continentes Laurasia y Gondwana.[7]

En cuanto a la paleoclimatolog�a, se estima que la diferencia latitudinal de temperaturas era inferior a la actual.[8]​ Es probable que emisi�n de gases como el SO2 y el CO2, producto del vulcanismo asociado a la provincia magm�tica del Atl�ntico Central, provocaran un efecto invernadero,[9]​ que a su vez descongelara el metano presente en el fondo de los oc�anos, lo que pudo producir un aumento a�n mayor de las temperaturas.[10]​ Estas hip�tesis son coherentes con la inexistencia de evidencias de la presencia de glaciares en el Tri�sico superior.[11]​ Las zonas interiores de Pangea estaban ocupadas por desiertos de gran extensi�n.[12]

Biota antes de la extinci�n

[editar]

Fauna continental

[editar]
El gigantesco anfibio Koolasuchus consigui� sobrevivir a la extinci�n.
Tronco f�sil de una con�fera del Tri�sico superior.

Distintos reptiles y anfibios poblaban el continente durante el Triásico. Los temnospóndilos, que habían sobrevivido a la extinción masiva del Pérmico-Triásico, formaban parte de los ecosistemas acuáticos.[13]​ También se ha documentado la presencia de lisanfibios, aunque su registro en el Triásico es muy escaso.[14]​ En cuanto a los amniotas, los terápsidos sobrevivieron a la crisis del Pérmico,[15]​ y se han documentado más de 60 especies de estos sinápsidos durante el Triásico.[16]​ Aparecieron los primeros dinosaurios, que a finales del periodo ya poseían longitudes superiores a ocho metros,[17]​ los pterosaurios[18]​ y los cocodrilomorfos.[19]​ En el Triásico medio aparecieron los primeros mamíferos, que eran organismos de pequeño tamaño.[20][nota 2]

También se ha documentado la presencia de distintos artrópodos terrestres: arácnidos, diplópodos, quilópodos, caelíferos y coleópteros.[22]

Vegetación

[editar]

Durante el Triásico predominaban las pteridofitas, las cícadas y las coníferas.[23]​ A pesar de la aridez los musgos sobrevivían en zonas cercanas a la costa.[22]​ El género Dicroidium fue muy abundante durante este periodo, sobre todo en las masas continentales situadas más al sur.[15]​ Si bien no se han encontrado restos fósiles de angiospermas de edad triásica, sí se han documentado pólenes del Triásico medio que podrían pertenecer a esta división.[24]

Organismos marinos

[editar]

Los reptiles acuáticos predominantes eran los ictiosaurios, con morfologías más cercanas a las de los tetrápodos en el Triásico inferior.[22]​ Los plesiosaurios no aparecieron hasta el Triásico superior,[25]​ y su registro es menos abundante.[22]​ También poblaban los océanos los notosauroideos y los placodontos.[15]​ Los grupos de peces presentes en el periodo eran Ctenacanthoidea, Hybodontoidea, Neoselachii, Holocephali, Halecostomi, Semionotiformes, Pycnodontiformes, Halecomorphi, Teleostei, Actinistia, Dipnoi y otros taxones cuya clasificación no está clara.[26]​ Los conodontos sobrevivieron a la extinción masiva del Pérmico-Triásico y habitaron los océanos durante buena parte del Triásico.[27]

Ceratites nodosus, un ammonoideo del Triásico.

En cuanto a los invertebrados, en el Triásico aparecieron los primeros arrecifes de coral pertenecientes al orden Scleractinia, que vivían en simbiosis con algas.[15]​ También lo hacen los cocolitofóridos y los dinoflagelados.[28]​ Los braquiópodos estaban muy diversificados,[29]​ al igual que los equinodermos después de recuperarse de la crisis biótica del Pérmico.[30]​ El filo de invertebrados más exitoso de los océanos del Triásico fue Mollusca:[31]​ los gasterópodos más abundantes eran los pertenecientes a los grupos Amberleyacea, Trochiina, Loxonematoidea y Pleurotomariina.[32]​ Los bivalvos dominaron distintos ambientes de ese período,[33]​ con un aumento progresivo del número de géneros de esta clase (en el 2001 eran 57 los géneros documentados en el Induense y 171 en el Carniense).[34]​ Los ammonoideos tenían una distribución mundial y se encontraban muy diversificados, sobre todo los del orden Ceratitida.[35][36]

Notas

[editar]
  1. Otras fuentes consideran que son seis las grandes extinciones, incluyendo la que se está produciendo en el Holoceno por acción de los humanos.[2]
  2. No existe un consenso sobre si la aparición de los primeros mamíferos se produjo en el Triásico o en el Jurásico, debido a que los restos encontrados son escasos y están mal conservados, lo que dificulta realizar una identificación taxonómica precisa.[21]

Referencias

[editar]
  1. a b Biodiversidad Mexicana. «Extinciones masivas». Consultado el 3 de febrero de 2014. 
  2. Eldredge, N. «The Sixth Extinction». ActionBioscience.org (en inglés). Archivado desde el original el 23 de febrero de 2014. Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  3. (Ward, 2000, p. 114)
  4. a b Hautmann, M. (2012). Extinction: End-Triassic Mass Extinction. eLS: John Wiley & Sons, Ltd. pp. 1-10. doi:10.1002/9780470015902.a0001655.pub3. 
  5. Rafferty, J. P. (2013). «Pangea». Encyclopædia Britannica (en inglés). Archivado desde el original el 26 de septiembre de 2013. 
  6. Golonka, J. (2007). «Late Triassic and Early Jurassic palaeogeography of the world». Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (Elsevier) 244 (1-4): 297-307. ISSN 0031-0182. 
  7. a b Ruíz-Martínez, V. C.; Torsvik, T. H.; van Hinsbergen, D. J. J. y Gaina, C. (2012). «Earth at 200 Ma: Global palaeogeography refined from CAMP palaeomagnetic data». Earth and Planetary Science Letters (Elsevier). 331-332: 67-79. ISSN 0012-821X. 
  8. a b (Cirilli, 2010, p. 285)
  9. (Cirilli, 2010, p. 286)
  10. Hildebrandt, S. (2012). «Study casts doubt on popular mass extinction theory». ScienceNordic. 
  11. The Palaeobiology Research Group. «Climate». Universidad de Bristol (en inglés). Archivado desde el original el 9 de noviembre de 2014. Consultado el 6 de febrero de 2014. 
  12. Rojas Vilches, O. (2008). «Tiempo Geológico». Universidad de Concepción. Consultado el 3 de febrero de 2014. 
  13. Palaeos. «Temnospondyli» (en inglés). Consultado el 8 de febrero de 2014. 
  14. (Milner, 1994, p. 14)
  15. a b c d The Palaeobiology Research Group. «Ecology of the Triassic». Universidad de Bristol (en inglés). Archivado desde el original el 4 de agosto de 2014. Consultado el 8 de febrero de 2014. 
  16. Abdala, F. y Ribeiro, A. M. (2010). «Distribution and diversity patterns of Triassic cynodonts (Therapsida, Cynodontia) in Gondwana». Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (Elsevier) 286 (3-4): 202-217. ISSN 0031-0182. 
  17. PBS. «Triassic Period (248-206 mya)» (en inglés). Consultado el 8 de febrero de 2014. 
  18. (Dalla Vecchia, 2003, p. 23)
  19. Smithsonian National Museum of Natural History. «The Triassic» (en inglés). Consultado el 8 de febrero de 2014. 
  20. Smithsonian National Museum of Natural History. «Origin of Mammals» (en inglés). Consultado el 9 de febrero de 2014. 
  21. Balukjian, B. (7 de agosto de 2013). «Two studies, two answers: When exactly did mammals emerge?». Los Angeles Times (en inglés). 
  22. a b c d Bagley, M. (2014). «Triassic Period Facts: Climate, Animals & Plants». livescience. 
  23. Pérez-López, A. «El Triásico o Trías». Universidad de Granada. Consultado el 18 de febrero de 2014. 
  24. Hochuli, P. A. y Feist-Burkhardt , S. (2013). «Angiosperm-like pollen and Afropollis from the Middle Triassic (Anisian) of the Germanic Basin (Northern Switzerland)». Frontiers in Plant Science. doi:10.3389/fpls.2013.00344. 
  25. O'Keefe, F. R. (2002). «The Evolution of Plesiosaur and Pliosaur Morphotypes in the Plesiosauria (Reptilia: Sauropterygia)». Paleobiology 28 (1): 101-112. ISSN 0094-8373. 
  26. (McCune y Schaeffer, 1988, p. 173)
  27. University College London. «Conodonts» (en inglés). Consultado el 24 de febrero de 2014. 
  28. (Payne y van de Schootbrugge, 2011, p. 166)
  29. Dagys, A. S. (1993). «Geographic differentiation of Triassic brachiopods». Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology (Elsevier) 100 (1-2): 79-87. ISSN 0031-0182. 
  30. Twitchett, R. J. y Oji, T. (2005). «Early Triassic recovery of echinoderms». Comptes Rendus Palevol (Elsevier) 4 (6-7): 531-542. ISSN 1631-0683. 
  31. Oxford University Museum of Natural History. «The Triassic and Permian» (en inglés). Consultado el 24 de marzo de 2014. 
  32. Derwin, D. H. (1990). «Carboniferous-Triassic Gastropod Diversity Patterns and the Permo-Triassic mass extinction». Paleobiology 16 (2): 187-203. ISSN 0094-8373. 
  33. (McRoberts, 2010, p. 201)
  34. McRoberts, C. A. (2001). «Triassic bivalves and the initial marine Mesozoic revolution: A role for predators?». Geology 29 (4): 359-362. doi:10.1130/0091-7613(2001)029<0359:TBATIM>2.0.CO;2. 
  35. Black Hills Institute of Geological Research. «Ammonoids» (en inglés). Archivado desde el original el 23 de mayo de 2014. Consultado el 28 de octubre de 2014. 
  36. (Kennedy, 1977, p. 259)

Bibliografía

[editar]


Anterior:
Extinción masiva del Devónico

Extinción masiva del Triásico-Jurásico
Siguiente:
Extinción masiva del Cretácico-Paleógeno