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Cervus canadensis

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Uapití
Rango temporal: 2,5 Ma - 0 Ma
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Suborden: Ruminantia
Familia: Cervidae
Subfamilia: Cervinae
Género: Cervus
Especie: C. canadensis
(Erxleben, 1777)[2]
Distribución
Rango de distribución nativo (verde claro) y actual (verde oscuro) del Cervus canadensis
Rango de distribución nativo (verde claro) y actual (verde oscuro) del Cervus canadensis
Subespecies

El uapití, wapití[3]​ o ciervo canadiense (Cervus canadensis) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia de los c�rvidos que vive en Am�rica del Norte, Asia central y oriental. Presenta algunas caracter�sticas propias que le diferencian de sus parientes eurasi�ticos, es de gran tama�o (solo superado entre los c�rvidos por el alce); adem�s, los machos presentan una �melena� m�s o menos espesa en el cuello y tienen una tonalidad m�s clara en el cuerpo que en las patas, la cabeza y el cuello.

Durante un tiempo se les consider� una subespecie de Cervus elaphus, pero hoy se les considera una especie aparte.[4]​ Constaba de un total de diez subespecies, cuatro de ellas extintas en tiempos recientes debido a la presi�n humana, aunque recientes estudios de ADN sugieren que no hay m�s de tres o cuatro subespecies de uapit� y algunas de las formas descritas anteriormente como subespecies no son m�s que razas diferentes.

En varias culturas nativas de Norteam�rica se considera al uapit� una fuerza espiritual. En la medicina tradicional china se usan sus astas y su �terciopelo� cobertor como remedio para algunas enfermedades. El wapiti adem�s es considerado una especie cineg�tica, siendo su carne m�s baja en grasas y m�s alta en prote�nas que la de vaca o la del pollo.[5]

Denominaci�n y etimolog�a

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Los primeros exploradores europeos de Norteam�rica que no estaban familiarizados con esta especie los confundieron con los alces por su gran tama�o, lo que ha originado cierta confusi�n con el nombre de esta especie, porque los norteamericanos adem�s de wapiti siguen llam�ndolo elk, que en ingl�s brit�nico significa alce, y a su vez llaman al alce moose, por lo que a menudo se hacen traducciones incorrectas.

La palabra �wapit�� procede de la lengua shawnee y significa �nalgas blancas�, en referencia al color del escudo anal de estos animales.[6]​ Su nombre cient�fico Cervus canadensis significa en lat�n ciervo canadiense, y hace referencia a donde fueron observados por primera vez por los colonos europeos.

Las subespecies asi�ticas, que viven en Siberia, Mongolia y norte de China, se denominan tambi�n marales, aunque este nombre crea confusi�n con el ciervo com�n oriental (Cervus elaphus maral). La subespecie de uapit� (Cervus canadensis sibiricus) extendida principalmente por Mongolia se denomina para diferenciarlo como maral de Altai, uapiti de Alt�i o wapiti siberiano.

Descripci�n

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Macho en un bosque quemado en el que se aprecia su escudo anal blanco y las melenas oscuras de su cuello.

Los uapit�s se caracterizan por su gran tama�o, con una altura hasta la cruz de 0,75 a 1,5 m y un peso de entre 180 y 500 kg, es el segundo c�rvido m�s grande del mundo, solo superado por el alce. Su cabeza, cuello y patas son de color pardo oscuro mientras que su cuerpo presenta tonos m�s claros, y con un escudo anal blanquecino, sin l�neas negras rode�ndolo. Extra�amente para un animal que estacionalmente suele vivir en la nieve, su pelaje es m�s oscuro en invierno que en verano.[7]​ Adem�s tienen un par de molares extra bajo la zona ocular.

Bramido de un uapit�

La especie presenta un marcado dimorfismo sexual. Los machos son de mayor tama�o, un 25 % m�s grandes que las hembras al llegar a la madurez, pesan una media de 320 kg, con una altura hasta la cruz de 1,5 m y una longitud de 2,5 m,[8]​ el pelaje de alrededor de su cuello es largo formando una melena colgante. Las hembras de los uapit�es pesan unos 225 kg de media, miden unos 1,3 m hasta la cruz y unos 2 m de nariz a cola.

Solo los macho tienen cornamenta, como en la mayor�a de los c�rvidos, que tiene una ramificaci�n principal hacia atr�s y una m�s peque�a hacia adelante. Los cuernos se caen todos los a�os tras la estaci�n de cr�a, empezando a crecer de nuevo en primavera. Los cuernos se van haciendo m�s grandes y con m�s puntas cuanto m�s viejo es el ejemplar, la cuerna m�s largas pueden ser de 1,2 m y 18 kg de peso.[9]​ Los cuernos est�n formados por hueso y pueden llegar crecer a una media de 2,5 cm al d�a. Mientras los cuernos est�n creciendo est�n protegidos por una cubierta protectora de piel con un fino vello y que est� fuertemente vascularizada, denominada terciopelo. Esta piel se desprende en verano cuando las cuernas se han desarrollado por completo. Los cuernos pueden tener ocho puntas o m�s, dependiendo de la madurez del individuo. La formaci�n y la ca�da de la cuerna est� regida por la testosterona.[10]​ Tras la estaci�n de cr�a al final del oto�o, los niveles de feromonas liberadas por el celo de las hembras disminuye lo que produce una bajada en los niveles de testosterona en los machos. Esta ca�da de la testosterona origina la ca�da de las cuernas, que generalmente se produce en invierno.

Machos en primavera a los que les est�n creciendo los cuernos.

El uapit� es un gran artiod�ctilo, es decir, posee un n�mero par de dedos, como los camellos, las cabras y las vacas. Y como ellos es rumiante, posee un est�mago de cuatro c�maras y se alimenta de hierba, hojas y cortezas. Durante el verano est� casi constantemente comiendo, consumiendo entre 4 y 7 kg de materia vegetal diariamente.[11]

El uapit� pesa m�s del doble que un ciervo mulo y su pelaje es m�s rojizo y largo, su escudo anal es de color beige o marfile�o, mientras que el del ciervo mular es blanco n�veo y m�s grande, siendo la cola de este �ltimo tambi�n m�s grande. Los alces, en cambio, son m�s grandes y m�s oscuros que los uapit�es, y sus machos se diferencian claramente por sus enormes cuernos con superficies planas, adem�s los alces son solitarios y nunca van en reba�os como los uapit�es.

Taxonom�a

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Hasta 2004 el ciervo com�n y el wapiti eran considerados una sola especie, Cervus elaphus, bas�ndose en que los h�bridos entre ambos que se produc�an en cautividad eran f�rtiles. Pero los estudios de ADN que se realizaron con cientos de muestras tanto de las subespecies de ciervo com�n como de wapiti y las dem�s especies del g�nero Cervus concluyeron que el wapiti era suficientemente distinto gen�ticamente como para considerarse una especie separada, C. canadensis.[4]​ Incluy�ndose en ella una docena de subespecies que antes se clasificaban como C. elaphus, englob�ndose en seis subespecies vivas de C. canadensis. Las pruebas de ADN no solo concluyeron que el wapiti era una especie diferente sino adem�s que estaba m�s cercanamente emparentado con el ciervo de Thorold y el ciervo sica que con el ciervo com�n europeo.[4]​ Aunque el wapiti y el ciervo com�n produce descendencia f�rtil en cautividad, la separaci�n geogr�fica que existe entre ambas especies y las diferencias en la conducta de apareamiento hacen que la hibridaci�n ser�a improbable en el medio salvaje. Aunque ambas especies que han sido introducidas en Nueva Zelanda y conviven en el parque nacional Fiordland National Park hibridan libremente, por lo que los ejemplares h�bridos han sido apartados de los wapit�s de pura raza de la zona.[12]

Historia natural

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Hembras con sus cr�as en parque nacional Yellowstone.

Los primeros ancestros del g�nero Cervus del wapiti aparecen en el registro f�sil hace 12 millones de a�os, durante el Plioceno en Eurasia, pero no aparecieron en Norteam�rica hasta las glaciaciones de finales del Pleistoceno, cuando pudieron cruzar el puente de Beringia.[13]​ La primera llegada de estos ciervos al actual territorio de Alaska se fecha en unos 120 000 a�os. Posteriormente se expandieron hacia el sur y este, colonizando casi toda Am�rica del Norte. Hace unos 70 000 a�os ya se hab�an diferenciado al menos tres linajes distintos: uno radicado en la zona de Alaska y el Yuk�n, otro en las costas del oc�ano Pac�fico, desde Washington a California y el tercero y �ltimo, poseedor de la mayor �rea de dispersi�n, desde M�xico y la Sierra Nevada estadounidense hasta el oc�ano Atl�ntico. Hace unos 11 000 a�os desapareci� el puente de tierra de Beringia quedando aisladas las poblaciones asi�ticas y americanas.[14]​ Al t�rmino de la �ltima glaciaci�n, hace 10 000 a�os, las poblaciones de la Columbia Brit�nica y California quedaron aisladas, dando lugar a sus propias subespecies; otro tanto sucedi� con el bloque oriental, que se dividi� de acuerdo a la diferenciaci�n de nuevos h�bitats: la subespecie merriami en M�xico y el sur de Estados Unidos, la manatobensis en las grandes llanuras norteamericanas, la canadensis en los bosques caducifolios de la Costa Este y la nelsoni en los de con�feras del norte.

De acuerdo con Valerius Geist, especialista en c�rvidos, las diferencias entre cada una de las subespecies surgieron de forma muy r�pida debido a las distintas presiones que el ambiente de cada zona ejerc�a sobre las primeras poblaciones de Cervus canadensis en Norteam�rica. A resultas de ello, las diferencias gen�ticas entre cada una de las subespecies de uapit�es son m�nimas, a pesar de lo que parezca indicar su aspecto externo.

Los indios americanos cazaron uapit�es desde antiguo, llegando a convertirse en un poderoso t�tem para muchas tribus. No obstante, la presi�n originada por las capturas de los indios sobre los animales fue siempre m�nima, cosa que no ocurrir�a a la llegada de los primeros colonos europeos.

Subespecies

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Se han descrito numerosas subespecies de uapiti, seis para Norteam�rica y cuatro para Asia, aunque algunos taxonomistas considereran a algunas meros ecotipos o raza, es decir adaptaciones al medio ambiente local mediante cambios menores de apariencia o comportamiento). Las poblaciones var�an en el tama�o y la forma de los cuernos, coloraci�n y comportamientos de cortejo. Los estudios de ADN de las subespecies euroasi�ticas revelan que las variaciones fenot�picas en las cuernas, melenas y el escudo anal est�n m�s relacionadas con factores ambientales que con los genes.[15]

Macho y hembra del uapit� occidental (Cervus canadensis canadensis), pintados por el naturalista John James Audubon en 1847.

De las seis subespecies de uapiti conocidas que viv�an en Norteam�rica en tiempos hist�ricos, quedan cuatro: el upapit� de Roosevelt (C. canadensis roosevelti), el uapit� de Tule o California (C. canadensis nannodes), el uapit� de Manitova (C. canadensis manitobensis) y el uapit� de las Rocosas (C. canadensis nelsoni).[16]​ El uapit� oriental (C. canadensis canadensis) y el de Merriam (C. canadensis merriami) se extinguieron a finales del siglo XIX.[17][18]​ La clasificaci�n de las cuatro poblaciones supervivientes como subespecies se mantiene, en parte, por razones pol�ticas para poder individualizar las medidas de protecci�n necesarias para conservar cada poblaci�n superviviente.[19]

Las cuatro subespecies descritas en Asia incluyen el wapiti de Alt�i (C. canadensis sibiricus) y el wapiti de Tianshan (C. canadensis songaricus). Dos subespecies distintas que se encuentran en China, Mongolia, la pen�nsula de Corea[20]​ y Siberia son el wapiti de Manchuria (C. canadensis xanthopygus) y el wapitis de Alashan (C. canadensis alashanicus). El wapiti de Manchuria es m�s oscuro y de coloraci�n m�s rojiza que las otras poblaciones. El wapiti de Alashan del centro norte de China es la m�s peque�a de todas las subespecies, tiene la coloraci�n m�s clara y es la menos estudiada.[12]

Valerius Geist, un especialista en c�rvido de todo el mundo, afirma que solo ha habido tres subespecies de uapit�s. Geist mantiene la clasificaci�n de los uapit�s de Manchuria y Alashan pero coloca al resto dentro de la subespecie C. canadensis canadensis.[19]​ Los recientes estudios de ADN sugieren que no hay m�s de tres o cuatro subespecies de uapit�. Todas las forma americanas parecen pertenecer a la misma subespecie (Cervus canadensis canadensis). Incluso el uapit� siberiano (Cervus canadensis sibiricus) es casi id�ntico a las formas americanas, y por lo tanto deber�a pertenecer a la misma especie. Sin embargo el uapit� de Manchuria (Cervus canadensis xanthopygus) es claramente una forma distinta al siberiano, aunque indistinguible del uapit� de Alashan. Las poblaciones de ciervos chinos conocidas como ciervo de Sichuan, ciervo de Kansu y ciervo tibetano tambi�n son formas de uapit�, que no son distinguibles unas de otras por estudios de ADN mitocondrial.[4]

Hembra de C. c. nelsoni con su cervatillo.

Durante el oto�o a los uapit�s les crece una capa de pelo m�s espesa, lo que les ayudar� a mantener su calor duranate el invierno. Entonces tanto a los machos, como a las hembras y cervatos de los uapit�es siberianos y norteamericanos les crecen melenas en el cuello, mientras que a las hembras y los j�venes de los uapit�s de Manchuria y Alashan no les crece.[19]​ Al final del verano el pesado abrigo invernal se les cae, y se frotan contra los �rboles y rocas para liverarse de este pelo. Adem�s los uapit�es siberianos y norteamericanos tienen cuernas m�s grandes que los uapit�s de Alt�i.[12]​ Todos los uapit�s tienen un claro y definido escudo anal y colas cortas. La diferente coloraci�n de los individuos depender� de la estaci�n y de los tipos de h�bitats, con el gris y las coloraciones claras predominando durante el invierno y tonos m�s oscuros y rojizos durante el verano. Las subespecies que viven en climas �ridos tienden a tener capas de color m�s claro que las que viven en bosques.[21]​ La mayor�a de estas tienen durante el verano capas de colores ocres contrastando con el pardo oscuro de cabezas, cuellos y patas. Las poblaciones adaptadas a los bosques de Manchuria y Alashan wapitis tienen capas veraniegas con colores pardo rojizos que contrastan muy poco con el resto del cuerpo.[12]​ Los cervatos nacen con una capa moteada, como la mayor�a de las especies de ciervos, y perder�n esta capa moteada al final del verano. Los adultos entre los uapit�s de Manchuria mantienen unas pocas motas anaranjadas hasta que son mayores. Esta caracter�stica tambi�n se ha observado en las poblaciones de ciervo europeo adaptadas a los bosques.[12]

Uapit� de Yellowstone

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Macho de C. c. nelsoni en Wyoming.

El uapit� de Yellowstone o de las Monta�as Rocosas (C. c. nelsoni) habita en varias zonas del sur de la Columbia Brit�nica, Alberta, Idaho, Montana, este de Washington y Oreg�n, noreste de Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Colorado, Wyoming y el oeste de las dos Dakotas, generalmente en hábitats montañosos. Así mismo, se han introducido algunas poblaciones en zonas antiguamente habitadas por el upití oriental, como Nebraska, Minnesota y Míchigan. La población actual es de unas 800 000 cabezas, siendo la mayor población de ellas la que se encuentra en el parque nacional de Yellowstone, que cuenta con cerca de 30 000 ejemplares divididos en 7 manadas.

Esta subespecie es notable por su tamaño. Los machos alcanzan un peso máximo de 370 kg, 1,5 metros de altura hasta la cruz y 2.4 de longitud. El pelo es marrón oscuro en patas, cuello, cabeza y vientre, mientras que el cuerpo es más pálido. En cautividad se han conseguido individuos plateados e incluso blancos. Los individuos adultos pueden desarrollar cuernos de hasta 1,5 m de largo, separados por 120 centímetros en sus puntas.

Las hembras son de color más oscuro y uniforme. Rondan los 200-250 kg.

Uapití de Manitoba

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El uapití de Manitoba (C. c. manatobensis) se encuentra en Manitoba central, este de Saskatchewan y Dakota del Norte. La mayoría de los individuos de esta especie se encuentran recluidos en reservas naturales como el parque nacional Riding Mountain, el parque nacional Prince Albert y el Parque Provincial Duck Mountain. La población total se estima en unos 10 000 individuos.

Es una subespecie muy similar a la de las Montañas Rocosas, de la que se diferencia por su menor estatura (aunque el peso es prácticamente el mismo, ya que es proporcionalmente más robusto) y su pelaje más oscuro.

Uapití de Roosevelt

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ciervo de Roosevelt (C. c. roosevelti) en un parque nacional de California.

El ciervo de Roosevelt (C. c. roosevelti) es la subespecie de mayor tamaño, llegando a pesar los machos más grandes unos 600 kg.[22]​ Fue nombrado por Clinton Hart Merriam en 1898 en honor del presidente, Theodore Roosevelt, cazador y naturalista aficionado. Muy parecido al ciervo de las Montañas Rocosas, el uapití de Roosevelt se diferencia de éste por su mayor tamaño (los machos suelen rondar los 450 kg) y pelaje más oscuro. Las astas poseen numerosas puntas y sus extremos pueden aparecer ligeramente palmeados.

Se trata de una subespecie con un área de distribución moderada, reducida a la costa oeste norteamericana desde la bahía de San Francisco al suroeste de la Columbia Británica, incluida la isla de Vancouver. Existen poblaciones introducidas en otras áreas de Columbia y en las islas Afognak de Alaska; también se ha reintroducido esta subespecie en zonas de los estados de Oregón y Washington, donde había sido exterminado previamente. Se estima que existen entre 20 000 y 30 000 ejemplares en la actualidad.

Uapití de California

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La subespecie californiana, nannodes, suele presentar pelaje corto y amarillento (pero oscuro en cuello y patas) y un tamaño bastante menor al del resto de ciervos norteamericanos, debido al hábitat más seco y pobre que ocupa. Sin embargo, cuando los ciervos se crían en cautividad y reciben una alimentación abundante, alcanzan sin problemas el tamaño y la corpulencia típicos de razas mayores, como las de las Montañas Rocosas.

Antiguamente, se podían encontrar grandes manadas en las praderas, bosques y chaparrales de los grandes valles californianos, pero la destrucción del medio y la caza excesiva llevó a la subespecie al borde de la extinción. En la década de 1870, el ganadero Henry Miller estableció una pequeña reserva particular en el sur del Valle central de California con el fin de evitar la desaparición de estos animales.

En 1932, la manada superviviente fue trasladada a un área de 3,8 km² en el centro del Valle, que adquirió protección oficial convirtiéndose en la Tule Elk State Reserve. Los animales se han multiplicado hasta sumar hoy en día unas 2000 cabezas, tanto en la reserva como en terrenos adyacentes. Así mismo, los ciervos de California se crían en algunas granjas privadas, donde en tiempos recientes se ha vuelto a permitir una pequeña cuota de caza al año.

En 1978 se reintrodujo la subespecie en el condado de Marin, al norte de San Francisco, donde en la actualidad viven 500 animales divididos en dos manadas diferentes. Otra manada más se encuentra en el condado de Alameda, junto a la bahía de San Francisco.

Subespecies americanas extintas

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Las dos subespecies exterminadas directamente por la acción de los colonizadores europeos son dos: el Cervus canadensis canadensis que habitaba entre los Montes Apalaches y el valle del Misisipi, y el Cervus elaphus merriami que habitaba en lo que ahora es Nuevo México y zonas limítrofes. Las razón principal de estas desapariciones fue la caza masiva para obtener carne y pieles o simplemente por deporte, aunque también influyeron la tala de bosques y su sustitución por áreas de cultivo o pastos para el ganado y el consecuente avance de la desertización en el Medio Oeste americano.

En el caso de la subespecie C. c. canadensis, parece que ya había desaparecido de Alabama, Misisipi y las costas del Atlántico antes del siglo XVIII. Un siglo después ya no se la encontraba en la buena parte de los Apalaches y para 1870 solo quedaban poblaciones relictas en los alrededores de los Grandes Lagos, al oeste del río Misisipí y posiblemente en Virginia Occidental. El último avistamiento se produjo en Misuri en 1898; no obstante, la fecha de extinción en el sur de Ontario (Canadá), donde también habitaba este animal, es desconocida, por lo que podrían haber quedado algunos animales allí en fechas posteriores a su extinción en Estados Unidos.

Por otra parte, el último ciervo de la subespecie local presente en Nuevo México fue avistado en 1909, si bien el C. c. merriami sobrevivió en Arizona hasta 1923. En 1911 se introdujo en Nuevo México la subespecie C. c. nelsoni, que antaño había poblado también la franja norte del estado, y se expandió con el tiempo hasta formar la actual población de 11 000 cabezas que habita en buena parte de la primitiva área de distribución del extinto uapití neomexicano.

Biología

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Comportamiento

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Espectrograma del bramido de un uapití americano,
Sonido (formato OGG, 25kB).,
Sonido (formato wav).

Los uapitís adultos generalmente viven en rebaños separados por sexos la mayor parte del año. Los uapitís son polígamos, durante la época de celo los machos tratan de llamar la atención de las hembras para reunir un harén en su territorio que defenderán de los demás machos. Los machos desafían a sus oponentes bramando, emitiendo sonidos agudos parecidos a los de una trompeta, y cuando se enfrentan se ponen en paralelo y empiezan a caminar adelante y atrás exhibiendo sus cuernas. Esto permite a los potenciales combatientes medir la fuerza y el tamaño de sus oponentes. Si ninguno de los dos se echa atrás empezará la pelea chocando y empujándose con las cuernas. Algunas veces alguno de los contendientes puede resultar gravemente herido. Además, los machos se marcan olorosamente excavando en el suelo, orinando sobre la tierra y revolcándose en el barro producido. Así la orina empapa su pelaje dándole un fuerte olor que atrae a las hembras.[23]

Duelo entre dos machos.

Los machos dominantes mantienen harenes de hembras durante todo el periodo de celo, desde agosto hasta principios del invierno. Un macho defenderá un harén de unas 20 hembras o más de sus competidores y los depredadores.[24]​ Solo los grandes machos adultos tienen grandes harenes para poder reproducirse, siendo su edad óptima los ocho años de edad. Los machos entre dos y cuatro años o de más de once años raramente son capaces de mantener un harén, y se mantienen la mayoría del tiempo del celo en la periferia de los grandes harenes. Los jóvenes y los viejos pueden llegar a conseguir un harén, pero solo después que los machos dominantes, al final de la época de cría. Los machos con harén rara vez se alimentan y pueden llegar a perder más del 20 % de su peso corporal. Los machos que llegan al celo en pobres condiciones f�sicas es menos probable que aguanten al periodo donde se producen la mayor�a de las concepciones o que conserven suficientes fuerzas para aguantar los rigores del invierno venidero.[23]

Reba�o de hembras con un macho.

Los machos emiten bramidos con gran volumen, pudi�ndose o�r a varios kil�metros. Los bramidos a menudo son considerados una adaptaci�n a los ambientes abiertos, como praderas, p�ramos y sabanas, donde el sonido puede viajar a gran distancia. Las hembras se sienten atra�das hacia el macho que emite bramidos con m�s frecuencia y m�s alto.[25]​ Los bramidos se emiten m�s a menudo al principio y al final del d�a y son uno de los sonidos m�s caracter�sticos de las llanuras americanas junto a los aullidos del lobo.

Reproducci�n y ciclo vital

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Hembra amamantando a su cervato.

Las hembras de uapit� tienen un celo muy corto, de solo un d�a o dos y el apareamiento generalmente comprende una docena o m�s de cubriciones. Las hembras alcanzan la madurez sexual en el oto�o de su segundo a�o de vida, cuando han alcalzado los 200 kg.[26]​ Generalmente tienen un cervato, muy raramente dos. La gestaci�n dura de 240 a 262 d�as, y los reci�n nacidos pesan entre 15 y 16 kg. Cuando las hembras est�n cercanas al parto tienden a aislarse del resto del reba�o, y permanecer�n solas hasta que el cervato sea lo suficientemente grande para ser capaz de correr y escapar de los depredadores.[27]​ Los cervatos reci�n nacidos son moteados, como es com�n entre los c�rvidos, y perder�n estas motas al final del verano, aunque los uapit�s de Manchuria conservan unas pocas motas anaranjadas en su espalda hasta que son viejos. Despu�s de dos semanas los cervatos est�n listos para unirse al reba�o y ser�n destetados a los dos meses de edad.[28]​ Los cervatos de uapit� alcanzan el peso de un ciervo de cola blanca adulto a los seis meses de edad.[29]​ Los cervatos permanecer�n junto a sus madres durante el resto del a�o separ�ndose de ella tras la siguiente �poca de cr�a cuando nazca el nuevo cervatillo.[25]​ El tiempo de gestaci�n es el mismo en todas las subespecies.

Los uapit�s viven m�s de 20 a�os en cautividad, pero la media de longevidad en la naturaleza est� entre los 10 y 13 a�os. En algunas poblaciones salvajes que sufren menos presi�n de los depredadores la media puede subir hasta los 15 a�os.[30]

Defensas de los depredadores

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Los machos de uapit� mantienen sus cuernas durante m�s de medio a�o y es menos probable que se agrupen con otros mientras tengan las astas. Los machos usan los cuernos como medio de defensa, adem�s de las patadas que dan con las patas delanteras que propinan ambos sexos en cuanto se les provoca. En cuanto se les caen los cuernos los machos se unen al grupo de solteros en el que el n�mero les proporciona protecci�n frente a los depredadores. Los reba�os suelen mantener uno o m�s vig�as mientras los dem�s miembros del grupo comen o descansan.[25]

Los machos solitarios son vulnerables frente a los lobos.

Tras el celo, las hembras forman grandes reba�os, de m�s de 50 individuos. Mantienen cerca a los reci�n nacidos por medio de una serie de vocalizaciones. Las grandes guarder�as siempre est�n vigiladas durante el d�a. Cuando alg�n depredador se aproxima, las hembras m�s grandes y robustas suelen interponerse y patear�n a los atacantes, e intentar�n disuadir a los depredadores emitiendo sonidos guturales. Las manadas de lobos, los coyotes y los pumas son sus depredadores m�s frecuentes, aunque los osos pardos y negros tambi�n depredan sobre ellos.[25]​ Los grupos de coyotes atacan principalmente a los cervatos, aunque tambi�n pueden matar a alg�n adulto debilitado por el invierno.[31]​ En el ecosistema del Gran Yellowstone, en el que se incluye el parque nacional Yellowstone, los osos son el principal depredador de los cervatos.[32]​ Entre los principales depredadores en Asia se incluyen los lobos, los cuones, los osos pardos, los tigres siberianos, los leopardos de Amur, los leopardos de las nieves. Los Linces boreales y los jabal�es pueden matar algunas veces a los cervatos de uapit�s asi�ticos.[12]​ Hist�ricamente los tigres cazaban uapit�es de Manchuria en la regi�n del Baikal y contin�an haci�ndolo en la regi�n de Amur.[33]

Migraci�n

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Como la mayor�a de c�rvidos, especialmente los que habitan regiones monta�osas, los uapit�s emigran a las zonas altas en primavera, siguiendo a las nieves que se retiran y en direcci�n contraria en oto�o. La presi�n de los cazadores tambi�n influyen en las migraciones y sus movimientos.[34]​ Durante el invierno prefieren las zonas boscosas y los valles abrigados para protegerse del viento y alimentarse de la corteza de los �rboles. Los uapit�s de Roosevelt elk generalmente no migran debido a que los recursos alimenticios de que disponen en las �reas donde viven son menos estacionales.[25]

Dieta

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Excrementos de uapit�.

Los uapit�s son rumiantes y, por lo tanto, tienen un est�mago con cuatro cavidades. Al contrario que los ciervos de cola blanca y los alces que son principalmente ramoneadores, los uapit�s principalmente pastan hierba como las vacas, aunque como los dem�s ciervos tambi�n pueden ramonear hojas.[35][36]​ Los uapit�s tienen tendencia a alimentarse principalmente por las ma�anas y las tardes, buscando refugio en zonas resguardadas entre comidas para hacer la digesti�n. Su dieta depende de la estaci�n, siendo la base principal las hierbas nativas durante todo el a�o, siendo suplementada con las cortezas de los �rboles en invierno y con flores y brotes de hojas en verano. El uapit� consume una media de 9 kg de materia vegetal durante un d�a.[37]​ Les gustan especialmente los reto�os de �lamo que crecen en primavera, lo que ha ocasionado cierto impacto en los bosques de �lamos en las regiones donde hay uapit�s.[38]

Para estudiar la distribuci�n y la clase de recursos que utilizan las poblaciones de uapit�es, los investigadores analizan los excrementos que dejan estos.[39][40]

Salud

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Se han identificado al menos 53 especies de protistas y par�sitos en el uapit�.[41]​ Salvo contadas excepciones estos par�sitos rara vez producen una mortalidad significativa entre los uapit�s salvajes o en cautividad.

El gusano cerebral o gusano de las meninges, Parelaphostrongylus tenuis, es un nematodo par�sito que afecta a los tejidos de la m�dula espinal y el cerebro del uapit� y otras especies, provocando su muerte.[42]​ Su hu�sped definitivo es el ciervo de cola blanca, en cuyo organismo no causa ninguna enfermedad. Los caracoles y las babosas son los hu�spedes intermedios que producen la infecci�n del uapit� mientras pasta.[43]

Uapit�s acical�ndose en el parque nacional de Yellowstone.

La enfermedad de desgaste cr�nico est� causada por un prion que afecta tambi�n el tejido cerebral de los ciervos, y se ha detectado en su zona de distribuci�n Norteamericana de uapit�. La primera vez que se registr� fue a finales de los a�os 1960 en el ciervo mular. La enfermedad afecta a los uapit�s tanto en las granjas de cr�a en cautividad como a los salvajes de numerosas regiones. Los individuos que contraen la enfermedad empiezan mostrando p�rdida de peso, m�s necesidad de agua, desorientaci�n y apat�a, y en los estados m�s avanzados de la enfermedad se produce la muerte. La enfermedad es similar a la Enfermedad de las vacas locas aunque causada por otro prion distinto, y no existe riesgo documentado de infecci�n para los humanos o el ganado dom�stico.[44]​ En 2002 Corea del Sur prohibi� la importaci�n del terciopelo de los cuernos de uapit� debido a la preocupaci�n por el contagio de la enfermedad de desgaste cr�nico.[45]

La brucelosis ocasionalmente afecta a los uapit�s en el ecosistema del Gran Yellowstone, el �nico lugar de los EE. UU. donde esta enfermedad todav�a persiste. En el ganado dom�stico, la brucelosis causa infertilidad, abortos y reducci�n de la producci�n de leche. Se transmite a los humanos causando s�ntomas parecidos a la gripe que pueden durar a�os. Aunque el contagio a trav�s de los bisontes se han registrado transmisiones de la brucelosis de los uapit�s a caballos en Wyoming y a vacas en Idaho. Los investigadores est�n intentando erradicar la enfermedad entre los uapit�s por medio de vacunaciones y medidas de control de las manadas, que se espera tengan �xito.[46]

Un estudio reciente basado en autopsias de uapit�s en cautividad determin� que la causa de muerte de 33 individuos de 65 se produjo a causa de par�sitos intestinales (21 casos, principalmente por Eimeria sp. y Ostertagia sp.) o infecciones bacterianas (12 casos, en su mayor�a por pneumon�a).[47]

Algunos par�sitos como Fascioloides magna o Dictyocaulus viviparus se encuentran com�nmente en los uapit�s, aunque estos apenas causan trastornos en la especie.[48]​ La infecci�n de cualquiera de estos par�sitos es frecuentemente fatal para el ganado dom�stico,[49]​ por lo que la presencia de reba�os de uapit�s en la misma �rea que los reba�os dom�sticos puede suponer un riesgo para el ganado.

Referencias culturales

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Uapit� alanceado entre los petroglifos de la Newspaper Rock en Utah.

Los uapit�s han desempe�ado un papel importante en la historia cultural de muchos pueblos. pictogramas y petroglifos sobre uapit�s aparecen en acantilados grabados por los anasazi durante miles de a�os. Varias tribus norteamericanas inclu�an a los uapit�s entre sus motivos decorativos y sus pieles en mantas y vestimentas como los kootenai, cree, blackfeet, ojibwa y pawnee. El uapit� era de particular importancia eran para la cultura lakota, en cuya sociedad desempe�aba un papel espiritual.[50]​ Al nacer a los varones lakota se les da un diente de uapit� para propiciarles una larga vida, por ser la �ltima parte del cad�ver de un uapit� que desaparece. Se considera al uapit� un prototipo de potencia sexual y si un los joven lakota sue�a con uapit�s en su capa nupcial se considera un auspicio de potencia sexual. Los lakota creen que los uapit�s m�sticos o espirituales, no los f�sicos, son los maestros de los hombres y que la personificaci�n de la fuerza, la potencia sexual y la valent�a.[51]

Petroglifos asi�ticos del neol�tico representan hembras sin cuernos de uapit�, que se han interpretado como renacimientos simb�licos y sustento. Al comienzo de la edad de bronce el uapit� aparece con menos frecuencia en el arte rupestre, coincidiendo con la transformaci�n cultural en la que se abandonaba la caza como fuente principal de obtenci�n de alimento.[52]

El uapit� de las monta�as rocosas es el animal oficial del estado de Utah, y en la bandera de M�chigan aparecen un uapit� y un alce representados.

La fraternidad de los Benevolent and Protective Order of Elks (benevolente y protectora orden de los uapitis, B.P.O.E.) eligi� a este animal para su nombre y emblema por representar estereot�picamente varios atributos que los miembros deben cultivar y ser un animal t�pico americano.[53]​ Muchos miembros de esta fraternidad poseen joyas incrustadas con su imagen o sus dientes engarzados,[54]​ que en muchos casos en realidad son de marfil.[55]

Usos comerciales

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Aunque las cifras para las especies cineg�ticas no est�n disponibles desde 2006 en la encuesta nacional del servicio de caza y pesca de los EE. UU., la caza de los uapit�s salvajes es probablemente su principal explotaci�n comercial.[56]

Chuletas de uapit� a la parrilla.

Los uapit�s se cr�an en cautividad para ser utilizados en la caza, para la producci�n de carne y para la explotaci�n del terciopelo de sus cuernos. Se sabe que se utilizan para las conocidas como cazas enlatadas en las que se suelta animales en recintos reducidos para asegurar que los cazadores que pagan puedan asegurarse disparar a un uapit�. Generalmente no se los cr�a para la producci�n de carne a gran escala, aunque algunos restaurantes ofrecen su carne como especialidad, y tambi�n se vende en tiendas especializadas. Su carne tiene un sabor intermedio entre la de vaca y la de venado y tiene un contenido mayor de prote�nas y m�s bajo en grasas que la de vaca y pollo.[57]​ La carne de uapit� tambi�n es una buena fuente de hierro, f�sforo y zinc, aunque es alta en colesterol.[58]

Un macho de uapit� puede producir de 10 a 11 kg de terciopelo de cuerno anualmente, y algunos ranchos de EE. UU., Canad� y Nueva Zelanda se dedican a recolectarlo para los mercados de Asia oriental, donde se usa en la medicina tradicional. Adem�s este terciopelo se considera en algunas culturas como un afrodisiaco.[45]​ Aunque el consumo del cuerno de los uapit�es norteamericanos contiene el prion que causa la enfermedad de desgaste cr�nica que podr�a originar una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en humanos.[59]

Las cuernas tambi�n son usadas en artesan�a. muebles y otros art�culos de regalo. Todas las subespecies asi�ticas junto con las de otros ciervos, son criados para la utilizaci�n de sus cuernos por los chinos han, pueblos t�rquicos, tunguses, mongoles y coreanos. Las granjas de uapit�s tambi�n son relativamente comunes en Am�rica del norte y Nueva Zelanda.[60]

Las pieles de uapit� han sido usada durante miles de a�os para fabricar tipis, mantas, ropa y calzado. Actualmente se usan mayoritariamente como decoraci�n, aunque los zapatos, guantes y cinturones de piel de uapit� no son raros.[8]

V�ase tambi�n

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Referencias

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Enlaces externos

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