Pedro Velaz de Medrano
Pedro Velaz de Medrano | ||
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Informaci�n personal | ||
Nombre de nacimiento | Pedro Velaz de Medrano y Manso de Z��iga | |
Nacimiento |
28 de julio de 1603 Santo Domingo de la Calzada (Espa�a) | |
Fallecimiento |
c. 1659 Co�mbra (Portugal) | |
Nacionalidad | Espa�ola | |
Informaci�n profesional | ||
Ocupaci�n | Militar | |
Pedro Velaz de Medrano y Manso de Z��iga (Santo Domingo de la Calzada, 28 de julio de 1603-Co�mbra, c. 1659) fue un destacado marino espa�ol durante el reinado de Felipe IV. En 1648 traicion� a la corona y se pas� al bando franc�s. Es c�lebre por haber capitaneado una flotilla corsaria francesa en el Caribe con la intenci�n de capturar la flota del tesoro espa�ola.
Nacimiento y ancestros
[editar]Pedro fue bautizado en la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, localidad donde pas� sus primeros a�os. All� resid�an por aquel entonces sus padres: Antonio Velaz de Medrano y Mendoza y Mar�a Manso de Z��iga. El primero hab�a servido como soldado en N�poles y Sicilia y lo har�a posteriormente corregidor en las localidades de M�laga (1609-12) y Cuenca-Huete (1612-14). Tambi�n fue caballero de la orden de Santiago. Su esposa, por su parte, era miembro del poderoso clan de los Manso de Z��iga, una familia riojana originaria de la localidad de Canillas de R�o Tuerto a la que pertenec�an el entonces obispo de Calahorra-La Calzada, Pedro, y sus otros sobrinos: Pedro Manso, presidente del Consejo de Castilla y patriarca de Indias, Mart�n Manso de Z��iga, obispo de Oviedo y de Osma, y Francisco Manso de Z��iga y Sol� oidor del Consejo de Indias y futuro primer conde de Herv�as.
Primeros a�os
[editar]Paje del rey
[editar]La influencia de los Manso de Z��iga en la corte explica que Pedro entrase al servicio directo del rey Felipe III en calidad de paje en 1615. En ella permaneci� hasta su ingreso en la Carrera de Indias en 1623. �sta fue una salida habitual de los pajes del soberano en aquel entonces.
Caballero de Santiago
[editar]Antes de su salida de la Real Casa de Caballeros Pajes, Pedro obtuvo en 1621 otra muestra de distinci�n por parte del monarca: el h�bito de la orden de Santiago.
Carrera militar
[editar]En 1623 abandon� la Casa de Pajes e ingres� en la Armada del Estrecho de Gibraltar. En ella particip� en una acci�n menor en el Cabo de San Vicente. Sus aptitudes marineras llamaron la atenci�n de D. Fadrique de Toledo, que lo enrol� en la jornada de Brasil que recuper� Bah�a de manos de los holandeses en 1625. En 1629, todav�a bajo su mando, particip� en las acciones de las islas de San Crist�bal y Nieves. En 1631 se excus�, sin embargo, de participar en la expedici�n que intent� recuperar Pernambuco por hallarse enfermo. En la d�cada de los 30 continuaron sus ascensos: Sargento mayor y gobernador del tercio de �lava, gobernador de cinco galeones de la Armada de N�poles, almirante de escuadra... En 1638 acudi� al socorro de Fuenterrab�a al mando de su tercio y en 1639 particip� en la batalla de las Dunas al mando del nav�o Orfeo. Prisionero de los franceses en Par�s tras encallar su buque en las costas galas, fue liberado en 1640. En 1644 fue nombrado Capit�n General de la Armada de Barlovento y fue encargado de la custodia de la Flota de Nueva Espa�a que entr� con �xito en el puerto de Veracruz el 17 de julio de 1644. A su regreso a la Pen�nsula, en 1645, solicit� al monarca la concesi�n de un marquesado y otras mercedes en recompensa a sus servicios. Sin embargo, la crisis en la que estaba sumida la monarqu�a tras la sublevaci�n de Catalu�a y de Portugal imped�an grandes dispendios y no obtuvo satisfacci�n a sus demandas.
Mayorazgo de Tabu�rniga
[editar]La instituci�n de este mayorazgo en 1602 por parte del obispo Pedro Manso de Z��iga, t�o abuelo de Pedro, est� en el origen de la creaci�n del t�tulo de marqu�s de Tabu�rniga en 1682 por el rey Carlos II. El mayorazgo fue creado como dote para Mar�a Manso de Z��iga al casarse con el padre de Pedro y comprend�a una cantidad algo superior a los 10.000 ducados, destinados a la compra de juros y haciendas a discreci�n de los reci�n casados, con la condici�n de que se vinculasen. Esta cantidad fue ampliada en 1612 por el propio obispo en otros 2.000 ducados.
La mayor parte de este capital se gast� en la adquisici�n del lugar de Tabu�rniga, aprovechando la venta de despoblados promovida durante los reinados de Felipe II y Felipe III. Esta aldea se situaba a los pies de la sierra del Tolo�o, pr�xima a la localidad de Labastida. En ella la familia mand� construir una casa-torre de la que todav�a hoy en d�a pueden verse algunos restos.
Traici�n a la corona
[editar]Tras recibir varias negativas en sus solicitudes de mercedes y nombramientos, Pedro decidi� pasarse a Portugal en 1648, pr�cticamente a la vez del descubrimiento de la conspiraci�n del duque de H�jar En Lisboa ofreci� sus servicios a los rebeldes asegurando poder hacerse con la Flota de Nueva Espa�a o con la ciudad de Cartagena de Indias. La noticia despert� honda preocupaci�n en Madrid. Se lleg� a temer que intentara levantar en armas al reino de Navarra o que viajara a Am�rica para conquistar Santo Domingo o incluso el Per� con la ayuda de portugueses e ingleses. En realidad el monarca luso tan solo se plante� enviarlo al frente de una escuadra a socorrer las provincias brasile�as de Maranh�o y Gr�o Par�. Y finalmente no se lleg� a materializar ni siquiera esta propuesta.
Corsario en el Caribe
[editar]Ante los titubeos de los portugueses, Pedro decidi� ofrecer sus servicios al principal enemigo de la corona espa�ola: Francia. All� sus proyectos encontraron la bienvenida que buscaba. Al mando de una primera escuadrilla de tres nav�os se present� en las costas cubanas e hizo algunas presas en 1650. Un a�o despu�s volvi� a hostigar el Caribe coaligado con otro corsario franc�s, el bar�n de Ponthezi�re. Entre ambos reun�an una fuerza considerable de 10 embarcaciones. En julio atacaron el puerto de La Guaira pero fueron rechazados. Aunque su presencia caus� terror en las autoridades espa�olas, lo cierto es que la campa�a result� un fracaso. Las flotas espa�olas invernaron aquel a�o y esperaron refuerzos para partir, al a�o siguiente, sin que Pedro tuviera suficiente fuerza para enfrentarse a ellas.
�ltimos a�os y muerte
[editar]El fracaso de sus expediciones corsarias al Caribe debieron enajenarle la confianza del rey franc�s de modo que en 1656 aparece vinculado a un personaje completamente nuevo: el pr�ncipe Roberto, elector del Palatinado-Renania y sobrino del rey Carlos I de Inglaterra.
Fallecer�a poco despu�s, hacia 1659, retirado ya de la vida militar activa, haciendo vida erem�tica y con el nombre de Pedro de Jes�s, en un convento indeterminado de la regi�n de Co�mbra, Portugal.
Bibliograf�a
[editar]- Serrano Mangas, F., Armadas y flotas de la Plata (1620-1648), Madrid, 1989, pp. 278-283.
- T�llez Alarcia, Diego, � De paje del rey a corsario: Don Pedro Velaz de Medrano, I marqu�s de Tabu�rniga (1603-1659) �, Bolet�n AFEHC, N� 58, publicado el 4 de septiembre de 2013, disponible en: http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=3624 Archivado el 19 de junio de 2018 en Wayback Machine.
- T�llez Alarcia, Diego, Jaque al Rey: la conspiraci�n del marqu�s de Tabu�rniga. Madrid, Endymion, 2015, pp. 223-240.