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Convenci�n Nacional del Per� (1855)

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Convenci�n Nacional del Per� de 1855

Informaci�n general
�mbito Per� Per�
Creaci�n Decreto de 5 de febrero de 1855
T�rmino 2 de noviembre de 1857
Tipo Congreso Constituyente
Inicio de sesiones 14 de julio de 1855
Liderazgo
Presidente Francisco Quir�s y Ampudia
Miguel de San Rom�n
Manuel Ezequiel Rey de Castro
Pedro G�lvez Eg�squiza
Manuel Toribio Ureta
Composici�n
Miembros 75 convencionales o diputados
Elecciones
Sistema electoral Elecci�n directa
Sucesi�n
Congreso General de Huancayo (1839) Convenci�n Nacional del Per� de 1855 Congreso Constituyente del Per� (1860)

El Convenci�n Nacional del Per� de 1855 fue la quinta Asamblea Constituyente de la historia republicana peruana, que se instal� el 14 de julio de 1855, y cuya principal labor fue hacer reformas constitucionales, que dieron como resultado la promulgaci�n de una nueva Constituci�n Pol�tica, el 19 de octubre de 1856, de corte liberal. Ratific� tambi�n como presidente provisorio de la Rep�blica al mariscal Ram�n Castilla. Asimismo, ejerci� el Poder Legislativo en toda su extensi�n y dict� leyes de car�cter permanente as� como circunstanciales. Pero se desprestigi� por su larga duraci�n y fue disuelta por un grupo de militares descontentos, el 2 de noviembre de 1857, en plena guerra civil entre castillistas y vivanquistas. La misma Constituci�n tuvo una vida ef�mera, pues fue reemplazada por otra en 1860.

Antecedentes

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Triunfante la revoluci�n liberal a principios de 1855, se instal� un gobierno provisional, con el general Ram�n Castilla como Presidente, cuyo gabinete ministerial contaba con conspicuos liberales como Pedro G�lvez Eg�squiza, Manuel Toribio Ureta y Domingo El�as.[1]​ Siguiendo la tendencia pendular de la pol�tica peruana, luego de un gobierno conservador se daba pase a otro de car�cter liberal, aunque Castilla, en el fondo, no comulgaba con dicha doctrina.[2]

Castilla convoc� a elecciones para la reuni�n de una Asamblea Constituyente o Convenci�n Nacional, cuyo misi�n ser�a reformar la Constituci�n conservadora de 1839. Por primera vez se convoc� a elecciones con sufragio directo y universal: directo, pues los electores ya no deb�an elegir Colegios Electorales, sino directamente a sus representantes en el Congreso; y universal, porque todos los peruanos podr�an votar sin ninguna limitaci�n, sin importar ser analfabeto o no tener fortuna.[3]

Realizadas las elecciones y elegidos los representantes de la Convenci�n Nacional, esta se instal� el 14 de julio de 1855. Su primera medida fue la ratificaci�n de Castilla como Presidente Provisorio; luego dict� un 'Estatuto Provisorio, promulgado por Castilla el 27 de julio de ese mismo a�o. En dicho Estatuto, que deb�a regir mientras se discutiera la nueva Constituci�n, quedaron fijados las atribuciones del Jefe de Estado y se�aladas las garant�as individuales y nacionales.[4]

Discusi�n y promulgaci�n

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Retrato de Ram�n Castilla.

Reafirmado en el poder, Castilla, de naturaleza autoritaria, se separ� de sus ministros liberales y convoc� a sus amigos, iniciando as� su rompimiento con el bando liberal.[5]

En la Convenci�n Nacional surgi� una tensa disputa entre la mayor�a liberal y la minor�a conservadora partidaria de Castilla. El m�s notable de los tribunos liberales era Jos� G�lvez Eg�squiza (el futuro h�roe del Dos de Mayo).[2]​ La Convenci�n, adem�s de funcionar como asamblea constituyente, ejerci� el Poder Legislativo en toda su extensi�n, dictando leyes de car�cter permanente y tambi�n circunstanciales. Por fin, despu�s de grandes debates, en octubre de 1856 se termin� de discutir la nueva Constituci�n, de car�cter liberal, que reemplazaba a la Constituci�n conservadora de 1839.

El Presidente Castilla jur� esta Constituci�n que fue promulgada el 19 de octubre de 1856, pero expres� su disconformidad con ella, sobre todo por la disminuci�n de las atribuciones del presidente. Advirti� tambi�n que, si bien su obligaci�n era cumplirla y velar por su cumplimiento, pod�a someterla a reforma, siguiendo los mecanismos legales pertinentes.[5]​ Ello aument� la situaci�n de tirantez entre el Gobierno y el Congreso. Para agravar m�s las cosas, estall� en Arequipa la revoluci�n conservadora del general Manuel Ignacio de Vivanco que deriv� en la sangrienta guerra civil de 1856-58.

La Constituci�n Liberal de 1856

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La Constituci�n de 1856, de tendencia liberal, limit� las atribuciones del poder ejecutivo, estableciendo la vacancia de la Presidencia de la Rep�blica por atentar contra la forma de gobierno o disolver el Congreso. Estableci� que el per�odo presidencial durar�a cuatro a�os y no seis a�os como en la anterior Constituci�n; suprimi� los fueros personales, aboli� la pena de muerte; estableci� el sufragio popular directo para todos los peruanos que supieran leer y escribir; restableci� las Juntas Departamentales y las Municipalidades. Los liberales no lograron imponer la libertad de cultos.[6]​ El Estado continu� protegiendo la religi�n cat�lica, no permitiendo el ejercicio de otros cultos, pero se suprimieron las vinculaciones y fueros eclesi�sticos, as� como los diezmos y primicias. Tambi�n la Convenci�n expidi� una ley prohibiendo el restablecimiento en el Per� de la Compa��a de Jes�s, que hab�a sido expulsada en 1767.[7]

Esta Constituci�n no satisfizo a la mayor�a de la poblaci�n, tradicionalmente cat�lica, que ve�a con preocupaci�n que el liberalismo anticlerical tomara fuerza dentro del gobierno e impusiera leyes. Precisamente, la rebeli�n conservadora de Vivanco tuvo como m�vil poner freno a dicha tendencia.[7]

Otras leyes dadas

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Otras leyes, no relacionadas directamente con la Constituci�n, fueron dadas por la Convenci�n. Entre ellas mencionamos las siguientes:[8]

  • La ley de caminos.
  • La regularizaci�n del sistema monetario.
  • El nombramiento de una comisi�n para la revisi�n del C�digo Penal y la formaci�n del C�digo de Procedimientos en materia criminal.
  • La ley sobre la preparaci�n de un nuevo C�digo de Miner�a y de las ordenanzas del Ej�rcito y la Armada.
  • La creaci�n de la Universidad de Puno.
  • La abolici�n del pasaporte para transitar en la Rep�blica o para entrar o salir de ella.
  • La rehabilitaci�n de los vales de consolidaci�n.
  • El esclarecimiento de los asuntos concernientes al expendio del guano.
  • La liberaci�n de derechos de importaci�n a los v�veres de primera necesidad.

Presidentes

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Esta es la lista de quienes presidieron la Convenci�n Nacional:[9][10]

Imagen Nombre Profesi�n Inicio T�rmino
Francisco Quir�s y Ampudia Empresario 14 de julio de 1855 5 de septiembre de 1855
Jos� Santos Casta�eda
(1.� Vicepresidente)
Militar 5 de septiembre de 1855 30 de septiembre de 1855
Miguel de San Rom�n y Meza Militar 1 de octubre de 1855 31 de octubre de 1855
Ezequiel Rey de Castro Arce Magistrado 1 de noviembre de 1855 16 de noviembre de 1855
Manuel Costas Arce
(1.� Vicepresidente)
Abogado 16 de noviembre de 1855 30 de noviembre de 1855
Miguel de San Rom�n y Meza Militar 1 de diciembre de 1855 31 de enero de 1856
Jos� G�lvez Eg�squiza Abogado 1 de febrero de 1856 28 de febrero de 1856
Miguel de San Rom�n y Meza Militar 1 de marzo de 1856 31 de octubre de 1856
Manuel Toribio Ureta Pacheco Abogado 1 de noviembre de 1856 31 de diciembre de 1856
Jos� G�lvez Eg�squiza Abogado 1 de enero de 1857 31 de enero de 1857
Manuel Toribio Ureta Pacheco Abogado 1 de febrero de 1857 31 de marzo de 1857
José Gálvez Egúsquiza Abogado 1 de abril de 1857 31 de agosto de 1857
Francisco Quirós y Ampudia Empresario 1 de septiembre de 1857 31 de octubre de 1857
Manuel Toribio Ureta Pacheco Abogado 1 de noviembre de 1857 2 de noviembre de 1857

Disolución

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La Convención fue disuelta el 2 de noviembre de 1857 por una patrulla de soldados a órdenes del coronel Pablo Arguedas, aprovechando que Castilla se hallaba asediando Arequipa, en plena lucha contra Vivanco. En total había sesionado 2 años, 3 meses y 19 días. En esos momentos se encargaba del poder ejecutivo el Consejo de ministros presidido por José María Raygada, que mostró debilidad ante los hechos consumados.[11]

Si bien Castilla condenó la acción de Arguedas, era evidente que tal situación le convenía, tan así que una vez que retornó a Lima no restituyó dicha asamblea e incluso envió al destierro a los principales líderes liberales.[12]

Tras el fin de la guerra civil, Castilla convocó en 1860 a un nuevo Congreso, el cual, pese a ser solo de carácter ordinario, se arrogó la facultad de Constituyente y procedió a hacer una reforma constitucional inmediata. Así surgió la Constitución de 1860, de carácter moderado y la que más larga vida ha tenido en la historia del constitucionalismo peruano (estuvo vigente hasta 1920).[13]

Referencias

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  1. Basadre, 2005, p. 240.
  2. a b Chirinos, 1985, p. 183.
  3. Basadre, 2005, pp. 245-246.
  4. Basadre, 2005, p. 246.
  5. a b Vargas Ugarte, 1984, p. 67.
  6. Basadre, 2005, pp. 257-259.
  7. a b Chirinos, 1985, p. 184.
  8. Basadre, 2005, p. 262.
  9. Congreso de la República del Perú. «Presidentes del Congreso (1851-1900)». www.congreso.gob.pe. Consultado el 8 de septiembre de 2018. 
  10. Tauro del Pino, Alberto (2001). Enciclopedia Ilustrada del Perú (3.ª edición). Lima: PEISA. ISBN 9972-40-149-9. 
  11. Basadre, 2005, p. 281.
  12. Basadre, 2005, pp. 284-285.
  13. Chirinos, 1985, pp. 185-186.

Véase también

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Bibliografía

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